Margarita del Brezo

Microrrelatos publicados

  • LEGADO

    En el despacho de Clara Campoamor, la luz de la tarde se filtra a través de las cortinas, proyectando sombras alargadas sobre una desgastada carpeta. Huele a papel viejo, a tinta recién impresa. Con la determinación que la caracteriza, Clara revisa los documentos, cruciales para certificar el derecho al voto de las mujeres. No solo es un paso en la batalla por la igualdad, sino una promesa de justicia para las generaciones futuras, un amparo legal que está a punto de cambiar la historia.
    El estornudo del hombre que se sienta a mi lado me devuelve a la realidad.
    —Perdón, la alergia —se disculpa.
    —Vamos a empezar ya, son las nueve en punto —digo algo nerviosa. Es la primera vez que me toca ser presidenta de mesa en el colegio electoral de mi barrio. Miro la urna todavía vacía y sonrío.

    | Septiembre 2024
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 16

  • SIN RESPUESTAS

    Tuve que interrumpir mis vacaciones para relevar al juez titular, indispuesto tras ingerir churros en mal estado en la feria. Me sorprendió que antes de acercarme a la zona me hicieran firmar tantos formularios de confidencialidad. Es un asunto privado, susurraron con un tono de misterio que asustaba. No entendía nada: todos sabíamos que el Mediterráneo se había secado, y, acostumbrados como estábamos a los desmanes del cambio climático, no le dimos mayor importancia; además, aún nos quedaba el Atlántico, aunque ya se pareciese más a un charco que a un océano. ¿Cuál era el problema? Lo entendí cuando empecé a caminar por la tierra que no hace tanto tiempo cubría el mar. No daba crédito a lo que veían mis ojos: cientos, y cientos de cadáveres desperdigados, la mayoría esqueletos, y trozos de madera podrida que en algún momento pertenecieron a alguna embarcación. ¿Cómo se levanta acta de esto?

    | Agosto 2024
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 12

  • VOLVER A EMPEZAR

    Estamos llegando a un punto de no retorno, Señoría. El comportamiento de mi defendida, que el Fiscal define como escandaloso, no es más que la consecuencia de su ansía por recuperar la vida de antes, cuando los pactos se cerraban con un apretón de manos, no con documentos firmados electrónicamente. Formular repetidamente su deseo de pasear por los campos de lavanda, rozar las flores con las yemas de los dedos y que su aroma se quede impregnado en ellas no sirvió de nada y perdió la paciencia. Porque proyectar bucólicas imágenes en las paredes y poner una cinta con el sonido del agua y el trino de los pájaros no es lo mismo. Tampoco la brisa fabricada con ventiladores, por muy de última generación que sean. Por eso rompió la ventana a martillazos y escapó de...
    —Un momento, el juez no está conectado; olvidamos enchufarlo. Tendremos que volver a empezar.

    | Septiembre 2023
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 1

  • ESA GENTE

    —Tienes que ayudar a su familia, papá. No pueden pagar un abogado y la muerte de su hijo no debe quedar impune. ¿Y si hubiera sido yo?
    —Tú nunca cometerías la estupidez de ir a la concentración del Día del Orgullo Gay, ¿para qué ibas a mezclarte con esa gente?; ellos se lo buscan. Además… —Me muerdo la lengua mientras espero mi turno de réplica y trato de no escuchar las barbaridades que escupe a continuación. Lo conozco bien, es fundamental no cabrearlo: sería capaz de todo.
    —Este caso daría publicidad a tu bufete, cariño; saldrías en televisión y en las portadas de los periódicos más importantes —Interviene mi madre con un hilo de voz y los ojos posados en el suelo. Ella, siempre callada y sumisa para evitar sus constantes atropellos de malhumor, es la única que sospecha por qué no dejo de llorar desde que mataron a Carlos.

    | Julio 2023
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 12

  • EL CUENTO DE NUNCA ACABAR

    El abogado intenta hacerme entrar en razón; el pobre hombre está cansado de este litigio y apenas queda tiempo para cerrar el acuerdo. Pero no hay razón que valga. Ellas siempre se han mofado de mis paseos por el bosque, las muy ladinas. Porque de afables, nada: tienen muy engañada a la gente con sus naricitas perfectas, sus ojos almendrados y sus delicados rizos cubriéndoles la espalda. Cuando el lobo feroz y yo nos registramos como pareja de hecho, sus difamaciones traspasaron los límites de la decencia. Nunca han agradecido que hagamos su trabajo mientras se van de vacaciones para que ningún niño se quede sin cuento de buenas noches. Y resulta que ahora, de repente, les encanta mi caperuza roja y ellas y sus aburridos príncipes azules quieren pactar con nosotros. Cualquier cosa con tal de ganar las próximas elecciones. Pues no. Que se apañen con los tres cerditos.

    | Junio 2023
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 8

  • MÁS ALLÁ

    Estamos viendo un programa donde salen muchas mujeres; están en la calle, gritan muy alto y llevan pancartas, lazos y pañuelos. «Reivindican poder conciliar la vida laboral con su trabajo», me explica mi hermana. Me dice también que en esos países existen mujeres abogadas que defienden a otras mujeres y que incluso pueden legislar, que es algo así como hacer leyes justas para todos. Yo no me lo creo, aunque sería bonito, pienso. En cuanto oímos que papá llega a casa, escondemos rápidamente el móvil. Ni siquiera nos pregunta qué tal estamos. Se enteró de que íbamos a clase porque echaron un gas en la escuela y enfermamos. Nos ha castigado, aunque la peor parte se la ha llevado mamá: menuda brecha le hizo esta vez. Estoy deseando que vuelva del hospital. Le voy a regalar un pañuelo violeta de esos. Seguro que estará muy guapa con él.

