Imagen de perfilAl pie del cañón

laura pilato rodríguez 

Lo dejé todo por Alina. Algo en mi interior me decía que juntos podíamos superar cualquier dificultad. Aunque reconozco que vivir en Ucrania al principio no resultó fácil, nuestro despacho especializado en derecho internacional pronto despuntó. Y, a pesar de la escasa ayuda para la conciliación, conseguimos criar dos hijos sin desatender nuestro proyecto laboral.
Hasta que la amenaza de una guerra se volvió tan real, que permanecer en el país suponía una condena a muerte.
Se nos facilitaron los medios para huir de aquella masacre, y al igual que diez años atrás, tomamos juntos una dura decisión. Pusimos a salvo a los niños y continuamos trabajando rodeados del sonido atronador de las sirenas y las bombas. Luchando por la paz con nuestras propias armas.

 

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