laura pilato rodríguez

Microrrelatos publicados

  • Nido vacío

    En primavera solía viajar hacia el sur. Hasta que, en uno de mis vuelos transversales, conocí a Celia, una abogada de familia que me ofreció protección y un nido seguro.
    Celia tiene 45 años y hace 10 que enviudó. Desde entonces, ha intentado ser madre, sin éxito, acudiendo a diferentes clínicas de reproducción asistida. En la agencia de adopción la rechazaron por su edad. Y la posibilidad de que otra mujer pudiera gestar a su hijo, suponía un coste económico demasiado alto.
    Mientras, en el bufete, ve niños abandonados por sus madres, y jovencitas inexpertas que interrumpen sus embarazos. Regresa a casa derrotada y me mira como si fuera su última esperanza. Yo trato de consolarla, arropándola entre mis alas, y le recuerdo que, muy a mi pesar, lo de las cigüeñas y los bebés es solo un cuento.

    | Abril 2023
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 16

  • La sal de la vida

    Desde que mi padre vive con nosotros, mi marido y yo nunca discutimos. Y no porque nos falten motivos, ni ganas, es que no nos queda más alternativa que ceder a los dictámenes del Sr. Juez. Supongo que tras una vida impartiendo justicia, cuesta renunciar a empuñar el mazo, y a la mínima confrontación entre nosotros, trata de mediar para que lleguemos a un consenso.
    Tras soltar una retahíla de términos jurídicos, emite su veredicto, zanjando serenamente nuestra disputa familiar.
    El caso es que su eficaz resolución de los altercados hace que entre nosotros reine la paz y la concordia; Así que, de vez en cuando, le enviamos a hacer algún recadito y aprovechamos para discutir como adolescentes. Porque el Sr juez no recuerda lo agradables que son los actos de "reconciliación".

    | Enero 2023
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 18

  • Consultas vecinales

    Al finalizar las reformas de la nueva casa, nos mudamos a un barrio más tranquilo; un lugar especial lejos de la delincuencia y la barbarie callejera, donde mi hija pudiera crecer en libertad.
    Habilité un pequeño despacho en el salón y comencé una interesante andadura en el departamento jurídico de una multinacional, con una cláusula que me permitía alternar el teletrabajo con el cuidado de la niña.
    Tras la primera toma de contacto con los vecinos, algunos empezaron a llamar a mi puerta con extrañas peticiones: ¿Me puedes tomar la tensión? ¿Qué me pongo para una quemadura?... Después de insistirle al jardinero que no le podía suturar la brecha de la cabeza, miré a mi hija buscando una explicación: -No te preocupes mamá, aquí no tendrás que resolver gratis las dudas legales del vecindario. Le he dicho a todo el mundo que eres enfermera.

    | Octubre 2022
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 25

  • Altas presiones

    - Entiendo que, con esta ola de calor, el ventilador es un artículo de primera necesidad. Pero, ¿era necesario robar a punta de pistola el último que quedaba en la tienda?
    - Verá abogado, mi mujer lleva un tiempo distante, reprochándome que la ignoro, y que no le manifiesto mis sentimientos. Y cuando empiezo a programar un viaje romántico para avivar la pasión, me propone que nos llevemos a su madre. La pobre no tiene aire acondicionado y las altas temperaturas podrían afectarle.
    No sé si será un atenuante, pero declararé bajo juramento que todo lo hice por la salud de mi suegra.

    | Agosto 2022
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 15

  • Cables cruzados

    Tuve que vender mi colección de monedas para pagarme el Máster en robótica.
    Viniendo de una familia de jueces y abogados, mi alegación sobre cruzar el umbral del mundo tecnológico, no fue recibida de forma agradable.
    El único que siente curiosidad por lo que hago es el abuelo. Él muestra interés cuando le explico que la inteligencia artificial puede aplicarse a la industria, a la medicina, o proteger y salvar vidas en catástrofes naturales. Todo le parecía perfecto hasta que le construí una maqueta, con toga y mazo incluidos, y le dije a él que podría ser de gran utilidad en los juzgados. Muy enfadado, la pisoteó hasta destrozarla, diciendo: - Ese montón de chatarra no me va a dejar sin trabajo.

    | Julio 2022
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 16

  • ¡Sorpresa!

