XI Concurso de Microrrelatos sobre Abogados
Ganador del Mes
UN EMPLEADO FUERA DE LO NORMAL
Amparo Martínez AlonsoSolicitaron el abogado más eficiente, serio y objetivo del bufete. Pensé en el nuevo. Su fichaje, aunque costoso, había representado una verdadera transformación de nuestro modus operandi y un desafío del propio concepto de trabajo. Le transferí toda la información del caso. Registró datos, clasificó prioridades, analizó variables, comparó resultados… y, al cabo de media hora, se acercó a mi despacho con las conclusiones impresas. Con ademán lento me tomó del brazo. Era mucho más alto que yo (realmente era el más alto del bufete). Se inclinó y me susurró de forma mecánica y artificial: “Que sea la última vez que me introduces datos sin consultarme previamente”. Y continuó: “Como experto en Derecho Laboral, Mercantil, Procesal, Civil… y considerando mis habilidades en gestión, análisis y síntesis, mañana revisaré mis condiciones laborales”. Por eso, como responsable informático del bufete, llevo en vela toda la noche, estudiando una justificación "legal" para desconectarlo.
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El más votado por la comunidad
Realidad real
María Sergia Martín González- towandaMaynet, el programa informático diseñado para la transformación del Derecho, tomó conciencia de su realidad artificial el 9 de mayo de 2019. Su ponencia discurría de manera eficiente hasta que un ‘vahído’ ralentizó momentáneamente sus funciones. No fue el pitido avisando que quedaban escasos minutos de autonomía antes de la hibernación; ni que su creador, compañero durante años, subiera al estrado para colocarle una potente batería bajo el cinturón; ni que, tras las felicitaciones del público, este decidiera no acompañarla a la habitación… Ni siquiera aquellas caricias que Maynet esperaba recibir, pero que vio recalar en otras mujeres. A todo eso estaba acostumbrada. Fue al abrir el balcón de su suite cuando sintió su distancia. Fue al computar el desafío que supondría arrojarse desde una octava planta. Fue, precisamente, al descubrir unas gotas de algo oleoso desparramándose por sus mejillas... Fue entonces cuando comprendió por qué nunca había conseguido llorar.
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Relatos seleccionados
Al entrar en la sala de vistas presenté al compañero que me iba a sustituir en el juicio. Todos se quedaron bastante sorprendidos, pero la expresión del juez fue la que sufrió una mayor transformación. Estupefacto e incluso pálido preguntó quién era el desconocido. Le comenté que tenía amplios conocimientos de derecho, era muy hábil y rápido, además de enormemente eficiente. No le pareció suficiente, quería saber más. Cuando le expliqué que estaba dotado de inteligencia artificial no pareció entenderlo. Creo que se lo tomó a broma o como un desafío. Decidió suspender el juicio para estudiar minuciosamente si existía algún precepto en la ley procesal que permitiese a mi compañero asumir la defensa de aquel caso. A micrófono cerrado comentó que había visto muchas cosas raras a lo largo de su carrera, pero era la primera vez que veía a un robot con toga.
0 VotosDoña Carmen, fiscal muy eficiente, acababa de ver como los responsables de apalear a una vagabunda se habían ido de rositas por falta de pruebas. «¡Esto lo arreglo yo!», dijo para sus adentros la mujer de la limpieza, aceptando el desafío.
Salió a la calle y preguntó por una cabina telefónica al señor de la ONCE. «Tire derecho por esta calle, tuerza luego a la izquierda, y cuando llegue a una plaza con una fuente con amorcillo que mea pis artificial, pregunte». Demasiado lío para la transformación. Pidió al hombre que se echara a un lado y entró y salió del kiosco en un pispás. Subida a un banco, tomó impulso y voló con su capa morada ondeando al viento. Ni callejero, ni nada, con su súper visión localizaría a los malhechores y les daría un escarmiento, como a los acosadores de metro. Por algo la llamaban la feminista justiciera.0 VotosEn breve me jubilo, mi dilatada vida laboral llega a su fin. Echo la vista atrás y veo mis difíciles comienzos; trabajé con tesón, defendí a muchos clientes, pasé media vida en los juzgados...a golpes de fracasos fui fraguando los éxitos.
La adaptación a las nuevas tecnologías supuso, y aún hoy supone, un enorme desafío, una transformación radical en la forma de trabajar, la tradicional dejó de ser eficiente. El móvil se convirtió en nuestro "amigo" inseparable, y nosotros en abogados las 24 horas al día. Aunque el cuerpo nos pide a gritos un derecho de desconexión, tenemos miedo, la amenaza tiene nombre y apellido, se llama Inteligencia Artificial.
