Imagen de perfil¡Sorpresa!

laura pilato rodríguez 

El inesperado sobreseimiento del caso dejó libre a mi cliente, y a mí con tiempo suficiente para comprar un regalo de aniversario, y darle una sorpresa a mi mujer. Me suele acusar de no tener detalles románticos, y de que soy un adicto al trabajo. Así que esta vez no tendrá nada que reprocharme.
Aparco el coche a unos metros de la casa, cojo el regalo, y al acercarme… ahí está; bajo el panel del porche, comiéndole los morros a su entrenador personal. No me lo puedo creer. Yo todo el día corriendo del despacho a los juzgados, intentando ser un marido ejemplar, y me engaña con ese Rambo de pacotilla. Pues ella se lo pierde. Me voy a redactar la demanda de divorcio, pero antes pasaré por la tienda a devolver la aspiradora.

 

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