    El inesperado sobreseimiento del caso dejó libre a mi cliente, y a mí con tiempo suficiente para comprar un regalo de aniversario, y darle una sorpresa a mi mujer. Me suele acusar de no tener detalles románticos, y de que soy un adicto al trabajo. Así que esta vez no tendrá nada que reprocharme.
    Aparco el coche a unos metros de la casa, cojo el regalo, y al acercarme... ahí está; bajo el panel del porche, comiéndole los morros a su entrenador personal. No me lo puedo creer. Yo todo el día corriendo del despacho a los juzgados, intentando ser un marido ejemplar, y me engaña con ese Rambo de pacotilla. Pues ella se lo pierde. Me voy a redactar la demanda de divorcio, pero antes pasaré por la tienda a devolver la aspiradora.

    | Junio 2022
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 48

  • Traspié

    El pronunciamiento del juez fue decepcionante: - La demanda se desestima por falta de pruebas- . Pero una abogada tenaz, como mi madre, no se rinde tan fácilmente.
    Algo estaba pasando en el asilo, y además del abuelo, podría haber otros ancianos afectados. Moretones injustificados, continuas fracturas con la excusa de resbalones en un día lluvioso, mirada timorata en presencia de los cuidadores... Él guardaba silencio, así que ella iba a averiguar lo que estaba ocurriendo.
    Se tuvo que inscribir como voluntaria de acompañamiento, pidió vacaciones en el despacho, y se camufló bajo una peluca, unas enormes gafas y un llamativo vestido de flores. Estaba irreconocible, pero aquella ridícula indumentaria no mermaba su coraje.
    Se encaminó hacia el asilo diciendo - Si el juez quiere pruebas, las tendrá.
    Y allí descubrió las nefastas consecuencias de las clases de Zumba para la osamenta de un octogenario.

    | Mayo 2022
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 27

  • Ley y orden

    Salgo del bufete a la carrera y me la encuentro en la puerta. Con mirada de animal asustado y acento extranjero murmura algo sobre un trabajo. Supongo que es la limpiadora que me envía la Agencia, así que le muestro el desorden del despacho y le digo que puede empezar de inmediato.
    Al regresar, observo que el legado de mi caótico proceder ha desaparecido. Todo estaba pulcro y ordenado. Lo único extraño es que aquella joven, que ahora me sonríe con gesto dulce, revisa mi agenda mientras habla por teléfono.
    -Envié los documentos al procurador y acabo de citar a un cliente. En mi país era laboralista, pero me pondré al día en penal. -
    Me tragué la vergüenza y los prejuicios, y acordamos las condiciones del contrato.
    Después retiré el anuncio donde buscaba un abogado penalista y llamé, muy cabreado, a la agencia de limpieza.

    | Abril 2022
     Ganador
     Votos recibidos por la Comunidad: 32

  • Al pie del cañón

    Lo dejé todo por Alina. Algo en mi interior me decía que juntos podíamos superar cualquier dificultad. Aunque reconozco que vivir en Ucrania al principio no resultó fácil, nuestro despacho especializado en derecho internacional pronto despuntó. Y, a pesar de la escasa ayuda para la conciliación, conseguimos criar dos hijos sin desatender nuestro proyecto laboral.
    Hasta que la amenaza de una guerra se volvió tan real, que permanecer en el país suponía una condena a muerte.
    Se nos facilitaron los medios para huir de aquella masacre, y al igual que diez años atrás, tomamos juntos una dura decisión. Pusimos a salvo a los niños y continuamos trabajando rodeados del sonido atronador de las sirenas y las bombas. Luchando por la paz con nuestras propias armas.

    | Marzo 2022
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 28

  • Revancha

    Cada nochevieja tengo que aguantar las majaderías del impresentable de mi cuñado. Dice que no es nada personal, pero se dedica a despotricar contra los abogados y alardea de que hay que ser un tipo listo para cometer un delito y que no te pillen. Reconoce que defrauda a Hacienda, hace contratos ilegales, y me llama " pájaro de mal agüero" cuando le digo que cualquier día acabará en la cárcel.
    Después de regar el asado con abundante vino, brindar con cava y rematar con unos chupitos, le aconsejé que no cogiera el coche. Apoyado en el marco de la puerta, me llamó timorato, pusilánime, y algunas lindezas más.
    Un colega me acaba de avisar de que le han detenido. Conducción temeraria, retirada de carné, pena de prisión...
    Llevo un rato frotándome las manos y esperando a que suene el teléfono.