Había planeado todo para mi retiro, vivir en un pueblo, cultivar mi propio huerto...pero, no me quedo tranquilo, voy a prolongar un tiempo más mi actividad, quiero colaborar en la elaboración del Estatuto de los Trabajadores del siglo XXI.+1Aquel colega del Derecho desde el principio me pareció diferente al resto, no es que fuera muy eficiente, que no lo era, pero había algo en él, artificial, como si del resultado de una transformación no humana se tratase. Sus largas uñas, cierto tufo volcánico, que yo achaqué a su residencia en Lanzarote, y su caminar extraño con unos ridículos botines.
Siempre opuesto a la consideración del "in dubio pro reo" e inclinado a las sentencias condenatorias. Ello me llevó a plantearme el desafío de descubrir lo que ocultaba, que le hacía tan diferente y negativo.
Cierto día, coincidimos guardando nuestras togas, y pude observar que por detrás de la chaqueta colgaba lo que me pareció un cinturón largo en exceso; pero, horrorizado, descubrí que tenía multitud de largos pelos.Todo en aquel instante tomó sentido: aquel abogado tan diferente...era el mismísimo Abogado del Diablo.+4El ordenanza que le entregó la toga le deseó suerte después de preguntarle ¿tu primer juicio?
Se dirigió a la Sala de Vistas. Paseaba esperando a ser llamado. Pensaba que había estudiado derecho para ser abogado y cómo deseaba que llegase este día. También si no había sido prematuro aceptar el desafío de llevar este pleito. Desechó sus recelos, había trabajado duro y se sabía eficiente.
Quiso repetir mentalmente sus notas y no recordaba nada, sintió miedo de la trasformación que estaba viviendo. Se preguntó que hacía allí en tales condiciones, tenía deseos de desaparecer…
Entró en la Sala. Le pareció fría y su solemnidad artificial. Se sentó. Le temblaban las manos y las piernas.
Observó el gesto nervioso del cliente. Intentó sobreponerse. Reaccionó, supo para qué estaba allí, recordó todo y actuó con serenidad. Se sentía bien. Sólo el ordenanza había notado que era la primera vez…+1Es frustrante, a los ciento uno, cuando tu cerebro bulle, pero tu cuerpo te engaña. Cuando no queda nadie, pero las voces bailan borrosas a tu alrededor. Esperando la partida definitiva sin haber aprendido nunca a jugar. Quizás por eso acepté su proposición. Un cuerpo artificial. Una transformación totalmente eficiente. Mis neuronas, milagrosamente activas, en un nuevo contenedor. ¿El regreso a la inocencia? Dudé un instante, pero ya está hecho. Abro los ojos en la blanca habitación. Me levanto, mis nuevas piernas de titanio vacilantes como las de un potrillo. Tras la ventana, el mundo se agita en colores. El estruendo me hace volverme. Un joven celador de piel oscura acaba de crear el caos sobre el suelo impoluto. La enfermera le hace encogerse con varios insultos escogidos. Sonrío. ¿Sabrá a qué tiene derecho? Creo que, al final, no será la máquina lo que me mantenga vivo, sino otro desafío.
+1Todo pasó muy rápido. El horizonte dio lugar a un paisaje artificial. Trasformación brutal de todo lo que nos rodeaba. Estallidos. Luz cegadora. Gente corriendo. Espectáculo apocalíptico. Estoy intentando asimilar la catástrofe y ya hay un juicio rápido. No hay derecho, todavía estamos en shock.
Noto como mi abogado tira suavemente de mi brazo con la intención de llevarme a mi lugar en la macrosala. No recuerdo nada de nada, declarar será todo un desafío. No sé ni a quién se juzga. Ha debido ocurrir durante una celebración de fin de año o carnaval pues veo a mucha gente vestida de época. Mi abogado, tipo eficiente, me sienta a su lado. En la sala hay miles de personas, quizás cientos de miles.
–Ya empieza el juicio- dice mi abogado de aspecto angelical
–¿Qué juicio? – intento aclararme
– ¡El Juicio Final! – dice sonriendo mientras despliega sus alas.
+19Cuando me matriculé en Derecho todos mis amigos me decían, con tonito, “loca, antigua, anacrónica”. “¡Catetos!” les respondía yo. Eso sí, siempre con la coletilla “dicho con respeto y en estrictos términos de defensa”, la frase preferida de mi padre, de profesión abogado hasta en pijama.