    | Marzo 2023
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 6

  • LAZOS DE SANGRE

    Nuestra boda era como todas: los novios, un juez, invitados, el convite. Nada especial que destacar. Ni siquiera teníamos una cláusula prematrimonial de esas de “lo tuyo es tuyo y lo mío, de los dos”. Quizá porque, a parte del amor, solo disponemos de un pequeño apartamento en alquiler que precisa de una reforma urgente. Pero algunos no pensaron lo mismo y, antes de finalizar la fiesta, entraron con palos y piedras y, al grito de “maricones de mierda”, en cuestión de segundos convirtieron la pista de baile en una batalla campal. Una barbarie inexplicable. Pegaban con más odio que fuerza, eso fue lo que nos salvó. Todavía hoy tenemos el cuerpo magullado, aunque lo más doloroso fue ver a mi hermano enarbolando el palo más grande y escupiéndome terebrantes adjetivos descalificativos. Está detenido a la espera de juicio. Ignora que soy yo el que paga su abogado defensor.

    | Octubre 2022
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 11

  • CUERPOS, MENTES Y PRONOMBRES PERSONALES

    Siempre he sido un juez implacable y distante. Y cruel. Extremadamente cruel. Incluso antes de desperezarme y poner un pie en el suelo ya estaba maquinando cómo programar los castigos del día, por adelantado, porque los iba a necesitar, seguro; tan seguro como que hay olas en el mar aunque esté en calma y no se vean. Resultaba agotador. Y traumático. Mi familia tampoco ayudaba mucho: orgullosa de mi forma de actuar, aplaudía mis sentencias, por injustas que fuesen, y me alentaba a continuar así, utilizando el artículo masculino en cualquier circunstancia a pesar de que era más que manifiesto el error. Hasta que un día, desesperado, decidí al fin cambiar el rol de juez por el de abogada defensora y, con pruebas concluyentes, voy aceptando que yo soy ella, no él, y he empezado a quererme más. Y a sonreír con todo mi cuerpo.

    | Agosto 2022
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 16

  • GÉNESIS JUDICIAL

    El panel de expertos discute acaloradamente. Hablan muy bajo. Mi mujer dice que es por temor a que podamos enterarnos de lo que dicen. Yo creo que es cuestión de educación, pero es nuestro aniversario y no quiero discutir con ella. Hoy no. Después de lo que parece una eternidad, quizá dos, dan por finalizada la sesión y, solemnes, se ponen en pie. Toma la palabra el elefante, su excelente memoria le precede: “Tras analizar en detalle las pruebas presentadas, —levanta la trompa para enfatizar sus palabras—, los aquí reunidos no encontramos base alguna para acusar a la detenida de los cargos imputados. Decidimos, pues, el sobreseimiento del caso”. La serpiente se marcha aliviada agitando alegremente el cascabel. ¡Pero fue ella!, grita mi mujer. Todos los animales se dispersan sin siquiera mirarnos. Vamos, le digo mientras le tiendo una manzana para animarla, inventaremos el fuego y lo arrasaremos todo.

    | Junio 2022
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 47

  • EMPEZAR A VIVIR

    El pronunciamiento del juez fue claro: debía abandonar mi casa. Se la había donado a mis hijos para evitarles trámites burocráticos y decidieron venderla conmigo dentro. ¡A quién se le ocurre, doña Paca!, me dijo al terminar el juicio. Nos conocíamos del barrio. Yo regentaba un quiosco y le había fiado muchos chicles de fresa ácida cuando no era más que un crío escuchimizado de rodillas puntiagudas. Él me ayudó a inscribir telemáticamente mi solicitud para entrar en este asilo. Me atrajo que estuviera junto a un desguace, siempre me han gustado las metáforas. Y acerté. Al principio mi estado de ánimo era lluvioso, no voy a mentir, tenía el corazón empapado de tanto llorar para dentro. Pero luego llegó Encarna. Cada tarde me regala una flor que, cuando nadie mira, arranca del jardín. Hemos decidido empezar a vivir juntas. En una habitación doble donde no se pone el sol.

    | Mayo 2022
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 30

  • INEXPLICABLE

    A mamá le dieron una conciliación. Nos explicó que eso servía para poder ir más tarde al trabajo, cuidar mejor del hermanito que vive en el interior de su barriga y estar más tiempo juntos. Mi mamá es abogada y defiende a los buenos.
    —¿Y si les hacen una condena cuando no estés? —preguntó Iryna, mi gemela.
    —Eso no pasará –sonrió–, papá estará en el despacho para defenderlos igual de bien que yo.
    Nos quedamos tranquilas. Y felices. Pero de repente es todo muy raro. Papá ya no viene a casa. Que tiene que defender a mucha gente, dice mamá. Nosotras no vamos al colegio ni salimos al parque. Se oyen sirenas y mucho ruido todo el rato, también por la noche, y así no podemos dormir en paz. Y encima ahora tenemos que irnos a vivir a otro sitio. Rápidamente. No me gusta nada esto de la conciliación.

    | Marzo 2022
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 31

  • TEMPUS FUGIT

    Son relojes antiguos, Señoría, entiéndalo. Que se atrasan en las horas punta, pues claro, por el esfuerzo de la escalada, pero luego recuperan los minutos perdidos al dar las horas valle. No los culpe. Si pudiera detenerse unos segundos para empatizar con ellos se daría cuenta de su sufrimiento ahora que internet marca el tempo de nuestras vidas; no es fácil aguantar este ritmo frenético, agotador e impredecible con la única ayuda de sus manecillas. Necesitan tiempo para adaptarse.
    Ante esta impecable metáfora, nadie esperaba el fallo desestimatorio del juez, todavía imberbe y algo desgarbado, que con sus ágiles dedos lo anotaba todo en una tablet de última generación.
    El abogado mira con lástima a su abuelo. Tendrá que seguir acompañándole a sacar dinero del cajero para evitar que el banco le cobre una comisión abusiva cada vez que lo hace en ventanilla.