    | Enero 2022
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 45

  • Nirvana

    Treinta años de interminables jornadas en el despacho, acaban pasando factura.
    El estrés y la presión amenazaban mi salud física y mental, así que decidí darle un cambio a mi vida.
    Me retiré a una especie de comuna, "Ecoaldea", como la llaman sus moradores. Un lugar donde tratan de promover la conservación de la naturaleza. Un paraíso verde y sostenible, sin preocupaciones de futuro, ni ambiciones materiales.
    Aquí practico yoga y cultivo verduras ecológicas. No tengo internet, ni teléfono, y estoy aprendiendo a hacer jabones y velas aromáticas.
    A veces me entra la nostalgia y añoro el bullicio de los juzgados, rebosantes de adrenalina. Pero me siento en la posición de Loto, me fumo unas "hierbas relajantes" que crecen en el jardín, y enseguida se me pasa.

    | Septiembre 2021
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 35

  • La heredera

    Mi sueño de ser abogada e invertir vocación y formación en proyectos humanitarios, contravenía los deseos de mi padre.
    Él ya había decidido que mi lugar estaba al frente de la industria cárnica familiar.
    En algún punto entre la producción y la venta de sus terneros, se hallaba mi destino como digna heredera y futura veterinaria.
    Acepté, como de costumbre, sus imposiciones, confiando en que mi capacidad de adaptación me ayudaría a olvidar la llamada de la abogacía.
    Pero tras el primer año de frustración personal, he decidido volver a casa y poner las cartas boca arriba.
    Mi vida ha tomado un nuevo rumbo y no estoy dispuesta a renunciar a lo que verdaderamente me apasiona. Le diré a mi padre que me he matriculado en derecho y deberá aceptar mi decisión.
    Lo más difícil será contarle que ahora soy vegana.

    | Mayo 2021
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 21

  • Genio y figura

    Entro en la residencia de la mano de mi nieta.
    El edificio está situado en un apacible entorno natural, y a una distancia asequible para las visitas.
    Sé que no tiene otra alternativa, pero no puede evitar sentirse culpable.
    - " Estaré bien, cariño"- le digo tratando de insuflarle un poco de energía.
    El ambiente del interior me recuerda los días bulliciosos en el juzgado. El personal desbordado, las protestas de los internos, y el desorden de formularios e impresos sobre la mesa del director. ¡Menudo caos!
    Las paredes están pidiendo una mano de pintura, y habría que renovar el mobiliario, las cortinas...
    Nos despedimos en la puerta. Ella prolongando el abrazo para esconder las lágrimas; mientras yo le susurro :
    -Cuando vengas a verme, tráeme la toga y el mazo. Alguien tiene que poner orden en esta casa de locos.

    | Abril 2021
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 47

  • Desconectado

    Cansado de escuchar que esta pandemia nos sumiría en una pobreza global, y que tardaríamos años en erradicar el virus, decidí reconciliarme con la naturaleza y darle una oportunidad a la asesoría legal on- line.
    Nada más empezar el año, me mudé a una pintoresca casita en un lugar tranquilo rodeado de montañas. Viendo aquel paisaje, supe que no echaría de menos mi céntrico despacho.
    Incluso me tranquilizó saber que la zona disponía de un buen servicio de internet, algo indispensable para mi trabajo.
    Pero nada más lejos de la realidad.
    En plena videoconferencia pierdo la conexión con mi primer cliente, que muy cabreado intenta retomar la consulta por e-mail, sin éxito...
    Y aquí estoy, en lo alto de un cerro, agitando el teléfono como un loco, y suplicando una rayita de cobertura.
    ¡Así no hay quien trabaje!

    | Enero 2021
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 33

  • ¿Destino o decisión?

    Carlos y yo establecimos una curiosa alianza en la universidad. Yo le ofrecí mi apoyo con los exámenes de Derecho Civil, a cambio de cooperar unas horas en un centro asistencial de menores.
    Pero su solidaridad tenía los días contados.
    Tras una tentadora oferta de trabajo, que yo rechacé, él abandonó la carrera y se dedicó a fortalecer su ego con "negocios turbios" que le reportaban importantes beneficios.
    Hoy, después de muchos años, le he visto de nuevo.
    Me costó reconocerlo cuando entraba en el cajero automático que hay frente a mi despacho.
    Cuando apagué las luces y me fui a casa, pensaba si era el destino o las decisiones que uno toma en la vida...
    Pero el que ahora dormía bajo aquellos cartones, podría haber sido yo.

