DESIGUALDAD DE ARMAS
Ángel Montoro Valverde Mi contrario es un abogado artificial tope de gama. Tiene funcionalidades de serie: Tasación automática de costas, gestión eficiente de estrategia procesal, cálculo de probabilidades de sentencias estimatorias. Lex-net y firma integrada. Electrónica, claro. Es también procurador, mediador, criminalista, perito y, lo que es peor, un clon de Mario Casas. En sala lo tengo perdido con todas las de la ley, así que voy a comenzar por proponerle un acuerdo. Es correoso, no entra al trapo, y no acepta una rebaja de la deuda, pero sé que, en estos casos, quien resiste, gana. Tiene cinco horas de autonomía y llevamos más de cuatro de negociación. Creo que es el momento de darle un ultimátum y avisarle de que en este juzgado de provincias no hay punto de recarga.
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Ángel, un perro viejo como tú se las sabe todas, ya lo creo. Y en los juzgados de provincia, la veteranía es un grado. Espléndido relato, amigo, tú sí que eres un máquina, en el mejor de los sentidos. Muchas suerte con M. Un abrazo.
Pues aquí estoy, esperando un relato de los tuyos, de esos que enseñan a escribir. Te iba a enviar una garrafita de aceite, pero está muy cara y te mando un abrazo.
Gracias.
jajajaaaaa, al menos hay punto de humor y argucia contra la máquina
Habrá que reírse. ¡Qué remedio!
Bravo, Ángel!
El retorno por la puerta grande, con tu siempre gran saber hacer, o mejor, saber escribir con ese punto irónico y canallita, marca de la casa!
Me ha encantado… tú no necesitas punto de recarga, amigo!
Un abrazo y mi voto, por descontado
Marta
A mí me recarga las cosas que tú me dices. Un abrazo
Amigo Ángel, tal y como dice Marta, tu retorno es por la puerta por la que sacaban a los toreros cuando cortaban las dos orejas y el rabo… Que nunca supe el por qué de esas amputaciones, pero ya son historia afortunadamente.
Mi voto y un abrazo ya los tienes.
Y contra ese Mario, ni tú ni yo podemos ya competir, así que mejor no lo enchufes cuando termine de descargarse.
Tranquilo Guillermo. Inexplicablemente se cayó por el hueco de la escalera y se hizo trizas.
Gracias.
Me encanta ese toque de humor que siempre encuentro en tus relatos. Te deseo mucha suerte, Ángel. Mi voto y un abrazo.
Gracias Ana. Supongo que para las contracturas de corazón nos queda la vida. Por eso me río de ella; por venganza. Un abrazo.
Muy divertido y bien escrito. Dejando esperanza a la inteligencia natural…Mi voto y mucha suerte!!!
Inteligencia natural o muerte. ¡Venceremos!
Gracias.