    | Febrero 2022
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 22

  • PASAR A MEJOR VIDA. O NO

    Me disponía a regar mi árbol del paraíso con agua recién exprimida de una nube cuando los pájaros dieron la voz de alarma. Lo dejé todo y salí volando. Tanta prisa llevaba que a punto estuvo de atropellarme un avión. Tardé unos segundos en recomponerme del susto y casi no llego a tiempo de ver cómo centenares de almas en pena saltaban la valla y conseguían entrar. Presentaban heridas de diversa índole y consideración, jadeaban por el esfuerzo y apenas podían sostenerse en pie. Pero en cuanto San Pedro cogió las llaves que colgaban de su cinturón y abrió las puertas para devolverlas, comenzaron a implorar piedad con fuerzas renovadas. Habían cometido un delito de allanamiento, según el marco legal vigente en el cielo desde hacía una eternidad.
    —Eh, alto ahí —grité—, soy abogada.
    Y aquí estoy, con el argumentario preparado, esperando que llegue el día del juicio final.

    | Enero 2022
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 29

  • PERDER EL JUICIO

    Estaba a un paso de conseguir la fama cuando, en el penúltimo capítulo, el protagonista de mi novela prefirió preservar su intimidad y se largó a un molino de la España vaciada en busca de la tranquilidad que yo no le daba con mis disparatadas ideas, dijo. Retoqué entonces a un personaje secundario para sustituirlo, pero por más que intentaba disimularla, su panza era visible incluso escribiéndola con letra minúscula. Para colmo, la coprotagonista de la obra se negó a ser su Dulcinea, y eso que intenté sobornarla con suntuosos tejidos y brocados. Nada, que de simple campesina no pasaba, me advirtió.
    Seguí adelante de todos modos aun a riesgo de que el editor se percatase. Y se percató. Me ha denunciado por incumplimiento de guion. Mi abogado dice que, aunque lo tengo complicado, se va a partir el lomo para defenderme. ¡Es todo un personaje el Licenciado Vidriera este!

    | Octubre 2021
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 34

  • ÚLTIMA HORA

    «El futuro ha muerto». Es la noticia del día. Nuestro compromiso de cambio para promover su conservación no ha sido suficiente, olvidamos pasar a la acción, explican los eruditos. ¡Qué fastidio! Para no anquilosarme, camino hacia el pasado. Me encuentro con mi padre en el hospital. Aprovecho para despedirme de él. Regreso a mi piso de estudiante. Apoltronados en una estantería verde duermen mis libros de Derecho. Vuelvo a clase, mejoro las notas de los exámenes. Se me empiezan a caer los pantalones, los puños de la camisa cubren mis manos. Sin tiempo que perder, reciclo la basura, evito tirar plásticos al río, planto los árboles recién arrancados, voy al colegio andando, apago luces, cierro grifos y juro que seré abogado otra vez para defender lo importante. Extenuado, me pongo de puntillas y miro por la ventana. A lo lejos, una tenue línea del horizonte se deja ver de nuevo.

    | Septiembre 2021
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 33

  • FUTURO NEGRO

    Tal y como están las cosas, pensé que era mi responsabilidad como abogado tomar cartas en el asunto, y de manera urgente además. Le esgrimí primero el argumento de que había que fortalecer su seguridad. Ni se inmutó. Pasé entonces a explicarle que ante la diversidad de colores existentes en el panorama político y social: rojo, azul, morado, verde, naranja,… con esa pinta era un blanco fácil. «Hasta arcoíris hay», terminé exhausto y con tono de súplica mi larga exposición en un último intento de hacerla reaccionar mientras, al gesticular, la brocha mojada en pintura rosa fosforito que sostenía en mi mano me salpicó el traje. Y lo conseguí. Posó la balanza sobre la mesa, se atusó la melena y, ajustándose la venda de los ojos, me miró y respondió solemne que no, que Ella ha sido, es y será siempre transparente. Ahora me encargo del mantenimiento de los juzgados.

    | Agosto 2021
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 47

  • EL CUENTO DE NUNCA ACABAR

    En el turno de oficio vemos de todo. Hace poco tuve que asistir a un amigo de la infancia que en absoluto parecía un beneficiario vulnerable por lo que muchos compañeros rechazaron su defensa. Le acusaban de robar, matar y descuartizar ovejas. Los vecinos, primero aterrorizados por el sangriento espectáculo y furibundos e impotentes después, le señalaron a él como único culpable. El pobre siempre tuvo mala fama en el pueblo, todos se apartaban a su paso. Tan solo mi hermana y yo jugábamos con él a escondidas. Tuve que emplearme a fondo. Cambié la orientación de las investigaciones llevadas a cabo en busca de nuevas pruebas hasta que lo conseguí. No había lugar a dudas: era Caperucita Roja la culpable, no el lobo feroz. Al fin quedó libre. Agradecido me invitó a su enlace con un bellísimo cordero. Y son tan felices que ahora solicitan mis servicios las perdices.