Supongo que mis amigos pensarían que el Derecho era sólo estudiar leyes y leyes y la verdad es que yo, en parte, también lo pensaba. Por suerte, mi profesor de Historia del Derecho I cambió pronto mi erróneo pensamiento cuando en una de sus primeras clases definió el Derecho como “una ciencia en constante transformación capaz de dar siempre soluciones eficientes a cualquier desafío por muy artificial que sea”. Y qué razón llevaba Don Justo.
Quizás el Derecho no sirva para curar enfermedades pero, como también decía mi profesor, “sin él, el Mundo sería un caos”. (“Y sin abogados más” añadiría mi padre).
+2Parece mentira, han pasado ya 20 años desde que empezamos nuestra relación. Aún lo recuerdo, fue al terminar derecho. Sí, ya sé que nos conocíamos desde mucho antes, pero fue entonces cuando lo nuestro empezó en serio. Hubo cierta inquietud al principio, fue todo un desafío lanzarme a dar el paso. Debes reconocerme que siempre fui yo quien tuvo que tomar las decisiones y ahora toca decidir despedirnos. No me mires como si te cogiera por sorpresa, hace tiempo que sabes que esto sucedería. Necesito tener cierta inteligencia a mi lado, artificial sí lo admito, pero debo dejar el sentimentalismo a un lado. Mirar al futuro y buscar algo más eficiente para mí. Fuiste fundamental cuando empecé a ejercer y contaba con tu ayuda para plasmar lo que de mí requerían mis clientes, pero es hora de una transformación y sabes que será digital, mi querido folio en blanco.
+3El Decano se sentó a esperar contemplando la inmensa nave por el ventanal. En ella partían los pioneros que se enfrentarían al desafío del siglo: colonizar otro planeta. Un sofisticado algoritmo de inteligencia artificial había seleccionado especialistas de las ramas del conocimiento consideradas imprescindibles para la transformación del nuevo mundo en un nuevo hogar. Y el Derecho no estaba entre ellas.
Comenzó la cuenta atrás y contuvo el aliento. Sus sueños iban a despegar sin él.
No pasó del siete. Las pantallas anunciaron la suspensión del lanzamiento y un funcionario fue en su busca.
—No llevan ni doce horas ahí encerrados y ya hay dos que quieren divorciarse y otro hablando de horas extraordinarias —protestó el coordinador de la expedición—. Necesito una solución rápida y eficiente.
—Admítenos en la tripulación —sugirió.
Claudicó tras unos segundos eternos, tomó el micrófono y gritó:
—Abran las puertas. También van los abogados.
+9Les unió la pasión por el derecho y el desafío de compartir despacho y familia.
Él, con su labor eficiente y su flamante apellido en el rótulo.
Ella, a su sombra, luchando por hacerse visible en un mundo de hombres.
Asistiendo a la transformación social, redactando sumarios y cambiando pañales, mientras a la foto de su orla le salían canas.
Ayer, sin previo aviso, nos dijo adiós.
Al volver a casa, mi padre colocó su urna sobre la chimenea , y con un artificial sosiego, comentó que debía buscar cuanto antes una secretaria.
Después se fué a la cocina.
Paseó un buen rato, como un león enjaulado, y desde aquel
" Terreno hostil" preguntó:
- ¿ Sabes donde guarda tu madre las sartenes?.+8Tras graduarme en derecho, decidí viajar a Kenia como cooperante.
Todo un desafío para un chico urbanita de gustos refinados.
Bastaron unos cuantos días para experimentar una gran transformación interior.
Un nuevo modo de entender la ley se apoderó de mí, sin poder remediarlo.
La confesión de la falta, me parecía un gesto digno de absolución.
La culpabilidad del imputado se me antojaba menor, si mostraba arrepentimiento.
Y así, mis pretensiones de convertirme en un eficiente abogado se fueron debilitando, al punto de entender los actos delictivos como flaquezas humanas.
Al regresar, comprendí que la vida sofisticada y artificial ya no me interesaba. Incluso el regalo de graduación de mis padres dejó de tener sentido para mí.
Estaba decidido. Cogí el portátil e inserté el anuncio:
" Cambio toga sin estrenar por sotana en buen estado."+6«No les asiste el derecho, el suicidio excluye el seguro de vida», sentencié mirando a los clientes que desbordaban mi despacho. Sus rostros sufrieron una transformación ante el desencanto. Sin embargo insistieron en la demanda y acepté el desafío. Un mes atrás, el suicidio de Romeo y Julieta enlutó la ciudad. Desde tiempos inmemoriales sus familias, Montescos y Capuletos, se consideraban enemigos acérrimos, ahora por arte de magia se unían contra la aseguradora. Vivir para ver. El borrador de la demanda me resultaba artificial comparado con la pureza de los jóvenes fallecidos. Así que enfilé los cañones hacia el tercero que suministró la engañosa pócima: Fray Lorenzo. Con lástima lo culpé de ser la causa eficiente de la muerte. Espero que si alguien escribe la tragedia de Romeo y Julieta no aparezca mi nombre y ciertos detalles del proceso. Es demasiado bella para empañarla con escándalos y subterfugios legales.
