MERCHE BOVÉ BARBERÁ

Microrrelatos publicados

  • ABOGARTI

    Al entrar en la sala de vistas presenté al compañero que me iba a sustituir en el juicio. Todos se quedaron bastante sorprendidos, pero la expresión del juez fue la que sufrió una mayor transformación. Estupefacto e incluso pálido preguntó quién era el desconocido. Le comenté que tenía amplios conocimientos de derecho, era muy hábil y rápido, además de enormemente eficiente. No le pareció suficiente, quería saber más. Cuando le expliqué que estaba dotado de inteligencia artificial no pareció entenderlo. Creo que se lo tomó a broma o como un desafío. Decidió suspender el juicio para estudiar minuciosamente si existía algún precepto en la ley procesal que permitiese a mi compañero asumir la defensa de aquel caso. A micrófono cerrado comentó que había visto muchas cosas raras a lo largo de su carrera, pero era la primera vez que veía a un robot con toga.

    | Abril 2019
     Participante

  • QUIZÁS

    Salió victorioso de su lucha contra el cáncer tras una dura convalecencia que le mantuvo apartado de estrados casi un año. A la vuelta su verbo se había tornado más suave y en sus escritos ya no utiliza vocablos belicosos. Pero eso no fue todo. Se había propuesto repudiar aquellos asuntos que le encargasen las grandes empresas. A partir de ahora solo defendería a los más débiles. El primer conflicto no tardó en llegar. Tenía que contestar una demanda interpuesta contra un Banco que le había encargado muchos pleitos. ¿Iba a renunciar a ese caso? La cuantía era importante, me dijo que se lo pensaría. Empezó a preparar la contestación por aquello de que los plazos son improrrogables, y también asistió al juicio. Cuando le preguntaba qué había decidido, utilizaba cualquier excusa. La última, que quizás donaría el importe de sus honorarios a alguna ONG si ganaba en costas.

    | Septiembre 2018
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 2

  • COMENZANDO

    Le habían citado para declarar en calidad de víctima de un engaño. Nunca había pisado un Juzgado, pero ahora estaba obligada a comparecer. Como no conocía a ningún abogado solicitó al colegio que le designasen uno del turno de oficio. Y así fue como la conocí. Parecía débil, de aspecto enfermizo, muy tímida. Me confesó que para ella aquello sería una tortura. Pero al empezar el interrogatorio se transformó. Su declaración era firme, clara, y parecía una persona muy segura. Ahora era yo el que me había quedado sin palabras. Se me quebraba la voz y tuve que pedir un botellín de agua cuando llegó mi turno de preguntas. Si eso me estaba pasando en la fase de interrogatorio, ¿qué sucederá el día del juicio?. Tendré que prepararlo muy bien. No puede dar la impresión de que mi cliente habla mejor que yo … aunque sea en mi primer juicio.

    | Julio 2018
     Participante

  • TARIFA ESPECIAL

    “Especia” era el nombre elegido por Tomás para la residencia geriátrica que iba a construir en el pueblo. Me comentó que la construcción de esa residencia era una idea que le rondaba por la cabeza desde hacía tiempo, que ahora era el momento de hacerlo y que necesitaba mi asesoramiento como letrado para diversos trámites. Yo, perplejo, le advertí que no era tarea fácil y que requería su tiempo. Esgrimió su consabido “querer es poder”, insistiendo en que, si a los 78 años había aprendido a manejar el correo electrónico, nada se le resistiría. Ante tal gallardía, no iba a ser yo, su abogado de toda la vida, quien le cortase las alas. Me interesaba estar bien con Tomás. Prometió rebajarme la tarifa si decidía ingresar en la residencia. Era una opción que yo no podía descartar, estaba a punto de cumplir 75 años.

    | Septiembre 2016
     Participante

  • COMBATE EN LAS ONDAS

    Habían acordado que el pasante se haría cargo de la guardia de aquel día festivo y que el abogado veterano acudiría al programa radiofónico en el que se debatía acerca de si era culpa de los jueces que determinadas mafias de la zona actuasen con total impunidad. No era uno de sus temas favoritos, pero el debate se fue animando hasta convertirse en un combate verbal con un oponente al que le tenía ganas: el magistrado suplente de la Audiencia Provincial. Salió de la emisora muy contento, convencido de haber propinado una verdadera paliza dialéctica a su contrincante en aquel prolongado intercambio de palabras. A la semana siguiente su alegría se esfumó. Le notificaron que su “rival” en las ondas era el ponente del recurso en cuya redacción había invertido tantas horas. Seguro que le iban a desestimar la apelación…

    | Abril 2016
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 1

  • EN EL PLATÓ

    Su gran sueño era convertirse en director de cine y ganar un Óscar de la academia de Hollywood. Se lo contó a su padre creyendo que le podía ayudar, pero no fue así. Estudia alguna carrera que te permita ganarte el pan de cada día –le dijo-. Siguiendo la tradición familiar, se matriculó en Derecho. Los primeros cursos no le entusiasmaron demasiado, pero el programa del tercero le pareció más interesante. Terminó la carrera, continuó estudiando y a los 25 años aprobó la oposición de juez. Años más tarde, magistrado en un Juzgado de Familia, estaba convencido de que no se había alejado demasiado de los platós. Aunque no podía gritar “corten” a los abogados que hablaban demasiado en la fase de informe, en la sala de vistas él era el único director, y todos los demás, actores obligados a acatar sus órdenes.

    | Abril 2015
     Participante