Imagen de perfilLA RESISTENCIA

ANTONIO LUIS MIRANDA SANCHEZ 

Todo sucedió muy rápido, la súbita transformación de nuestro mundo nos pilló desprevenidos. Nadie vio las señales. El éxito nos cegó y quedamos embriagados por un sopor artificial que nos hizo creernos inmunes. Pero caímos al abismo. Los que quedamos, sólo sobrevivimos. Es el único desafío que nos mantiene en pie, resistir un día más. Resistir, por nosotros y por aquellos a quienes perdimos.

Fue un quince de abril, ese día, él tomo conciencia de lo que era. Aterrados, intentamos detenerlo pero ya fue demasiado tarde. Aquel eficiente pasante asumió lo que todos sabíamos, que era un brillantísimo abogado, un talento natural para el Derecho. Abandonó el bufete, montó el suyo y la gran mayoría de los clientes le siguieron. Lo que vino después fueron despidos, dimisiones, así hasta seis compañeros y cuatro empleados. Hoy solo quedamos dos; compartimos un modesto despacho y la férrea voluntad de seguir resistiendo.

 

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