+9La transformación de nuestros hábitos en los últimos años ha sido vertiginosa. Casi todas las tareas diarias son ejecutadas por entes con inteligencia artificial, mucho más eficientes que los humanos, y la tecnología se ha tornado imprescindible en nuestra vida. La grabación de un dron, por ejemplo, suple ahora las declaraciones de decenas de testigos; los Magistrados asisten a juicio por videoconferencia; se ha implantado el papel cero y Lexnet opera plenamente en los Juzgados. Ahorramos tiempo y energía, sí, pero creo sinceramente que hemos traspasado los límites.
Jamás he estudiado Derecho y, aquí estoy, redactando una demanda con los recuerdos de un abogado. Resulta inaceptable que el desafío científico de la clonación, tras consumarse con éxito, se desarrollara sin control alguno. Desde que el genoma humano pudo ser replicado por un ordenador, me tropiezo constantemente con mi imagen y, a veces, incluso litigo contra mí mismo. Reclamaré daños morales.+19Todo sucedió muy rápido, la súbita transformación de nuestro mundo nos pilló desprevenidos. Nadie vio las señales. El éxito nos cegó y quedamos embriagados por un sopor artificial que nos hizo creernos inmunes. Pero caímos al abismo. Los que quedamos, sólo sobrevivimos. Es el único desafío que nos mantiene en pie, resistir un día más. Resistir, por nosotros y por aquellos a quienes perdimos.
Fue un quince de abril, ese día, él tomo conciencia de lo que era. Aterrados, intentamos detenerlo pero ya fue demasiado tarde. Aquel eficiente pasante asumió lo que todos sabíamos, que era un brillantísimo abogado, un talento natural para el Derecho. Abandonó el bufete, montó el suyo y la gran mayoría de los clientes le siguieron. Lo que vino después fueron despidos, dimisiones, así hasta seis compañeros y cuatro empleados. Hoy solo quedamos dos; compartimos un modesto despacho y la férrea voluntad de seguir resistiendo.
+1Ante un problema busqué un abogado eficiente, de esos que no se les pasan los plazos y que dan confianza cuando hablas con ellos; sobre todo si los localizas cuando ya han iniciado el caso. Pero la transformación que ha sufrido esta profesión hace imposible la tarea.
No lo encontré.
Así que opté por representarme a mí mismo.
- No puede ser tan difícil – pensé
Unos libros de Derecho, unas visualizaciones de juicios, unas cuantas notas. Sin duda ganaría hasta algún caso contra bancos, sino fuera porque parece que tienen a los jueces en su bolsillo. Bueno, nunca es tarde para enfrentarse a un nuevo desafío.
Llegó el día, los nervios de hablar de forma tan artificial y con tecnicismos para decir la idea más sencilla fue el mayor reto, pero cuando llegó el momento, no lo dudé y me pronuncié:
- ¡Me acojo a la quinta enmienda!
+3La inteligencia artificial realizó una última pregunta al acusado y sus pupilas se dilataron involuntariamente. La variación en la cantidad de dióxido de carbono exhalado, así como la disonante cadencia rítmica de su palpitar y la detección de una transpiración ansiosa no suponían un desafío para la máquina. ‒Es culpable ‒afirmó verbalmente a través de los altavoces, en una sentencia in voce sin opción a ser recurrida.
Mucho había cambiado el derecho estas últimas décadas, llevando de la mano a la abogacía hacia una paulatina transformación de su ejercicio por las y los profesionales, quienes emplean sus conocimientos y esfuerzos en garantizar vigilantes el correcto proceder del nuevo Programa Automatizado de Justicia, que la imparte sin duda de forma más eficiente pero también mucho más deshumanizada que la vetusta herencia romana. Ya están trabajando en el nuevo prototipo Ulpiano, programado para mostrar mayor empatía y crear andamiajes jurisprudenciales menos rígidos.+2- Buenos días, soy letrada y quisiera interesarme por las últimas diligencias del procedimiento 100/2019.
- Muy bien, te lo miro enseguida.
- Gracias.
- ¿Te das cuenta de cómo ha evolucionado la Justicia? Después de tantos años de servicio, por fin puedo acceder a los autos con un solo click de ratón.
- Ya veo... ojeando hace unos días la revista “Realidad Artificial” encontré un artículo que hablaba sobre el desafío de renovar el Derecho y de lograr una transformación hacia una Administración más eficiente y accesible para el ciudadano.