    | Julio 2021
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 22

  • MAL INVENTO

    Fue al ver los desechos de la industria que hay cerca de casa. Me quedé mirándolos embobado y ya no pude pensar en otra cosa. Sería algo nuevo, lo nunca visto, y Ella se fijaría al fin en mí. La adaptación fue harto laboriosa y tuve que robarle horas al sueño e invertir hasta el último centavo de mis escasos ahorros de pasante, pero lo conseguí. Había creado el primer juez cibernético de la historia.
    Hoy se estrena en el juzgado con un caso de producción fraudulenta de billetes de 300 €. Va todo sobre ruedas. Se muestra firme, no le tiembla ni un cable, y su velocidad de respuesta supera con creces los 4 GHZ. Sin embargo, observo con preocupación que los ojos le hacen chiribitas cada vez que Ella toma la palabra en la sala. En cuanto llegue a casa le voy a apretar unos cuantos tornillos.

    | Mayo 2021
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 10

  • PENA DE MUERTE

    Como es natural, me declaré inocente, pero la parte contraria alegó que las pruebas obraban en mi contra y me condenaron sin que mi abogado, un tipo abstruso al que contraté por ser el más asequible, hiciera nada por evitarlo. Puso mucho empeño, eso sí, en convencerme de que la mejor alternativa en estos casos perdidos era sin duda la silla eléctrica. Y tenía razón. Horas antes de mi ejecución hubo un corte en el suministro de luz porque se llevaron los cables de cobre del tendido y tuvieron que posponerla. La vez siguiente saltaron los plomos al accionar la palanca; luego que si al renovar la potencia resultó insuficiente; que si un rayo cayó en el generador. El caso es que años después no han logrado acabar conmigo y hay quien empieza a creer que igual las energías renovables somos lo que el mundo necesita para mantenerse con vida.

    | Abril 2021
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 25

  • EN PRIMERÍSIMA LÍNEA DE PLAYA

    Urbano insiste en que él es un empresario comprometido con el Medio Ambiente, que estudió con precisión todas las variables —grado de humedad, inclinación del terreno, fuerza del aire, índice de erosión, nivel de salinidad— antes de construir los bloques de apartamentos, y se preocupó además de elegir un material resiliente que se integrara a la perfección con el entorno. Después de tan arduo esfuerzo, Señoría, no es justo que llegue ella, se meta en una vivienda y la llene de peces, algas y corales como si tal cosa.
    La acusada se defiende con voz trémula. Que ella pasaba por allí, dice, que la puerta estaba abierta, entró sin darse cuenta y ya no supo salir. Las lágrimas no la dejan continuar. La jueza la mira atónita. Nunca antes había visto semejante rostro. El jurado no da crédito. Es la primera vez que se sienta en el estrado una sirena.

    | Marzo 2021
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 57

  • SECUELAS

    Ya no sabían ni a quién proteger. El crecimiento de los ingresos un día tras otro había acabado con todos los recursos del hospital. El suministro de medicamentos hacía mucho tiempo que se había suspendido. Los enfermos se agolpaban en los pasillos y los muertos, en despachos, laboratorios y salas de espera después de que en los sótanos y aparcamientos no cupiera ni un alma más. Y cuando pensábamos que lo habíamos visto todo, llegó el hambre bien pertrechada de miseria y frustración y se coló en nuestros hogares sin encontrar la más mínima resistencia. La gente clamaba justicia, pero los abogados estaban exhaustos y no daban abasto. Las demandas se amontonaban unas sobre otras enardecidas, impacientes, coléricas. Estábamos todos tan ocupados con nuestros problemas, con nuestras cuitas, que nadie se dio cuenta de que apenas quedaban árboles para hacer ataúdes.

    | Febrero 2021
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 18

  • SÍNTOMAS

    Cuando los vi entrar supuse que esa sería mi gran oportunidad: una demanda colectiva siempre tiene mayor repercusión mediática y económica, recuerdo que pensé emocionado. Les pedí que guardasen la calma y la distancia de seguridad, cosa harto complicada en un despacho tan pequeño. Fue una mujer la primera en tomar la palabra; carraspeó dos veces antes de empezar a hablar y todos guardaron silencio. «Prometieron que con la vacuna se iban a erradicar los contagios», balbució antes de que se le quebrase la voz. Los demás alzaron entonces la suya. Todavía oigo sus quejas, argumentaciones, protestas, lamentos y hasta alguna palabra malsonante al oír mi valoración del asunto, demasiado global y repleta de datos estadísticos y cifras que, ahora lo sé, carecían de valor para su defensa.
    Desde que me he contagiado comprendo perfectamente cómo se sentían. Es verdad, los síntomas de la pobreza apenas te dejan respirar.

    | Enero 2021
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 38

  • PRIMERA LÍNEA

    Lo primero que me preguntan en la entrevista es mi edad. Me extraña, es ilegal, todo el mundo lo sabe, así que respondo con mi mejor tono de autosuficiencia que, a pesar de mi juventud, estoy sobradamente capacitado para el trabajo. Pasamos entonces a hablar de la importancia de implantar los servicios necesarios para proteger la salud, y de amparar los derechos, pero también de cumplir con las obligaciones al respecto, y más en estos tiempos adversos, y de que mi parte será esencial e imprescindible. «Y no libre de riesgos», advierte el de pelo cano con la preocupación retratada en los ojos.
    Acepto sin pensarlo. Al día siguiente, antes de que ellos lleguen al bufete, ya estoy allí, dispuesto a vigilar cada recoveco por minúsculo que sea, pertrechado con desinfectante, trapos y una fregona empapada en lejía para impedir el acceso del maldito virus y defenderlos.