    | Agosto 2020
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 10

  • Confinado

    Aunque mi cliente parece hacer caso omiso a mis palabras, trato de explicarle que la actividad judicial estará paralizada durante el estado de alarma.
    - Para evitar la propagación del coronavirus, en las próximas semanas sólo mantendremos contacto telefónico.
    Debemos tomarnos esto en serio, ya que de momento no hay vacuna ni tratamiento.
    - Vamos abogado, sáquese esa ridícula mascarilla y póngase a trabajar. ¿O se va dejar amedrentar por un "resfriado"?
    - Le repito que hasta nuevo aviso no retomaremos los asuntos legales. Este virus es muy contagioso y, aunque el confinamiento es una medida dura, hay que respetarla.
    -¡Que sabrá usted de confinamiento! Grita golpeando con fuerza el cristal que nos separa.
    Me quedo paralizado, y observo perplejo la imagen del agente que le reduce y le devuelve a su celda.

    | Abril 2020
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 18

  • Mutación

    Como asesor legal, le aconsejé que guardara silencio.
    Tratando de proteger los intereses de la empresa, le advertí que un comunicado público no era conveniente; pero hizo caso omiso.
    Se presentó ante numerosos medios de comunicación defendiéndose, a voz en grito, de las acusaciones de degradación ambiental, destrucción del ecosistema, y poner en riesgo la diversidad biológica de la zona.
    Insistía en que su producción era sostenible, y que no podían acusarlo, sin pruebas, de vertidos tóxicos y emisión de gases nocivos.
    "Llevo 60 años respirando este aire y bebiendo de estas aguas. ¡Y sigo vivo!"
    Dijo soltando una sonora carcajada.
    Mientras yo daba el caso por perdido, al ver como las cámaras captaban el momento en que trataba de ocultar su lengua bífida, cubriéndose el rostro con las manos llenas de escamas.

    | Enero 2020
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 11

  • El efecto toga

    Con mis antecedentes, resulta difícil volver al buen camino.
    Te cuelgan el cartel de "delincuente" y es como decretar el rechazo social sin remisión.
    Por eso me pareció tan llamativo que, precisamente la viuda del juez, acudiera a mi rescate cual abanderada de causas perdidas.
    Me ofreció trabajo, comida, y una gran caja con la ropa de su esposo.
    - "Es de tu talla." - Balbuceó afablemente.
    Las camisas me sientan como un guante, y los trajes me han devuelto el saludo vecinal. Pero fue probarme aquella toga, y sentir que me invadía el espíritu de la justicia.
    Ahora paso noches en vela, escribiendo arrepentido cartas de perdón a las víctimas de mis fechorías.
    He intentado deshacerme de ella, pero me da miedo volver a las andadas.
    De momento la guardo en un cajón, junto a una cubertería de plata que mañana mismo devolveré a su dueña.

    | Junio 2019
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 12

  • Cambio de hábitos.

    Tras graduarme en derecho, decidí viajar a Kenia como cooperante.
    Todo un desafío para un chico urbanita de gustos refinados.
    Bastaron unos cuantos días para experimentar una gran transformación interior.
    Un nuevo modo de entender la ley se apoderó de mí, sin poder remediarlo.
    La confesión de la falta, me parecía un gesto digno de absolución.
    La culpabilidad del imputado se me antojaba menor, si mostraba arrepentimiento.
    Y así, mis pretensiones de convertirme en un eficiente abogado se fueron debilitando, al punto de entender los actos delictivos como flaquezas humanas.
    Al regresar, comprendí que la vida sofisticada y artificial ya no me interesaba. Incluso el regalo de graduación de mis padres dejó de tener sentido para mí.
    Estaba decidido. Cogí el portátil e inserté el anuncio:
    " Cambio toga sin estrenar por sotana en buen estado."