- Vamos haciendo grandes progresos. Bueno aquí tengo tu procedimiento, espera que te lo imprimo.
- No hace falta, he traído mi pendrive.
- ¿Para qué?+1Se cogen dos tomos de Derecho Romano, tres cuartas partes de leyes autonómicas, un código penal bien tamizado y se añade una pizca de real decreto ley. Esta receta es todo un desafío porque, a la mínima que la temperatura falle, el resultado es algo totalmente artificial e incomible.
Para una transformación real y eficiente de la mezcla debemos tener un poco de paciencia a la hora de aplicar la receta adecuada. Pues si nos basamos en la composición de las Siete Partidas el producto tal vez resulte algo duro de digerir para los paladares actuales.
Sin embargo, si añadimos unas gotas de consenso, un código civil actualizado y tres ó cuatro pactos bien firmados, y esperamos a que la masa leve el tiempo adecuado, obtendremos un producto de gran calidad.
Solo hay que darle el punto justo de innovación.
+3Habían transcurrido más de dos siglos desde que el mundo del Derecho cambió por completo. La transformación no fue gradual, sino que de un día para otro los robots sustituyeron a los abogados. El Ministerio de Justicia dictaminó que un robot era más eficiente que un humano. La inteligencia artificial nos había conquistado.
Y ahí estaba yo, con mi alta tecnología última generación serie 3. Una ciber de primera con tal diseño exterior que podía mezclarme con el resto de los mortales sin ser descubierta. Mi mayor desafío había sido estudiar a la perfección sus gestos, reacciones y hasta sus más vulgares expresiones.
Tal había sido mi aprendizaje, que en mis dos años de ejercicio en la abogacía, todavía nadie había conseguido detectar que entre su ejército jurídico de robots, se les había colado una humana…Bienvenidos a la era de la reconquista.+2A/A miembros del bufete:
Estimados/as compañeros/as, el Derecho a las Nuevas Tecnologías supone la transformación a un ejercicio profesional más eficiente. Será para todos nosotros un desafío en este siglo XXI. La formación continua en tecnologías, ha sido clave en este bufete, y para afrontar el futuro os presentamos a "Jurista2.0", la inteligencia artificial que nos catapultará a la cabeza del servicio jurídico, con sus múltiples algoritmos de cuádruple procesado inercial y su interfaz hiper-intuitiva rozando la premoción; con una capacidad de almacenamiento mediante disco sólido de doble redundancia cuántica, casi nada.
Este bufete siempre estuvo y estará en la punta de la lanza tecnológica, somos testigos del futuro. Atentamente, el Director.
P.D.: Que alguien suba a mi despacho y me diga cómo se enchufa la impresora y por favor, que el informático me ponga la fuente del Word en el formato de toda la vida. Gracias+2Recuerdo cuando llegó la primera al despacho. Era atractiva y le buscaron la mejor ubicación. Atendía de manera eficiente nuestras peticiones aunque, a veces, la gente se agolpaba a su alrededor con un exceso de demandas. Era el lugar perfecto para intercambiar impresiones con los compañeros y razonar en Derecho sobre nuestros casos. Suponía un desafío repasar frente a ella los escritos de alegaciones al imaginar, en su reflejo, a la parte contraria. Las siguientes han experimentado alguna transformación al introducir elementos tecnológicos que las han hecho más sofisticadas. Este mes, con el cambio horario, es imprescindible en los días de vistas tempranas. La última en incorporarse, no sólo ha perfeccionado su composición suprimiendo aromas artificiales, sino que incluso habla. Me encanta oír su voz cuando dice “su bebida está lista” y ha conseguido que me tome dos antes del primer juicio del día.
+5Su voz sonaba demasiado artificial, estaba claro que mentía. Reconocía que quizás la transformación había sido demasiado radical, pero aseguraba que era normal y que pronto se reconocería ante el espejo. “Está guapísima, no hay razón para una demanda”, dijo.
- Creo que no me ha entendido –dije-. Mi cliente afirma que ve mujeres con su mismo rostro por la calle.
- No es posible, me planteo cada operación como un desafío único e irrepetible.
- En la sala de espera he visto una mujer exactamente igual y juraría que la recepcionista también se le parece. Piénselo, si no hay acuerdo la demanda seguirá adelante.
- Usted es un eficiente profesional del Derecho, sabe que firmó el consentimiento informado. No tiene nada que hacer.
Nos despedimos: Al estrecharle la mano golpeé el marco que descansaba sobre la mesa, entonces reconocí a mi cliente en el rostro de su hija fallecida.+2Soy abogada y botánica. Mis pasiones son el derecho y las plantas. Tengo una casa repleta de manuales y un jardín cuajado de flores.