    | Octubre 2020
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 10

  • MADRE

    Hoy le nota más cansado, con esas ojeras pronunciadas que le afean la mirada. Aunque dicen que la tele hace mayor y engorda, intenta consolarse. Habla otra vez de la necesidad de aumentar el apoyo internacional, de fortalecer alianzas, de promover el desarrollo de tecnologías ecológicamente racionales y cooperar con los países que no llegan. Se lo sabe de memoria ya. No se pierde ninguna de sus intervenciones.
    En la residencia todo el mundo la conoce como la madre del famoso «abogado del Planeta». Algunas hasta la miran con envidia mientras murmuran quisquillosas que no lo logrará.
    Ella trató de educarle en valores como el respeto, la solidaridad y la lealtad y se deslomó para pagarle los estudios. Se siente muy orgullosa de él, sin embargo, a veces le gustaría que viniese a verla, un ratito solo. Al menos en Navidad. Luego se arrepiente de esos pensamientos egoístas. Y llora.

    | Agosto 2020
     Finalista
     Votos recibidos por la Comunidad: 27

  • LA NUEVA SOSTENIBILIDAD

    Que nuestro mundo ha cambiado a causa de la pandemia es indiscutible. Yo, por ejemplo, ya no trabajo en el despacho. Para facilitar el acceso de la gente necesitada a la Justicia, me acerco todos los días al lugar donde hacen cola durante horas para recibir algo de comida que les reconforte el ánimo y el estómago y, a través de la incómoda mascarilla, les asesoro de forma eficaz sobre su ERTE, los despidos improcedentes e incluso los impuestos de sucesiones que ahora no pueden pagar después de no haber podido despedirse tampoco. Por supuesto, guardando en todo momento la distancia de seguridad. Luego, ya en casa, lleno de agua dos vasos para brindar con mi marido por «la paz, la justicia y las instituciones sólidas», el objetivo por el que siempre hemos trabajado, mientras él dispone sobre la mesa el menú que acaban de entregarle en la cola.

    | Julio 2020
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 30

  • DE CRISTALES Y OTRAS CONTRADICCIONES

    Nunca imaginé que mi empleo como abogada consistiría en promover el lenguaje inclusivo en el bufete que me contrató por un salario muy inferior al mínimo interprofesional. Superviso que informes, autos y sentencias redactados por mis colegas incluyan a «todos y todas». Y así todos y todas hemos conseguido entrar a formar parte del afamado club de «Empresari@s por la igualdad», que entrevisten a mi jefe en televisión y un crecimiento de clientes exponencialmente productivo.
    Como recompensa yo recibo palmaditas en la espalda y palabras de agradecimiento casi a diario. Y un diccionario enciclopédico en cada cumpleaños que no dudo en cargar hasta la azotea y lanzar con fuerza contra el techo de cristal del despacho, a ver si se rompe de una vez. La señora de la limpieza refunfuña mientras recoge los tomos descuajeringados, aunque cuando cree que nadie la ve, golpea enérgicamente el cristal con la fregona.

    | Febrero 2020
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 39

  • LA LEY DE LA SELVA

    Sí, ya sé que en el turno de oficio podemos encontrar una amplia diversidad de clientes, pero jamás imaginé que me toparía con él.
    —Vosotros no proteger los bosques —lanza como saludo nada más verme entrar. Me quedo paralizado en la puerta, con la boca abierta y los ojos como platos—. Degradación tierra culpa de hombre blanco —agrega poniéndose en pie. Me saca más de una cabeza—. Mucho desierto —y enfatiza con las manos las palabras de su limitado vocabulario—, ecosistema no sostenible, tribus hambre, animales morir… —en ese momento su voz se quiebra y comienza a sollozar sin consuelo.
    Saco el pañuelo bordado con mis iniciales y me enjugo yo también las lágrimas.
    —Tranquilo —trato de animarle—, litigaremos, lograremos parar la tala, recuperaremos los magníficos escenarios naturales de tus películas.
    Aunque a quién quiero engañar, sin Chita ya nada volverá a ser lo mismo.

    | Enero 2020
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 72

  • SÁLVESE QUIEN PUEDA

    —No se levante, Señoría, que volcamos.
    —¿Os habéis fijado? Hay residuos por todas partes, ¡qué asco!
    —Estamos como sardinas en lata, ¿de quién fue la idea de traerse también al jurado?
    —Si al menos el clima fuera propicio… Esta lluvia cala hasta la médula.
    —¿Seguro que esta patera es sostenible? Mira que pesamos mucho, ¿eh?
    —Tengo frío, ¿alguien sabe qué hacemos aquí?
    —¡Se callen, coño, que aquí no hay quien duerma!
    —Alguien dijo algo de empatizar.
    —Me cago en el abogado defensor y en sus grandilocuentes ideas de justicia para todos.
    —No saques el pie, inconsciente, que puede haber alguna bolsa de Mercadona merodeando.
    —¿Empatizar no era ponerse en el lugar del otro?
    —El truco para relajarse es respirar lentamente, ommm.
    —Pues venga, te cambio el sitio y nos vamos a casa ya.
    —¡¡Quietos!!
    —Joder con los experimentos.
    —¡Eh, que nos estamos hundiendo!
    —Socorrooo
    —¡¡¡Ayuda!!!
    —¡¿Hay alguien ahí?!
    —¡!

    | Octubre 2019
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 14

  • BEST SELLER

    En el primer capítulo Ella aparece sentada en la cocina, con gesto amable, garabateando deprisa sobre un trozo de papel manchado de harina mientras un sabroso guiso borbotea en el fuego. Él la sorprende al final del segundo capítulo. Le parte primero una ceja, después todas sus historias, las que Ella escribía en secreto y las que el destino había escrito para Ella. A partir de ese párrafo las lágrimas diluyen la tinta y el argumento es ininteligible. Hasta que, a través de un margen roto por la fuerza del oscuro líquido, consigue colarse el abogado del editor para gestionar el sinsentido de esta ficción narrativa que parece sacada de la realidad. Con la ley en la mano a Él lo envían a sacar brillo a los artículos del código penal. Y Ella recupera de nuevo el protagonismo de unas páginas en blanco que aún está a tiempo de escribir.

