Ángel Montoro Valverde
Microrrelatos publicados
COMPAÑERO BOT
Esta primavera, los fondos europeos han traído un robot al bufete. Su precio es secreto de confesión, dice mi jefe. No precisa formación continua, sino que se actualiza con un automático volcado de datos. Su capacidad para memorizar, procesar y razonar es cien mil veces superior a la de un humano (según qué humano, digo yo). Por ley, a estos engendros hay que matricularlos, pero a este, además, lo han colegiado. Todo un adelanto para el despacho y una amenaza para mí, que encima soy el encargado de ponerle al día. En su manual de instrucciones leo que optimiza cualquier tarea repetitiva, así que lo he puesto en atención al cliente y repite como nadie manidas expresiones: «De lo suyo aún no ha salido nada… las consultitas también se cobran… a veces se gana y a veces… justo en este momento estábamos estudiando su asunto...».
| Abril 2024
Participante
Votos recibidos por la Comunidad: 11DESIGUALDAD DE ARMAS
Mi contrario es un abogado artificial tope de gama. Tiene funcionalidades de serie: Tasación automática de costas, gestión eficiente de estrategia procesal, cálculo de probabilidades de sentencias estimatorias. Lex-net y firma integrada. Electrónica, claro. Es también procurador, mediador, criminalista, perito y, lo que es peor, un clon de Mario Casas. En sala lo tengo perdido con todas las de la ley, así que voy a comenzar por proponerle un acuerdo. Es correoso, no entra al trapo, y no acepta una rebaja de la deuda, pero sé que, en estos casos, quien resiste, gana. Tiene cinco horas de autonomía y llevamos más de cuatro de negociación. Creo que es el momento de darle un ultimátum y avisarle de que en este juzgado de provincias no hay punto de recarga.
| Enero 2024
Participante
Votos recibidos por la Comunidad: 9DERECHO EN RATICULÍN
Mi pareja es abogada especializada en derechos universales y su prestigio es indiscutible desde aquel litigio interplanetario por la responsabilidad civil de los asteroides. Es la verdadera artífice de esta reforma. Su propuesta legislativa ha sido aprobada en Junta Suprema. Hemos acabado con la barbarie, promulgando una constitución con una cláusula especial que reconoce el derecho a voto de los tritones para abolir definitivamente la hegemonía de las sirenas.
Exclusivamente para nosotros dos, ha hecho un hueco en su agenda por espacio de tres lunas de Oberón. Tras finalizar su jornada, nos hemos refugiado en esta casa rural con vistas a Plutón. Acaricio sus dos cabecitas con mis tres membranosas manos, y ella me regala una sonrisa rebosante de ese perfumado moco verde que me embriaga. Después del festival de feromonas pondremos una peli. Hoy echan una de humanos y seguro que me duermo. No me gusta la ciencia ficción.| Octubre 2022
Participante
Votos recibidos por la Comunidad: 21LEYES MUERTAS
En mi oficio, conocer la ley es un visado para el éxito, el arma para usar en estrados, buscando las vueltas al contrario. En mi vida, sin embargo, me la salto cuando puedo. Pero el lunes tiré un envoltorio en el parque y al volver al despacho encontré a la nada interesante Ordenanza de Urbanidad y Convivencia cubierta de hematomas. Días después, tras saltarme un stop, el Código de Circulación apareció salpicado de sangre. El jueves, cuando presenté la renta, era la Ley General Tributaria en formato digital quien padecía heridas inciso-contusas. Hoy he quedado con mi socio para repasar las cuentas y repartir beneficios. Mi sorpresa es que su Código Penal sangra a borbotones, mientras noto en mi espalda la punzante hoja de un abrecartas.
| Septiembre 2022
Participante
Votos recibidos por la Comunidad: 18MI DEFENDIDO
Le debía dos muertos a la justicia. Un banco, dos empleados intrépidos, tres días de abstinencia. Un robo con arma, dos balas certeras, tres niños sin madre. Hoy toca defender a este animal, como quien limpia una fosa séptica después de comer. Toca decir que su hogar nunca fue dulce. Ni hogar. Que su padre se fue antes de empezar a serlo, dejando un legado de resentimiento. Que mi-ma-má-me-mi-ma no era más que una lección de parvulitos y un deseo evanescente, pues ella solo dio los besos que cobraba en ese mercado de noche donde hizo carrera. Toca alegar que el día de autos buscó un caballo pero encontró un mono. Hoy toca, en la balanza, cargar de atenuantes el platillo de la clemencia, mientras las víctimas piensan que no tengo entrañas. Que nadie lo dude: haré lo que toca.
| Abril 2022
Participante
Votos recibidos por la Comunidad: 26ACUSO Y DERRIBO
Yo movía la mesa cuando mi repelente hermano armaba castillos de naipes. También adorné con manchas de tinta su trabajo de perspectivas para el instituto. Otro día construyó un palacio con palillos, que acabó en ruinas de la patada que le di. Mamá, encolerizada, me reprendió por mi carácter destructivo y me hizo jurar que no lo haría nunca más. Él hizo arquitectura y yo derecho, como mi vecina, intentando empatizar con ella. Actualmente, Elena tiene dos hijos: mis sobrinos.