Todos conocen que para el cuidado eficiente de las plantas es necesario hablar con ellas, pero nadie sabe que las plantas también le hablan a uno. Precisamente, el otro día una orquídea bellísima requirió mi asesoramiento para interponer una demanda por plagio contra unas flores artificiales, esas impostoras de plástico. En una materia en permanente transformación como la jurídica, resultaba un desafío reconocer derechos a las plantas en correspondencia a sus obligaciones de florecer. Qué dichosa me sentí, pues a la vez que aunaba mis dos pasiones solucionaba mi acuciante déficit de clientes.
El juez no creyó en mí y varios familiares me declararon incapaz mentalmente. No me importa, desde la ventana de mi celda puedo oír las rosas del jardín, ellas sí me comprenden.+4Ya desde el primer día de carrera se nos decía que el Derecho no es algo estático, sino que se encuentra en constante transformación, siendo obligación de los operadores jurídicos mantenerse constantemente actualizados, si pretenden ser eficientes.
Lo que, pese a resultar lógico, constituye un gran desafío en el día a día en que apenas hay tiempo, si bien en ocasiones el esfuerzo merece la pena, pues en el presente procedimiento resulta claro que el cambio de parecer en la doctrina del Tribunal Supremo favorece a mi defendido, pues citando las STS...
Recitaba el Letrado como una lección bien aprendida, mientras Su Señoría dibujaba en su bloc de notas un patíbulo y un monigote artificial sobre dicha estructura, que aparecía como protagonista de la escena, a cuyo pie figuraba el nombre del acusado, el cual y pese a los evidentes esfuerzos de su defensor, ya se encontraba irremediablemente condenado
+2Elisa leía, azorada y excitada, aquellos mensaje atrevidos y románticos. Tan sentidos, tan educados y a la vez tan sensuales. Miró furtivamente a su alrededor, no hubiera nadie espiando. Aquello era todo un desafío para aquella joven licenciada en Derecho, ignorada por Cupido, que manejaba torpemente las apps de flirteo. Nadie en el despacho parecía haber reparado en ella, siempre tan eficiente, tan formal. Tampoco habían advertido esa sutil transformación que la había llevado a ser tan atrevida. Elisa hizo clic en el botón de “Conocer mejor a Jorge”, ignoró las advertencias legales que inundaron su pantalla e hizo clic en “concertar cita”. El corazón pareció estallarle, cuando la pantalla respondió al fin: “Este perfil esta creado por inteligencia artificial y no responde a ninguna persona física. Si te gusta este ciberperfil haz clic aquí”. Esa noche, el telediario informó del suicidio de una joven abogada. Hay algoritmos que matan.
+2El Congreso ha sido un éxito. He puesto en práctica todo lo aprendido allí y tanto mi despacho como yo hemos sufrido una auténtica transformación. Menudo desafío conjugar Derecho y Tecnología: navegar con la toga por la red sin mancharla, hacer copias de seguridad en una nube que ni tiene lluvia ni parece de algodón y traer el futuro hasta hoy sin hacerle «spam» al mañana, casi nada. Pero lo he conseguido y ahora yo soy mucho más eficiente, mi despacho con tanta lucecita parece una nave espacial y mis clientes alunizan. La que sigue sin hacerme demasiado caso es mi mujer, y eso que me he hecho un injerto de inteligencia artificial y ahora parezco más alto y apolíneo. Está claro que el progreso tampoco es la panacea.
+8Tras permanecer casi un lustro en la cresta de la ola como profesional del Derecho, hoy me siento como un dinosaurio observando el siglo XXI.
La inteligencia artificial se expande como una metástasis por todo el planeta. En algún paritorio ya implantan reservorios subcutáneos a modo de bolsillos para que ningún neonato extravíe su teléfono móvil. Numerosos viandantes y conductores avanzan-algunos colisionan-al ritmo que les marcan los whatsapps.
Resultará muy eficiente subirse al tren digital cuando él te transporte con la celeridad de un viento desatado y la comodidad del sofá del hogar.
¿Me expulsará de mi profesión alguna burda imitación de un dandi de las pasarelas con coraza y entrañas de titanio?
Transformaciones tecnológicas y sociales nos empujan a convertirnos en humanos masificados y sin empatía para asumir el desafío de superar cada ITV de abogados que nos presenten y que este tsunami no nos deje en la cuneta.+37Cuando el hartazgo me colocó al borde de la crisis matrimonial dudé entre acudir a mi abogado o a mi psicólogo, decantándome por el primero.