    | Abril 2019
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 6

  • Confesión inesperada

    - Soy el presidente de la comunidad de vecinos, vengo a comentarle lo del coche.-
    - Vaya, el abogado... Estoy en plena convalecencia y no he podido abordar con usted este asunto.-
    - No sabía que estaba al tanto.-
    - Por supuesto. Mi hijo se acaba de sacar el carnet y su habilidad al volante es bastante limitada, no puedo más que repudiar su actitud; pero no venga con su verbo hiriente a darme lecciones de moralidad.-
    Si nos enfrentamos en el juzgado, saldrá usted victorioso, pero podemos arreglar esto por las buenas, ¿verdad?-
    Cuando iba a contestar, me mostró los papeles del seguro.
    - Mire, a todo riesgo. Llévelo al taller, yo me hago cargo.-
    - Mañana mismo- dije sorprendido al descubrir al autor de los arañazos de mi coche.
    -Pero yo solo quería avisarle de que mientras duren las obras del garaje, tendremos que aparcar en la calle.-

    | Septiembre 2018
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 7

  • Nuevas competencias

    La gente se apiñaba delante de la oficina de recursos humanos.
    Intenté entrar pero un hombre me increpó:
    - "Póngase a la cola".
    Era mi primer día de trabajo y no quería ponerme a sentenciar, pero aquellos exaltados con su glosario de proclamas, no me lo ponían fácil.
    Como medida cautelar llamé a la calma.
    -"Calma?, gritó una mujer. Yo tengo tres bocas que alimentar, que voy hacer si me despiden?
    - Nadie habló de despidos.- Dije en tono conciliador.
    - No sea ingenuo, para eso han contratado al nuevo abogado, para echarnos a la calle.
    Me quedé helado, esa era mi labor, un despido masivo.
    Entré en la oficina y al instante presenté mi dimisión.
    Al salir, repartí tarjetas de visita entre el gentío allí reunido,y me fuí a mi casa,cual héroe victorioso, seguro de que como abogado laboralista no me iba a faltar trabajo.

    | Agosto 2018
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 4

  • Demasiada imaginación

    Llevaba todo el día con aquella cajita en el bolsillo.
    Un mensajero se la entregó en la puerta del bufete, le vi firmar el albarán y guardarla discretamente.
    Nuestra relación, tanto laboral como personal, pronto cumpliría tres años, así que imaginé que el momento del anillo había llegado.
    Últimamente estaba nervioso, y yo decidí abogar por guardar silencio, y no censurar su extraño comportamiento.
    El idioma de los sentimientos no era su fuerte, y esperé impaciente a que se decidiera.
    Lo hizo sin mediar palabra. Puso la cajita sobre mi mesa y la abrió.
    - Estás seguro?- Pregunté algo decepcionada.
    - Por supuesto, eres mi novia, además de mi socia, no puedo confiar en nadie más.
    El nuevo cliente es un tipo peligroso, si algo me sucede entrega todo el material a la policía. Está en la caja fuerte de mi despacho, guarda bien la llave.

    | Junio 2018
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 6

  • Por ella

    Dejé sobre la mesita un vaso de leche caliente y sus tostadas favoritas, con crema de cacao.
    Sara era todo lo que tenía, y aunque buscaba trabajo "de lo mío", aquellas duras jornadas en la fábrica de conservas me garantizaban un sueldo con el que podíamos subsistir.
    Llevaba tres meses en el turno de noche, a punto de firmar la renovación, y no podía arriesgarme a un despido, así que, muy a mi pesar, la dejaba sola.
    Mi jefe solía sentenciar sobre la irresponsabilidad de los jóvenes, y ponía al límite mi infinito aguante, gritándome:
    "Venga nena, que para esto no hay que ir a la universidad".
    Lo que él no sabía, es que bajo aquel delantal de plástico había una abogada.
    La abuela hizo un gran sacrificio para pagarme la carrera, y ahora que me necesitaba, debía estar a su lado para cuidarla.

    | Mayo 2018
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 42

  • Golpes que aún duelen

    Se armó de valor y se presentó en el bufete a la hora acordada.
    La muerte de su padre no suponía para él una gran pérdida, había sobrevivido sin su presencia desde los 15 años y ni una cuantiosa herencia haría cambiar su opinión sobre él.
    La viuda y sus abogados le observaban con recelo, temerosos quizás de que estuviera dispuesto a litigar y su bolsa de caudales pudiera verse mermada.
    Notó fatiga en el rostro de la mujer, la misma que él sentía de niño cuando su padre regresaba a casa.
    Pensó si las cosas habrían sido diferentes de ser ella su madre.
    La miró a los ojos, con frialdad, y salió del despacho dando un portazo.
    Las heridas ya no dolían, pero la puerta golpeándose tras ella, dejándolo en manos de su verdugo... aquel sonido seguía martilleando en su cabeza.

    | Febrero 2018
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 11