Imagen de perfilVIÑETAS, PUÑETAS Y DESAHUCIOS

Margarita del Brezo 

La escalofriante noticia apareció en la portada del Chafardero Indomable: «Un rey sin camello llegado de Oriente con la bolsa repleta de oro compra el edificio de la Rue del Percebe, 13». El muy regio pretendía echarlo abajo alegando que era vetusto y albergaba arañas y otras alimañas en las entrañas. En su lugar levantaría apartamentos de lujo con «sensitive cool after shave» de serie en los aseos; vamos, la loción de toda la vida, pensé, y en eso sonó el teléfono. Era Rompetechos para, con mucha vista, ofrecerme el caso. Acepté encantada. Se lo debía a todos los vecinos por lo que me habían hecho disfrutar con sus tropelías, las mismas que me empujaron a ejercer la abogacía. Ganar resultó fácil al contar también con la ayuda de la T.I.A. Aunque cuando lo único que puedes contar es la mísera pensión de la abuela, difícilmente te salen las rimas.

 

+24

 

Queremos saber tu opinión

16 comentarios

    1. Esta es de las veces que me hubiera gustado tener mil palabras para contratar al botones sacarino en la portería e ir a visitar a las hermanas Gilda y flirtear con Anacleto en secreto y… ¡¿Ves?, me embalo!
      Hay que arreglar lo de las rimas, eso sí, y que al mundo no le falte poesía.
      Mil gracias por tu visita. Cuando salgas, cuídate de los vecinos ;)
      Un abrazo

       
  • Aunque el micro, Margarita, nos remueve la conciencia, también despierta gratos recuerdos. Me partía con las historias del Botones Sacarino, de 13 Rue del Percebe, de Rompetechos (¿lo políticamente correcto desterrará a personajes como este?). Con un compañero fundé un Banco, el Gil Pato Bank (también teníamos presente el universo Disney, y los personajes de la Editorial Pilote, y Tintín, claro está), cuyo capital estaba formado por «mortadelos», unos billetes como del Monopoly que publicaban en los tebeos (así los llamábamos entonces, por el TBO por antonomasia)…

    Gracias por el homenaje a Ibáñez, que sería extensivo a Vázquez, a Escobar (hoy el Escobar por antonomasia es otro)…

    Un abrazo, y suerte, Margarita del Brezo.

     
    1. Parece que hemos sido vecinos, Manuel, si no de calle, sí de época; sin embargo, como yo me gastaba íntegro mi duro de propina en endulzar mi infancia, no ahorraba nada y me perdí entrar en el Gil Pato Bank, jooooooooooo.
      Me parece una fantástica idea fantasiosa, Manuel; a esa tierna edad ya prometías ser el tiburón de las finanzas imaginativas en el que te has convertido.
      ¡Un hurra por los tebeos, por la infancia y por la imaginación!
      Un abrazo

       
  • Pensión… rima… con depresión… Sí, mejor no rimar. Yo también hubiera aceptado el caso, por la misma razón que lo hiciste tú. Cierto que no hubiera sido tan tan tan imaginativo. Y por eso te envío mi voto NO SIN ANTES FELICITARTE POR EL MERECIDÍIIIISIMO PRIMER PREMIO DE TU RELATO «UN CUENTO DE MALA CALIDAD». Me lo dijo el Reporter Tribulete».

    Un beso enorme.

     
    1. Las rimas mejor para los versos, sí. Y los casos de abogados, para personas como tú, que entendéis de leyes. Como dicen los sabios populares, «zapatero a tus zapatos», aunque hay que tener cuidado porque si te encuentras con el de Cenicienta corres el riesgo de convertirte en príncipe azul cielo despejado y que te dé una insolación.

      Me alegra volver a coincidir contigo, Ángel. Dale recuerdos a Tribulete de mi parte.
      Un beso