Imagen de perfilTARIFA ESPECIAL

MERCHE BOVÉ BARBERÁ 

“Especia” era el nombre elegido por Tomás para la residencia geriátrica que iba a construir en el pueblo. Me comentó que la construcción de esa residencia era una idea que le rondaba por la cabeza desde hacía tiempo, que ahora era el momento de hacerlo y que necesitaba mi asesoramiento como letrado para diversos trámites. Yo, perplejo, le advertí que no era tarea fácil y que requería su tiempo. Esgrimió su consabido “querer es poder”, insistiendo en que, si a los 78 años había aprendido a manejar el correo electrónico, nada se le resistiría. Ante tal gallardía, no iba a ser yo, su abogado de toda la vida, quien le cortase las alas. Me interesaba estar bien con Tomás. Prometió rebajarme la tarifa si decidía ingresar en la residencia. Era una opción que yo no podía descartar, estaba a punto de cumplir 75 años.

 

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