Mamá no paraba de elogiar el hotelazo, diseñado por mi hermano, que estaban construyendo. Lo busqué por internet y me topé con una mole de hormigón que atentaba contra el valor paisajístico del valle. Lo denuncié ante la Comisión de Urbanismo. Todos los recursos que interpuso se saldaron con resoluciones desestimatorias. Hoy demuelen la construcción.
Suena el teléfono.
—Caín Abogados…. ¿Eres tú, mamá? Te lo prometí… pero... es mi trabajo…| Febrero 2022
Participante
Votos recibidos por la Comunidad: 32SOLUCIONES SOSTENIBLES
Cuatro años después, cayó derrotado. Obtuvo el apoyo popular con tres ideas programáticas: «Dejemos a nuestros hijos un planeta mejor», «educación en la solidaridad» y «justicia ecológica»; pero cuando gobernaba, a medida que pretendía subir el nivel de vida, bajaba el del río. Su contrincante le ganó los comicios con tres premisas radicalmente distintas: «Dejemos a nuestro planeta unos hijos mejores», «solidaridad en la educación» y «ecología justa»; pero cuando aseguraba que subía la calidad de vida, bajaba la del aire. Ahora, frente a nuevos candidatos, ambos van a cooperar y fortalecer sus relaciones con una alianza diseñada por sus equipos jurídicos, presentándose en coalición. Coinciden en ofrecer soluciones legales alternativas a la polución y al cambio climático. Por eso, liberalizarán el mercado del aire puro embotellado y aprobarán una Ley de temperaturas máximas, que autorice al Gobierno a manipular los termómetros.
| Agosto 2020
Participante
Votos recibidos por la Comunidad: 21INTERRUPTUS
—¿Artículo 325?
—Delito de emisiones, vertidos.... —respondió el opositor, acometiendo el escote.
Quería esa plaza de jurídico en desarrollo sostenible pero, a causa de la desaforada pasión, incrementada con su recién inaugurada vida de pareja, no encontraba el modo eficaz de lograr la paz interior, atornillarse a la silla y disciplinar la memoria. Para facilitar el estudio, ella le impuso la condición de demostrar el dominio del temario antes de cobrarse el pago de los deseos.
—¿Responsabilidad medioambiental?
—Ley 26/2007 —contestaba Rubén, sin que el antilibidinoso esfuerzo memorístico ralentizara su lucha frente a dos desobedientes corchetes.
—¿Objetivo número dieciséis de la agenda 2030?
—Justicia para todos—afirmó seguro el interrogado, mientras accedía digitalmente al epicentro de sus ardores.
—¿Delito de incendio forestal?
—Doscientos… ¡dos! —respondió, sofocado.
—Error. Ese artículo es… hum… allanamiento de morada. Repasa.Una contracción muscular, certeramente ejecutada por la examinadora, vedó por esa noche el acceso al paraíso.
| Julio 2020
Participante
Votos recibidos por la Comunidad: 33LA LUMI
Ella vende amor con gonococos desde que inauguró su pubertad con un regalo sorpresa en forma de cigoto. Cruzó las aguas de la desigualdad, que no se abrieron a su paso, hasta la tierra que nadie le prometió, a un destino sin plus de nocturnidad, donde discriminar es la regla y las oportunidades la excepción. Hoy se ha mezclado con las demás para gritar contra una brecha salarial que no le afecta. Camina radiante, positiva; la sonrisa se le escapa del perímetro del carmín y no hay rastro de la habitual brea de tristeza que ciega sus ojos, ni del perfume que enmascara su derrota.
–Es mi hija. Por ella estoy aquí –me dice, mientras me entrega media cuartilla impresa que ha sacado del bolso.