    | Septiembre 2019
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 9

  • REINVOLUCIÓN INDUSTRIAL, TECNOLÓGICA Y LEGAL 6.0

    Tras el balance anual de cuentas, los números no cuadraban ni triangulándolos por lo que, para reducir gastos, los socios decidieron prescindir de mis servicios sin debatir siquiera. Justificaron tamaña injusticia aduciendo haberme pillado tonteando con el teclado del de Penal. Por un momento pensé que se les había cruzado algún cable o que algún virus agresivo les confundía, pero me duró la esperanza lo que tardó en imprimirse mi despido. De nada había servido estudiar tanto obviando cualquier síntoma de fatiga y graduarme en la primera promoción de androides abogados gracias al empuje y la donación de mi excéntrico mentor, el cual, se rumoreaba, había perdido un tornillo al injertarse demasiados terabytes de inteligencia artificial. Inocente de mí llegué a pensar que las cosas podrían cambiar, pero esto del avance de la ciencia es pura ficción: digan lo que digan me echaron por ser una simple robot de cocina.

    | Agosto 2019
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 25

  • POBRE FAMILIA RICA

    Entra en mi despacho con un llamativo vestido, sandalias de tacón y un cartel enrollado en sus manos de dedos kilométricos que extiende muy lentamente sobre el escritorio mientras aguanta las ganas de llorar. En él, puedo leer, se ofrece una cuantiosa recompensa por el rescate de un joven desaparecido meses atrás cuya foto no le hace justicia. Aun así no cuesta reconocerlo debajo del maquillaje de la mujer que tengo delante. Hay por delante un arduo trabajo, días muy largos y noches en vela, pero al final, ante las pruebas presentadas, el juez solo puede decretar que mi cliente tiene razón. Después del fallo, la familia se resigna a dejar de buscarlo. A cambio, lo desheredan inmediatamente. Y a mí también. Nunca me han perdonado que siempre la haya defendido.

    | Junio 2019
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 10

  • ILETRADO (2ª parte)

    El Congreso ha sido un éxito. He puesto en práctica todo lo aprendido allí y tanto mi despacho como yo hemos sufrido una auténtica transformación. Menudo desafío conjugar Derecho y Tecnología: navegar con la toga por la red sin mancharla, hacer copias de seguridad en una nube que ni tiene lluvia ni parece de algodón y traer el futuro hasta hoy sin hacerle «spam» al mañana, casi nada. Pero lo he conseguido y ahora yo soy mucho más eficiente, mi despacho con tanta lucecita parece una nave espacial y mis clientes alunizan. La que sigue sin hacerme demasiado caso es mi mujer, y eso que me he hecho un injerto de inteligencia artificial y ahora parezco más alto y apolíneo. Está claro que el progreso tampoco es la panacea.

    | Abril 2019
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 8

  • ILETRADO

    Desde que me apunté al XII Congreso de la Abogacía Transformadora, me siento una persona nueva, como sin estrenar. Lo malo es que con eso de que ahora soy futuro y ayer fui presente, no sé dónde diantres he dejado mi pasado, con lo lleno de recuerdos que lo tenía. Me he acercado a la Feria Tecnológica a preguntar y me han dicho que si hubiera abierto antes las puertas de mi despacho a la innovación podría haber hecho una copia de seguridad, pero de nada sirve ya lamentarse y muy amablemente me están buscando una solución eficiente y productiva. Mientras la encuentran, voy a tomarme una píldora de 45 minutos de estas que reparten por aquí porque tanta evolución empieza a levantarme dolor de cabeza. Con el tal Networking si eso hablaré mañana, a ver si la fama es merecida y consigue que afiance la relación con mi mujer.

    | Marzo 2019
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 11

  • VIÑETAS, PUÑETAS Y DESAHUCIOS

    La escalofriante noticia apareció en la portada del Chafardero Indomable: «Un rey sin camello llegado de Oriente con la bolsa repleta de oro compra el edificio de la Rue del Percebe, 13». El muy regio pretendía echarlo abajo alegando que era vetusto y albergaba arañas y otras alimañas en las entrañas. En su lugar levantaría apartamentos de lujo con «sensitive cool after shave» de serie en los aseos; vamos, la loción de toda la vida, pensé, y en eso sonó el teléfono. Era Rompetechos para, con mucha vista, ofrecerme el caso. Acepté encantada. Se lo debía a todos los vecinos por lo que me habían hecho disfrutar con sus tropelías, las mismas que me empujaron a ejercer la abogacía. Ganar resultó fácil al contar también con la ayuda de la T.I.A. Aunque cuando lo único que puedes contar es la mísera pensión de la abuela, difícilmente te salen las rimas.

    | Enero 2019
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 24

  • METAFÓRICAMENTE LITERAL

    En el Colegio de Abogados montamos un equipo de fútbol, y entre partidos, entrenamientos y reuniones tácticas en el bar, los días pasaban deliciosamente. Hasta que mi mujer me denunció por deslealtad. Fue una vista rápida. Solo me dio tiempo a declarar que no había intención de engaño en mi actitud, únicamente amor al deporte, a nadie más, por lo que el juez, compañero a fin de cuentas, me impuso una condena leve, o eso pensaba yo, y me fui tan feliz. Sin embargo, jugar esa tarde fue horroroso, y eso que los compañeros me perdonaron que fallase varias ocasiones claras de gol. Además, siguiendo los consejos del portero, experto en derecho de familia, había echado crema y mojado con agua los tacones de mi mujer para que se ajustasen mejor a mis pies grandes, pero ni por esas. Ponerme en sus zapatos está resultando ser una auténtica tortura.