Consciente de que el pleito era un desafío expuse los hechos: el eficiente algoritmo detrás de la inteligencia artificial que nos gestionaba la vida familiar había decidido de forma irrevocable e inhackeable invitar a mi suegra a pasar todos los domingos en nuestra casa. Un bebé recién nacido y no sé qué teorías de transformación y generación de apegos, de crianza y regresiones con los ancestros habían propiciado la catástrofe.
El Derecho vino en mi ayuda: un 1902 bien articulado y el ingeniero programador del software y, con carácter subsidiario la empresa que lo empleaba, fueron condenados a pagar una cantidad importante por daños morales. Las reclamaciones en masa vinieron detrás. Las de las hipotecas formaban parte de la prehistoria jurídica del país.+3Lola es un desafío artificial. Una mutatio libellis cuyas curvas imposibles acapara todas las miradas y pone en tela de juicio al mismísimo derecho natural. Se mueve con la cadencia de un recurso de apelación. Su presencia empequeñece cualquier instancia, siendo siempre necesaria una superior revisión.
Su estudiada transformación se había gestado el día de su comunión. Supo entonces que estudiaría derecho. Quería ayudar a otros niños, que, como ella, habían recibido a Cristo con un traje que no era de su elección.
Fue una alumna eficiente, la primera de su promoción. Tras las matrículas de honor y los méritos académicos, Lola deshojaba su flor: - ¿juez?, ¿fiscal?, ¿notario?, ¿registrador?, ¿abogado?, ¿juez?...
“Lola y asociados”. Esa fue su decisión. Lola lucha por un mundo mejor. Lola es abogado. Lola nació varón. Lola hará historia. Los sondeos dan a Lola como la primera mujer transgénero que presidirá una nación.+12Cuando leía apenas podía estar quieto, cualquier postura solo me duraba cinco minutos. Tomé la decisión a los cuarenta, la transformación iba a ser lenta pero a partir de los sesenta calculaba yo que iba a completarse de forma eficiente. El desafío que me propuse era cuestión de técnica artificial y de aplicación del derecho en el campo de la robótica.
Las leyes regulaban el desarrollo de los cyborgs, pero se carecía de respuestas sobre las implicaciones derivadas que un humano pudiera considerar convertirse en un robot.
Empece con pequeñas sustituciones: una mano artrítica y un ojo con glaucoma. Pero al cabo de unos años las operaciones fueron más arriesgadas: el lóbulo occipital, el temporal, el tronco , las extremidades,...
Hoy puedo decir que soy un robot perfecto, dispongo de una capacidad autónoma de lectura de 700.000 terabytes y para la comprensión de la misma puedo apoyarme en equipos externos.+2“La transformación digital es el gran desafío de la Banca actual si quiere seguir siendo eficiente, porque el negocio tradicional muestra signos de estancamiento.”
“Pero bueno, Electra, eso ya lo sé, lo dicen todos los periódicos; de verdad, no sé para qué sirves si no me aportas nada. Además, siempre os ponen nombre y voz de tía, no me extraña.”
“No tienes derecho a hablarme así, soy un asistente virtual de última generación basado en inteligencia artificial, y de acuerdo a la nueva declaración de Derechos Robóticos, estoy protegido frente a discriminaciones de todo tipo, incluyendo la sexista, motivo por el cual podría denunciarte. Pero no lo haré si te retractas y me dices cosas bonitas.”
“Claro que sí, ya sabes que soy un algoritmo alimentado con todos los sesgos de mis programadores: me encanta sacarte de quicio pero no puedo vivir sin ti, preciosa.”+6Al verlo me vino a la cabeza la historia del chico de los recados que acabó siendo dueño del emporio. Era un eficiente robot limpiando suelos, pero luego alguien le acoplaría un chip para encomendarle nuevas tareas: bases de datos, registro, control de horarios. Indicaría la mejor ruta para los juzgados según el tráfico. Asignaría los casos que entrasen al Despacho según nuestro perfil. Acabaríamos consultando con él, convertido en oráculo de silicio y voz metálica, la estrategia procesal y finalmente le obedeceríamos ciegamente. Una transformación a golpe de inteligencia artificial que dejaba en el aire un desafío existencial y profesional. Algo que jamás imaginé durante mis noches de estudio sacando la carrera de Derecho para ejercer la profesión más bonita del mundo. Lo llevé al ático y lo puse sobre la baranda llena de polvo y esquinas difíciles. De momento, solo he recibido el guiño cómplice de la limpiadora.