–Facultad de derecho. Justificante de matrícula. Primer curso. —Leo, mientras comprendo que desde ahora, además de su abogada, seré cómplice de su esperanza.| Marzo 2020
Participante
Votos recibidos por la Comunidad: 51LOBOTOMÍA
LOBOTOMÍA
Las intervenciones de corazón no dieron el resultado esperado porque no era un problema de compasión. Por ello, al jefe de recursos humanos le rasuraron la cabeza y limpiaron el área para retirar el cuero cabelludo, perforar el cráneo y acceder al cerebro. El cirujano extirpó de inmediato los prejuicios tumorales: el “inútil” del lóbulo parietal derecho y el “pobrecillo” del izquierdo. Cauterizó vasos sanguíneos inyectando un anticoagulante para promover la conexión neuronal del pliegue del crecimiento empresarial productivo con el del empleo inclusivo. El toque maestro fue cuando, con ayuda del abogado, inoculó el artículo 42 de la Ley de las personas con discapacidad y se diluyeron al instante las expresiones invasoras “anormal”, “tullida” y “tarado”. Al poco tiempo, cuando la chica de recepción recién contratada se ajustaba el sonotone con una sonrisa, comprendimos que la operación había sido un éxito.
| Febrero 2020
Participante
Votos recibidos por la Comunidad: 49EL EFECTO MARI ROSA
Los cincuenta y pocos no existen. Y aunque a esas edades, algunos sigan estando muy buenos, como es mi caso, todo pico por encima del medio siglo hace que sin darte cuenta hables menos de grandes proyectos y nuevas expectativas y más de mamografías y tactos rectales. Y en esa posición genu-vergonzante me encontraba, ante Mari Rosa -Dra. Colón para los no amigos-, quien me recomendaba respirar hondo y pensar en algo agradable para superar el trance. Preocupado por el mundo que van a heredar mis hijos, soñé con mares limpios de residuos plásticos, con leyes y tratados efectivos frente al cambio del clima, con tribunales especializados en justicia ambiental a los que yo acudía en bicicleta, con el desarrollo sostenible de los pueblos y hasta con minutas cobradas a primer requerimiento. Y tan placentero fue el sueño que me he convertido en un adicto a las colonoscopias.
| Octubre 2019
Participante
Votos recibidos por la Comunidad: 31TALIÓN
Los ancianos comunicaron al gran jefe que el poblado desdeñaba la arbitrariedad de sus sentencias; síntoma de la inseguridad jurídica que supone regirse por usos y costumbres imprecisos e, incluso, contradictorios. Por eso, propusieron como solución la norma escrita. Recibieron de una oenegé la donación de un portátil, y a golpe de teclado y navegador obtuvieron diversas compilaciones normativas. Tras debatir y sopesar opciones, rechazaron nuestro reglamento hipotecario por eludir los verdaderos problemas de la sufrida clase salvaje media. Rehusaron también el casuístico derecho anglosajón, el amplio código justinianeo… Finalmente eligieron un texto claro, conciso, que no requería alambicadas interpretaciones ni laberintos procesales: el Código de Hammurabi.
Pasadas trece lunas, el Consejo, en su reunión anual, evaluó la implantación de la ley babilónica: Imperaba el orden, no había dilaciones indebidas y la cárcel estaba vacía. Todo un éxito, aunque hubiera más desdentados que de costumbre y algunos tuertos.| Agosto 2019
Participante
Votos recibidos por la Comunidad: 30JUICIO PERDIDO
Como una bombilla mal enroscada, crepitando para finalmente encenderse, o desconectarse del todo. No me explico por qué extraña conexión neuronal he pasado de citar el derecho consuetudinario a narrar el cuento de la desfavorecida Cenicienta. Me molestan las caras de extrañeza de los presentes al preguntarme la edad o el nombre de mi madre, así que les ignoro para perderme en ese brumoso infinito que va desde la montura de mis gafas hasta el micrófono de pie. Sigo sin entender por qué no estoy en estrados, sin nadie a quien representar o defender, por qué visto mi rebeca de lana y mis calcetines estampados de cactus en vez de la toga y por qué un compañero recita el doscientos del Código Civil. Balbuciente me acojo a mi derecho a no declarar antes de que Su Señoría me interrumpa para sentenciar la incapacidad de alguien que no recuerdo.
| Julio 2019
Participante
Votos recibidos por la Comunidad: 32MIS INICIOS. UNA HISTORIA REAL
Abandonado al calor placentero y placentario de mi butaca, la primera ponencia del congreso “abogacía transformadora, futuro e innovación: las nuevas tecnologías” me trasladó, en un cerrar y cerrar de ojos, al ya lejano pasado de mi primer asunto: un interdicto perdido en primera instancia. Esperé impaciente a que el fax evacuase seis interminables metros de papel térmico saltándome los fundamentos para leer directamente el fallo: “Se estima íntegramente el recurso…con condena en costas a la parte apelada”.