    | Julio 2018
     Finalista
     Votos recibidos por la Comunidad: 18

  • ABOGADO CUENTISTA

    El juez solo necesitará mirarte para sentenciar que el despido es procedente. ¡¿Pero a quién se le ocurre depilarse, hacerse un tratamiento de ortodoncia y echarse crema hidratante con aroma de vainilla?! ¡Qué eres el lobo, por Dios! Además, enamorarte de la abuela de Caperucita no te va a ayudar. Ni tampoco haberles pedido a los tres cerditos que sean tus damas de honor. Mira, no voy a engañarte, ahora mismo sería más fácil que yo consiguiera resolver un logaritmo de esos que tienden a infinito que encontrar algún argumento en el que sustentar tu defensa. Me temo, amigo, que a partir de ahora vas a tener que estar pendiente de que no se te pase la fecha de renovación de la tarjeta del paro. Y yo contigo como en el próximo juicio no consiga convencer al jurado de que a la Bella Durmiente la drogaron.

    | Mayo 2018
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 14

  • SOLTEROS Y ENTEROS

    A pesar de los años seguimos pareciéndonos como dos gotas de agua. Él algo más delgado y con las ojeras más pronunciadas, probablemente por su ligera afición a los productos destilados tonificadores del ánimo. Y es que caminar separados no resulta fácil para ninguno de los dos después de haber compartido la intimidad del vientre materno. Las divergencias comenzaron cuando ambos empezamos a competir por la misma mujer y ambos consideramos un acto de traición imperdonable lo que hacía el otro para conseguir sus favores. Hoy hemos vuelto a coincidir en la Sala. Él está muy elegante vestido de fiscal, aunque ha vuelto a pasarse con la colonia. Yo dejo caer con fuerza el expediente sobre la mesa para marcar mi territorio de abogado defensor. Es una pena, pero a estas alturas todavía no hemos aprendido que la Dama de la Justicia no se casa con nadie.

    | Abril 2018
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 12

  • CONCURSO DE MÉRITOS

    Como niños entusiasmados que esperan impacientes su turno para montarse en el columpio. Así estamos nosotros cada vez que se acerca el momento de arrancarle otra hoja al calendario. Y antes de que caiga al suelo nos ponemos a discurrir con un ritmo salvaje, apasionado, trepidante. «¿Y si esta vez…?», pensamos sin atrevernos siquiera a terminar la frase. Después esperamos y desesperamos mientras nos encomendamos a la Diosa Fortuna o a la Divina Providencia, y siempre hay algún «espabilao» que le encarga los rezos directamente al vicario, que tiene línea directa, para que se obre el milagro. Sin embargo, a pesar de lo que pueda parecer, en ningún momento descuidamos la Justicia que tenemos en custodia, ¡eso nunca! Por encima de todo somos abogados. Pero que levante la mano el que en el baremo de sus éxitos personales no le gustaría que figurase también haber ganado este concurso.

    | Marzo 2018
     Participante

  • TODAVÍA

    Hace tiempo que trabajo como abogada de mujeres víctimas de violencia de género. Cada día observo sus cuerpos maltrechos y sus almas marchitas y trato de tenderles una mano firme, fuerte, perseverante, que les ayude a demoler esa pesada barrera, construida con las piedras que les lanzan y con las que tropiezan, tras la que se oculta la vista panorámica de su futuro. Desgraciadamente eso de que «Todos somos iguales» es todavía una falacia, y son demasiadas, también todavía, las que deciden dar a su pareja otra oportunidad. No me extraña. Sé bien que conciliar el miedo a la soledad con la necesidad de estar sola no es tarea fácil. Cuando vuelvo a casa, me desmaquillo ante al espejo y descubro lentamente la cicatriz que me parte la frente. Una marca, una señal luminosa que me recuerda cada día, desde hace tiempo, que sí se puede.

    | Octubre 2017
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 23

  • RECAPITULACIONES MATRIMONIALES

    Terminamos juntos la carrera antes de casarnos. Los niños llegaron rápido y ella se quedó en casa para criarlos. Entre biberones, visitas al médico y reuniones de padres, siempre encontraba tiempo para ayudarme con mis litigios. Tenía la habilidad de reparar en algún detalle que a mí se me escapaba y que resultaba imprescindible para la defensa de mis clientes. Pero últimamente estaba muy rara, así como melancólica, y yo la necesitaba concentrada, así que le pagué unas vacaciones en la costa. Ha vuelto con un llamativo bronceado, un guía turístico que habla cinco idiomas y una solicitud de careo debidamente cumplimentada para que aclaremos, dice, nuestras versiones discrepantes de los últimos veinte años.

    | Septiembre 2017
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 31

  • INTERCAMBIO CLIMÁTICO

    Aunque estamos en agosto, llevamos un par de meses soportando un temporal que empezó días antes de que aquel hombre apareciese en mi despacho con una nube sobre su cabeza y arrastrando un pesado neceser de Pedro del Hierro.
    —Necesito un abogado —espetó antes de sentarse. Y sin dejarme tiempo para reaccionar, se lanzó a hablar compulsiva y desordenadamente. Pero yo no le escuchaba. Atónito, miraba cómo la nube se evaporaba con el calor de la calefacción y comenzaba a llover. Él, sin inmutarse, continuaba explicando:
    —Tuvo que darme el cambiazo al apearnos en la estación, seguro. Este no es mi neceser. Está lleno de centellas, ventisca y granizo. Compruébelo. Y encima tiene el móvil apagado el muy... ¡Es injusto que sea yo el encausado por reventar las vacaciones a millones de turistas!
    No fue difícil demostrar la inocencia del verano, pero el maldito invierno sigue sin responder al teléfono.