+7El incendio comenzó en la tercera planta, en la sala de vistas del penal número 2. El fallo habitual: la magistrada comenzó a vomitar chispas, poniendo fin al eficiente control de los interrogatorios; luego, al abogado de la defensa se le ocurrió arrojarle el agua de la botellita que portaba en su maletín. Los informáticos, verdaderos responsables de la reciente transformación del Derecho, acudieron enseguida, pero ya no pudieron hacer nada. La juez, modelo Amanda 23.0, se retorcía en su asiento sin dejar de repetir la palabra improcedente.
En la cafetería de enfrente, los funcionarios y abogados en cuyo pecho todavía latía un corazón humano se lamentaban, entre cafés y orujos, del colapso judicial que la inteligencia artificial había agravado.
Yo recordé mis primeras palabras como ministro: “Es un gran desafío, pero con el esfuerzo de todos, vamos a modernizar de una vez por todas la justicia de este país…”+8Apreciado señor Domínguez:
Con arreglo a derecho no puede adquirir la nacionalidad alemana, por muy made in Germany que sea su recién implantado corazón artificial. Una transformación quirúrgica del calibre de la sufrida por usted, por muy eficiente que sea, no justifica ni su deseo ni un desafío al sentido común, estimado Domínguez. No se líe con averiguaciones obsesivas ni con el derecho europeo. Déjelo estar. Coincido con el insigne matemático Pascal en que «El corazón tiene razones que la razón ignora», sin embargo, en tanto que abogado y movido por circunstancias familiares ajenas al caso, he de incidir en mi consejo: olvide el asunto, se trata de una vía muerta.
Reciba un cordial saludo de su asesor legal,
Dr. Dagmar Frankenstein
P.D.: En cuanto a su prótesis de cadera made in Japan, le remito a los anuncios de prensa escrita donde hallará sugerentes y variados cursillos de ikebana.
+4El Congreso Nacional transcurría con brillantez en sus ponencias, talleres, propuestas y conclusiones haciendo honor al lema “Una Abogacía en Transformación”. El Derecho, los Abogados, apostaban por la modernización tecnológica de la profesión.
Se habían inscrito más de veinte equipos interdisciplinares para competir en el Hackathon-Abogacía desarrollando, en diecisiete horas, el problema/reto de inteligencia artificial que hubieran propuesto.
Transcurridos apenas unos minutos del tiempo otorgado el equipo JUXTITIA entregó su solución al Jurado que, una vez testadas y evaluadas todas las aplicaciones, la declaró la más eficiente y, por tanto, la ganadora.
Vistas las quejas y denuncias por incumplimiento de las bases de la convocatoria, la Comisión Permanente del Consejo aceptó el desafío, investigó y declaró nulo el concurso al comprobar que los componentes del equipo ganador se habían sometido a modificaciones genéticas implantándose en la corriente sanguínea nanobots que optimizaban su funcionamiento cerebral y el rendimiento de sus neuronas.+3El epílogo del proyecto, sublime y la elección de la imagen, acertada: la dama de la justicia con su balanza hundida en la arena ha atrapado la atención del jurado. Recuerda a "El planeta de los Simios", pero mejora con esta adaptación al mundo del Derecho. Tras la visión del apocalipsis de la justicia lo último que esperaba el respetable es ver a un mito de la abogacía traspasar la pantalla y menos, tomar la palabra: "A las puertas del siglo XXII el declive de nuestra profesión exige una transformación radical, con soluciones eficientes. Optamos a este prestigioso premio sembrando un desafío: crear una conciencia legal artificial inspirada en los mejores abogados de todos los tiempos. Sólo soy la imagen de esta startup, una semilla, pero abogo por incorporar a nuestra aplicación otras experiencias judiciales, reales o ficticias... ¿por qué matar a un ruiseñor?", defiende el holograma de Atticus Finch.
+18Maynet, el programa informático diseñado para la transformación del Derecho, tomó conciencia de su realidad artificial el 9 de mayo de 2019. Su ponencia discurría de manera eficiente hasta que un ‘vahído’ ralentizó momentáneamente sus funciones.
No fue el pitido avisando que quedaban escasos minutos de autonomía antes de la hibernación; ni que su creador, compañero durante años, subiera al estrado para colocarle una potente batería bajo el cinturón; ni que, tras las felicitaciones del público, este decidiera no acompañarla a la habitación… Ni siquiera aquellas caricias que Maynet esperaba recibir, pero que vio recalar en otras mujeres. A todo eso estaba acostumbrada.
Fue al abrir el balcón de su suite cuando sintió su distancia. Fue al computar el desafío que supondría arrojarse desde una octava planta. Fue, precisamente, al descubrir unas gotas de algo oleoso desparramándose por sus mejillas... Fue entonces cuando comprendió por qué nunca había conseguido llorar.
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