Me sentí abogado completo. Convertí el raído sillón del escritorio en trono real desde donde divisar complacido los dos con setenta metros cúbicos de mi despacho. Era inmensamente feliz; como cuando gané un millón de euros con la publicación de mi tesis “Código Justinianeo: precursor de Lexnet”, como cuando me impusieron la Cruz de San Raimundo de Peñafort, como cuando ligué con Naomi Campbell, como cuando mi Aleti ganó la Champions.| Marzo 2019
Participante
Votos recibidos por la Comunidad: 18LA EVOLUCIÓN DE LA ESPECIE
En los tiempos donde nos tocó crecer no había libertad sexual; pero tampoco la echaba en falta, ya que pasé mi juventud con un bigote ralo, en pleito constante por invadir terrenos a una comunidad de espinillas. Todo ello me ayudó bastante a desistir del intento de conciliar apetitos y jurisprudencia, aplicándome por ello al estudio de lo segundo. Sin embargo, un día, harto de no mirarme al espejo, descubrí que mi bigote había desahuciado a las pústulas; y que con una corbata anudada al cuello de mi camisa, había mutado de ridículo a interesante. Al final, inmediatamente después de aprobar notarías, logré emparejarme con aquella chica por la que bebía los vientos.
Mi hijo es un retrato hiperbólico de mi adolescencia. Muy feo. Tengo fundadas esperanzas en que será un bello registrador.
| Febrero 2019
Participante
Votos recibidos por la Comunidad: 42CARBÓN
“Queridos Reyes Magos:
No he sido un abogado bueno, pero sí un buen abogado. Además… con tantos años de asistencia al detenido no esperéis que me declare culpable de nada.
Junto con la escalofriante loción que nunca pido pero siempre cae, suplico salas de vistas con aire acondicionado en julio o en su defecto togas transpirables, cobrar a tiempo del turno de oficio, disfrutar de Lexnet con 30 megas y una ley de ejecución inmediata de sentencias civiles que defina inmediata como inferior al mes. Me despido porque llaman a la puerta.”
— Sí, pase
— Buenos días.
— ¿Baltasar de Oriente? —Pregunto esperanzado.
— No. Mufasa. De Kenia.
— ¿Y en la bolsa qué lleva? —Repregunto, aunque ya sé que no son regalos.
— Todo lo que tengo. Y mi expediente de expulsión para que lo recurra.El próximo año lo intento con el gordito ese de rojo.
| Enero 2019
Participante
Votos recibidos por la Comunidad: 21COMO PAPÁ
Nunca creí que lo hiciera; pero aquél día, el de su aniversario, me preguntó a bocajarro qué hacer después del instituto.
— Estudia derecho
— Jamás—contestó seguro de sí mismo—.Paso de perder mi vida como tú entre infumables códigos, repertorios legislativos, legajos y papeles.
— ¡Hijo!—lamenté—, no sabes mirar. Donde tú no ves más que letras yo contemplo pensamiento, libertades… la conquista de la ciudadanía. Estás viendo el tapiz del revés.
— ¿Cómo? —Preguntó extrañado—.No sé a qué te…
— Que donde tú ves una partitura con cuarenta… cuatrocientos borrones, yo escucho extasiado la gran sinfonía de la justicia.Aproveché la conversación pare regalarle un ejemplar de la Constitución con su artículo 10 subrayado en cian. Me hizo caso. Ahora toca el violín en el metro y en su estado de WhatsApp pone: “feliz”.
| Octubre 2018
Participante
Votos recibidos por la Comunidad: 29EL GOLPE PERFECTO
Mi abuelo, conocido por Francisco de Santoña, Paco de Ocaña, o Curro del Puerto (ya que en sendos penales estableció sucesivamente su habitual residencia) en su convalecencia moral no para de repudiar su pasado criminal, pero vive con fruición mis últimos golpes.
Como él en sus atracos, estudio las debilidades del banco, preparo minuciosamente una estrategia, y cuento con plan de fuga. Él, desde el último banco (en su acepción mobiliaria) observa cada uno de mis movimientos y se reconoce en ellos. Y lo que más le enorgullece es que salgo victorioso del asalto sin llevar pasamontañas ni pistola, ni salir huyendo de la sala, tras contestar sin piedad al fuego enemigo con fluido verbo, jurisprudencia y artículos de la ley de consumidores y usuarios en casos de cláusulas suelo, devolución de gastos hipotecarios y préstamos multidivisa.| Septiembre 2018
Participante
Votos recibidos por la Comunidad: 14ESTIMADO YO
Helado me quedé cuando ella me dejó por un gafapasta cultureta lector de Schopenhauer; ese prusiano para quien la vida era dolor o aburrimiento, alternativas que conmigo tenía de sobra. Buscando respuestas, asisto semanalmente a la consulta de mi cuñado, un “gurú emocional” con olor a incienso, que por trescientos euros la hora se dedica a sentenciar mis actos martirizándome con un glosario de frases como ”no eres héroe por lo que logras; sino por lo que superas”.