    | Agosto 2017
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 12

  • DUDA RAZONABLE

    Mi esposa repite a menudo que defender a asesinos y malhechores es como caminar borracho sobre la linde borrosa que separa su lado de la cama del mío. Ella es así, metafórica de la cabeza a los pies, inteligente, minuciosa y la mejor ayudante que un abogado criminalista pueda tener. No escatima tiempo en investigar a cada nuevo cliente que llega hasta estar segura de que su historia es interesante, sin farsas, con elevadas posibilidades de ganar el juicio, y, además, de que el susodicho puede pagar nuestros honorarios. Trabajar con ella es estimulante, grato y productivo. O al menos lo era antes de que llegara el repeinado ese con licencia para matar y nombre de explosión de tebeo. Se citaron cuando el reloj de arena marcaba las 00:7 del lunes y no han vuelto todavía. No sé por qué, pero intuyo que este caso lo voy a perder.

    | Junio 2017
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 37

  • ALEGATO

    Acreditadas investigaciones demuestran que un alto porcentaje de jóvenes eligen sus estudios mediatizados por las series del momento. No es de extrañar, pues, la pandemia de médicos y abogados que abarrotan actualmente nuestras calles en busca de empleo. Pero lo suyo, lejos de ser vocacional, no es más que una mera mutación en el ADN producida por la repetida exposición a los rayos catódicos emitidos desde las entrañas del televisor. Esto es intolerable para el prestigio de una profesión como la nuestra que siempre se ha caracterizado por su afán de servicio a la sociedad.
    En aras de solventar estos problemas, y los que acarrearán las próximas generaciones, que, permítame la expresión, Señoría, pintan fatal, solicito darles un buen meneo a las cadenas y condenarlas a sustituir sus series, y muy especialmente las de vampiros, lobeznos y mutantes, por Verano azul y La casa de la pradera.

    | Mayo 2017
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 35

  • FALLO

    Mi cliente era un escritor acusado de maltratar a sus personajes. Me pareció un caso atractivo por su excentricidad en el que litigar adquiría una connotación como de folletín de ciencia ficción.
    Preparé un buen argumentario con frases fantásticas de sus cuentos y extractos correlativos de los interrogatorios que realicé, entre otros, al pirata Barbarrosa, a hadas, sirenitas y huérfanos que encontraban en América a sus mamás. Finalmente añadí las plumas y las huellas de las patas encontradas en las páginas como pruebas irrefutables de que eran ellas las que cambiaban las tramas que escribía mi cliente por otras tristes, tortuosas y lamentables mucho más acordes a sus intereses. Pero dio igual. El juez leyó el veredicto de culpabilidad y abandonó la sala con premura.
    Fui un mentecato al no darme cuenta de que, mientras las perdices volaran libremente sobre nuestras cabezas, esta historia no podría tener un final feliz.

    | Abril 2017
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 24

  • VOCACIÓN

    No olvido la pequeña furgoneta cargada de libros que martes y viernes aparcaba delante de la iglesia. La visitaba con tanta frecuencia que pronto me gané la confianza de Damián, el conductor, además de sus entusiastas recomendaciones literarias. Años después me marché a estudiar derecho y, cuando regresé, en el barrio había una biblioteca de ladrillo. No volví a verlo. Hasta esta mañana, en el despacho. Lo reconocí al instante. Sus manos arrugadas sostenían «El collar de la reina», el primer libro que me prestó. La noticia de un concurso de microrrelatos sobre abogados que gané le puso sobre mi pista. Hemos hablado de la vida, la suya y la mía. También de la que no está escrita todavía. Y de que poder redactar contratos y alegaciones, recursos e impugnaciones en mi trabajo es todo un privilegio. Tanto que a veces no sé bien si soy abogado o escritor.

    | Febrero 2017
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 8

  • HISTORIAS INFANTILES

    Fue el día que cumplí ocho años. Mi madre me regaló una carpeta y una copia de las llaves de casa. Cuando llegué del colegio la encontré tendida en el suelo. Cubierta tan solo con una pequeña toalla, quedaban a la vista sus numerosas cicatrices y los moratones más recientes. El incidente que desencadenó la brutal paliza fue un trozo de cáscara de nuez en la ensalada.
    –¡Quería que muriese atragantado, la muy puta! –vociferaba mi padre mientras la policía se lo llevaba esposado.
    –¡Seré juez! –grité entre lágrimas para que pudiera oírme–. ¡Y meteré en la cárcel a la gente como tú!

    Sobre los autos, sentencias y procesamientos que abarrotan la mesa de mi despacho reposa la carpeta que ella me regaló. Sus amarillentas tapas custodian las historias de otros niños que, como yo, tuvimos que aprender a caminar haciendo equilibrios entre la memoria y el olvido.

    | Agosto 2016
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 35

  • INOCENTE

    Ha llegado un niño nuevo al colegio. Apenas sabe leer, pero se le dan muy bien las divisiones llevando. Dice que antes vivía al otro lado del mar, en una casa con jardín, y que sus padres trabajaban en el campo. Hace mucho que no los ve, a lo mejor por eso parece tan triste. A veces, en clase, se le escapan palabras raras, como baobab, matoke o refugiado; entonces nos reímos y la maestra nos riñe. Ayer le conté que yo de mayor quiero ser futbolista. Él dijo que será abogado. Claro, es que no puede correr bien con esa cicatriz tan fea que tiene en la pierna; se la hizo jugando con una alambrada o algo parecido. Hoy me ha ayudado a hacer una división y yo le he enseñado a escribir horizonte con h. Dice la maestra que hacemos un buen equipo.

    | Junio 2016
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 10