El otro día, muy nervioso, requirió mis servicios como abogado ante una inspección tributaria que puso al descubierto su sociedad pantalla, amenazando seriamente su ingente fortuna. Solicité la suspensión cautelar de la deuda empleándome a fondo hasta lograr un acta de conformidad pagadera en cómodos plazos. Desde ese día está reforzando de verdad mi autoestima con un mantra que repite, cabizbajo, cuando me ve: “joder cuñao, joder, gracias”. Y no me cobra.| Agosto 2018
Finalista
Votos recibidos por la Comunidad: 43JUICIOS DE VERANO
—Nada te pasará si confiesas.
—Eso nunca.
—Ya lo veremos —dijo el alguacil mientras volvía a sumergir la cabeza de la niña, que braceaba espasmódicamente buscando oxígeno.
—Vale, fui yo —tragó agua mientras se incriminaba, para regocijo del inquisidor que presenciaba el interrogatorio—. Pero… tengo derecho a la última palabra.
—Habla.
—Pido la nulidad. Obligarme a declarar mediando torturas y engaños es vulnerar mis garantías procesales.—Actuaba como quien remedase situaciones muy familiares, con la cantinela de recitar las tablas en el colegio—. Y subsidiariamente suplico la libre absolución por ausencia de dolo.El alguacil, hermano mayor de la confesa me miraba entre pasmado y divertido.
—Así sea. ¡Absuelta! —sentenció el padre convertido en juez.
Desde la hamaca, relajada, visualizo a mi hija como digna heredera del despacho, mientras el mojado cuerpo del delito, un móvil chino de antepenúltima generación puesto a secar, agonizaba.
Nadie llama. Un gustazo.
| Julio 2018
Participante
Votos recibidos por la Comunidad: 20PENSIONES, DERECHOS Y AMORES
Corría y corría y corría en igual dirección que los demás. Como ñus cruzando el Mara, sin tiempo para pensar, fui descartando bocacalles que salían al paso. Observé cómo a todos, inexplicablemente, nos faltaba un zapato. Por eso, al llegar al hemiciclo formamos asamblea para estudiar tan insólito suceso, discutiendo nuevas fórmulas para la movilidad, la colectivización del calzado, el aprovechamiento por turnos previa firma del albarán de entrega, o la altura de los tacones. Alguien con más anillos que dedos apeló a la libertad individual mientras que otro insistía en abogar por su prohibición.
Al final se impuso el sentido común y nos amputamos los pies descalzos.
La decisión, aunque dolorosa, era justa; razón por la que extendimos tan equitativo criterio a todos los ámbitos, para censurar ideas y cercenar sueños que corrían el riesgo de no cumplirse.
Yo, persona culta y políglota, guardo silencio en varios idiomas.
| Junio 2018
Participante
Votos recibidos por la Comunidad: 28AL TRAN TRANS
Salgo de comisaría y beso mi DNI. Sonrío a pesar de que, al caminar, los puntos de sutura me recuerdan que la cirugía, reparadora de una traición, está muy reciente. Un escaparate me oferta un elegante vestido que no hace tanto me hubiese quedado como un guante. En la intimidad, agradezco a Clara Campoamor el sufragio femenino y a mi abogada, cargada con mi expediente y la bolsa del super, su intento de conciliar dos vidas a jornada completa. Imagino a Concepción Arenal vestida de hombre para entrar en la facultad de derecho y convertirse en la mujer que quería ser. Como yo. Vuelvo a mirar mi carné. Ahora me llamo Manuel.
| Abril 2018
Participante
Votos recibidos por la Comunidad: 79SOCIEDAD LIMITADA PROFESIONAL
Ella es al amor lo que el prospecto del Fortasec a la literatura, o lo que yo a la emoción. Por eso nuestro matrimonio de inconveniencia fue un proindiviso del sopor y mis lisonjas resultaron una inútil quimioterapia frente a la metástasis del tedio. Como no hay segundas oportunidades salvo para la estupidez, cuando ella lo propuso, sin pedirle explicaciones ni el rosario de mi madre firmé un divorcio por el que yo pierdo una esposa mientras ella gana un socio de despacho, ese columpio que nos mece al ritmo de una custodia compartida o del baremo de lesiones. Ella carga las tintas en mis demandas y yo dulcifico sus minutas de modo que ni una es el diablo ni otro el vicario de la bondad. Trabajamos tan a gusto que no encontramos hora de volver a nuestras casas.
Estoy pensando en poner dos camas en el archivo. O una.| Marzo 2018
Participante
Votos recibidos por la Comunidad: 64UNA PERSONALIDAD ARROLLADORA
Inútil como una licencia de pesca en el Mar Muerto; un don nadie sin don, uno más al que no echaban de menos. Pero la vida de Anónimo Equis cambió radicalmente al litigar y adjudicarse la herencia de su tío, no sólo por el extenso caudal de su hijuela, sino también porque ese cero a la ultraizquierda pasó a ser considerado un referente comunitario.
Asistiéndole como abogado, pude presenciar cómo era reclamado como “distinguido señor” por el flamante gestor de su cartera de valores; por su parte, el notario le llamó “causahabiente” y la registradora “titular de los bienes inscritos“. En el catastro de rústica aparecía como “terrateniente” y la directora del banco le recibió con honores de “cliente preferencial”. Posicionado socialmente, ese acumulador de títulos era feliz.
Pero también fui testigo de su fatiga por disnea y pérdida de la consciencia cuando Hacienda le requirió como “obligado tributario”.
| Febrero 2018
Participante
Votos recibidos por la Comunidad: 52CINCUENTÓN
La comida del día uno quebró el propósito de sobremesa de nochevieja. Mientras me ducho diviso en cenital un distendido e hipertrófico vientre, imposible de definir, adivinando que tras él están mis pies y alguna cosa más. Espejo frente a espejo contemplo la exagerada tonsura, sospechosa de convertirse en anillo de circo, y lamento la injusticia distributiva con que la naturaleza ha diseminado la pelambre por mi epidermis. Observo con disgusto lo mal que mi barba disimula la papada. Desde mis tiempos de facultad he venido pensando que había que liberar a la justicia de formalismos procedimentales, arcaísmos lingüísticos, estrados y puñetas, para situarla más pegada a la calle. Hoy sigo pensando lo mismo; pero mientras me recompongo el tipo camino del juzgado, no puedo dejar de agradecer a mi sastre y al 187 de la L.O.P.J. lo bien que me sienta la toga. Y lo que tapa.
| Enero 2018
Participante
Votos recibidos por la Comunidad: 35CINCUENTONA
No hace tanto (o quizás sí), que renuncié a conciliar la vida familiar a fuerza de prescindir de ella y rompí barreras de género logrando iguales oportunidades para nosotras. Pero ahora tengo en contra las leyes de la transparencia y de la gravedad; y al enemigo en mis filas. Desde el aterrizaje en el departamento jurídico, con más presencia que jurisprudencia, de dos jovencísimas letradas recién masterizadas, adolezco de invisibilidad y mis consejos legales, dogmáticamente asumidos hasta ahora, son respondidos con un “perdona, ¿decías algo?”. Lo peor ha sido esta mañana, cuando el sensor de la puerta de entrada no ha advertido mi presencia. Y, mientras en la calle verifico la integridad de mi nariz, me pregunto si se trata de un fallo fotoeléctrico o de un despido objetivo por equivalencia matemática: cambiar a una abogada de cincuenta por dos compliances de veinticinco.
| Octubre 2017
Participante
Votos recibidos por la Comunidad: 46HEMATOMA CON DIAMANTES
Soy joven…guapa… y mi perfume cuesta lo que un anillo, que importa lo que un coche que vale lo que una casa. Todo este lujo, costeado por la bestia con la que duermo, se ha convertido en imprescindible y es la jaula dorada de la dependencia que me impide llegar hasta el bufete de enfrente. Ni oír hablar quiero sobre juicios rápidos, eventuales careos, reparar el daño… sinónimos todos de volar sola, sin norte ni guía.
Al principio gritaba a los cuatro vientos que me quería, luego sólo me gritaba. Ahora susurra amenazas y ejerce contra mí una violencia controlada, procurando que la extensión de mis cardenales no sobrepase el patrón de un vestido de Prada. He venido creyendo que respetaría esos límites por temor a perder su posición social. Hasta esta noche…
Pero no hay que desesperar: me pondré unos leggings y un cuello alto para salir.
| Septiembre 2017
Participante
Votos recibidos por la Comunidad: 37CONTRATO MATRIMONIAL
Sólo la conveniencia explica que Flor, ya polinizada, como denota su perfecta curvatura abdominal, del brazo de hierro de su padre el Garfio, camine hasta el altar donde, impaciente, espera el joven letrado. La novia sonríe ante la sorpresiva presencia de su madre que, con residencia temporal en Albolote, estrena permiso penitenciario y bolso, con las hechuras de neceser y las justas medidas para portar su Beretta.
Sólo la garantía vitalicia del ejercicio profesional y del calor de la abundancia explica que la contrayente no sea Violeta, su amantísima novia de siempre. Pero las innumerables virtudes éticas y estéticas de esta profesora de internacional, hija del presidente de la Audiencia, no pueden ni de lejos competir con la vasta ciencia jurídica de su nueva familia de encausados, cuyo paradigma fue el bisabuelo Lenguas, apodado así por su poliglotía; y por su expresión facial cuando le dieron garrote.
| Agosto 2017
Participante
Votos recibidos por la Comunidad: 33LEY 35/2015
Hizo trizas los 50 euros, cogió su varita mágica y ¡alehop! el billete como nuevo. Idéntica liturgia con el naipe quemado, del que, cual fénix, emergió una sota. Repitió la acción triturando una bombilla que tras el taumatúrgico gesto y para sorpresa del respetable, irradiaba una intensa luz, cuyo efecto cegador sirvió al ladrón para hacerse con aquel todopoderoso palitroque.
El desconcierto en la sala era absoluto, pero con total seguridad conocí al momento la identidad del maleante más que presunto, cuando descubrí vacío un taburete de la primera fila. Corriendo subí hasta el camposanto iluminado por un cuarto menguante, y allí estaba Juanito, golpeando rabiosamente con aquel palo inútil la tumba de Alicia.
Le abracé y lloramos desesperanzados, pues la varita del prestidigitador no resucitaba mamás y mi capa mágica de abogado sólo arrancará a la aseguradora del conductor bebido, coleccionista de infracciones e incumplimientos, un puñado de billetes.
| Julio 2017
Participante
Votos recibidos por la Comunidad: 39EL IMPARCIAL MINOTAURO
Investigar casos de discriminación animal era inútil, como una linde de arena en el desierto, si el rey León no designaba juez para el Tribunal de Semovientes, ante quien denunciar la abusiva preponderancia humana. Cierto que algunos tiburones llegaron a ser brokers, hienas y buitres banqueros y numerosas víboras políticos, pero el resto de la fauna realizaba trabajos penosos, carentes de licencia profesional y seguro veterinario.
Tirando de tópicos, con evidente enfado de la zorra, descartó a la mula por terca, al cocodrilo por llorón, al camaleón por chaquetero… No encontrando candidato adecuado, pensó incluso en un loro que sólo sabía decir “honorarios”, por ser animal “de palabra”.
Inspirándose el monarca en mitológicos centauros, sirenas y minotauros que, por su naturaleza antropomórfica, parecerían más imparciales, eligió para el cargo a dos jueces mancomunados.
Nadie presagiaba el sangriento final… cuando la magistrada vaca supo que su colega se apellidaba McDonald.
| Junio 2017
Participante
Votos recibidos por la Comunidad: 43A LA OFICINA DEL DEFENSOR DEL LITIGANTE
Registro entrada de un escrito de queja, adjuntando croquis explicativo a cuatro columnas (año, estado procesal, observaciones, denominación actual del despacho):
- 1992: Encargo partición de herencia de mi tío. Lo Intentará solventar amistosamente. Placa de latón: DEMETRIO BRONCHALES MARTÍN Abogado.
- 1999: Inventario. Desacuerdo por la pradera recalificada urbanizable, y un supuesto primo de Albacete. Bufete Bronchales.
- 2002: Juicio. El ADN prueba que el albaceteño no es hijo del causante. Prometen dar “un buen meneo” al asunto. Banderola: ASESORÍA BONCHALES: Divorcios, desahucios, impagos, herencias, indemnizaciones, fiscal, laboral y contable.
- 2010: Apelación y Casación. Ganamos... pero sigo sin herencia. Me recibe su hijo, quien se excusa con “la pandemia de las dilaciones indebidas”. Metacrilato: Bronchales & Bronchales Asesores.
- 2013: Ejecución. Me piden paciencia. Acero mate, con acrónimo: DEBROMA Lawyers, Mediators, Tax advisers & Runners.
- 2017: (En blanco) No me atrevo a entrar. Luminoso: DEBROMA-CHEN, BAZAR JURÍDICO.
| Mayo 2017
Participante
Votos recibidos por la Comunidad: 33EL TEST DE RORSCHACH
Antúnez tenía principios; exactamente… dos: “ande yo caliente…” y “oveja que bala, bocado que pierde”. También tenía valores. En bolsa. Sin embargo, Campoamor, socio de bufete, era puro altruismo. Fue la concurrencia de extremos el secreto de su éxito asociativo, amenazado últimamente con las excentricidades de Antúnez, como aparecer en estrados disfrazado de piruleta o -mucho peor- actualizar Java sin un informático presente. Carente de familia y amigos, fue Campoamor quien le acompañó al psiquiatra.
-¿Qué ve en esta lámina?
- Una enfiteusis.
-¿Y en ésta?
- La ley de transparencia
-¿Y ahora?
-Una hijuela
-Entonces… ¿es grave? -Preguntó Campoamor-
-¿Por qué lo dice?
-Porque yo veo lo mismo.El doctor escribió: “Trastorno de despersonalización infectocontagioso”.
Cuando los socios hubieron marchado, el prestigioso psiquiatra se puso unas gafas tridimensionales de cartón, encajó la papelera en su cabeza y cabalgando sobre su sillón interestelar exclamó:
-¡Que la fuerza os acompañe!
| Marzo 2017
Participante
Votos recibidos por la Comunidad: 27RESTAURANTE EL FALLO
Aquel juicio del robo del collar en la biblioteca sirvió, no sólo para condenar a su defendido, sino también para que el joven ejerciente dejara definitivamente de sufrir su falta de confianza e insuperable miedo escénico. Hizo de su toga un delantal y en pocos años “El Fallo” era un exitoso restaurante.
Pero no relegó al olvido su frustrada vocación, y a las ensaladas para compartir las bautizó “litisconsorcias”; “sumarios” a los secretos; y al surtido de ibéricos …”procuradores”, por ser típico producto español. Apodó a mis hermanas gemelas “prescripción y caducidad” dada su dificultad para distinguirlas; y a mi madre, poco amiga de cambios, “prenda sin desplazamiento”.
Tuve el privilegio de acompañarle en su lecho de muerte, cuando me susurró:
- ¿Sabes hijo por qué el solomillo de la carta se llama “recurrible en casación”?
-No.
-Por razón de la cuantía.Y se despidió con un “visto para sentencia”.
| Febrero 2017
Finalista
Votos recibidos por la Comunidad: 25…EN EL PLAZO CONFERIDO…
Cierto es que Daniel y sus tres hijos esperan que el tribunal revoque la sentencia de primera instancia, pero más cierto es que Juan no lo espera. El proceso había sido un catálogo de inadmisiones de prueba; la pericial de ultrasonido no fue concluyente y nadie quiso testificar en su favor. Una legión de peritos pagados por la aseguradora repetían, como una caja de música, la cantinela de la ausencia de negligencia en el demandado. Los años de toga y su escepticismo existencial presagiaban otro fallo desfavorable.
No tenía norma que esgrimir ni dios al que rezar, pero… sin saber por qué, recordó a Machado (“hoy es siempre todavía”), recogió del suelo la foto que se había caído del expediente; era de Cecilia, sonriente, tomada días antes de morir. Encendió una cerilla y con ella, una vela. Y comenzó a aporrear el teclado: “… formulo recurso de apelación…”
| Octubre 2016
Participante
Votos recibidos por la Comunidad: 7ADRENALINA TOGADA
El blanco nuclear de la luz me traspasó; al menos es lo que sientes cuando, mientras examinas un gráfico sobre litigiosidad manchega, una nave se posa sobre tu despacho, y te abduce. La panorámica terrestre se esfumó con el eclipse proyectado por la Luna cuando pasé por detrás. Al llegar a aquel planeta me encontré de inmediato ante el Consejo.
-Quién es ud? -preguntó el juez supremo.
-Con la venia –balbuceé.
-¡Devuelvanlo! Pedí una persona, no un abogado.
Fue ese desprecio el detonante de una explosión de adrenalina que me obligó a adoptar la posición de ataque: formulé recurso de reposición, alegué las faltas de competencia territorial, legitimación activa y litisconsorcio pasivo necesario, declamando todo el articulado que la memoria y tres cuartos de hora lunares dieron de sí.
-Se admite el recurso. Se queda. ¿Algo más?
-Si Señoría. Por economía procesal suplico conjuntamente condena y tasación de costas.| Julio 2016
Participante
Votos recibidos por la Comunidad: 58