Gabriel Pérez Martínez
Microrrelatos publicados
Dentro de lo malo
Ya son meses echando horas extras en este caso. Yo, que siempre he luchado por la conciliación, y no veo a mi hija…
La investigación que incriminaba a mi cliente tomó, ayer, un nuevo rumbo. De considerarlo el fiscal un asesino, pasó a ser inocente. Así lo llegó a postular en la última audiencia. Y era lógico: nuevas pruebas imputaban a otro, exonerando a mi defendido. Este quedó libre y no dudó en celebrar una fiesta a la que no podía faltar, aunque llevase quince horas sin ver a mi pequeña. Mi cliente me recibió eufórico por el alcohol. Riendo, me confeso que su plan había salido perfecto y un desgraciado pagaría el pato. Le dije que eso no era lícito e iba a contárselo a la policía; y ahora estoy aquí: encerrado en un ataúd. Pero lo peor es que llevo día y medio sin ver a mi hija.| Agosto 2023
Participante
Votos recibidos por la Comunidad: 3Derecho de admisión
En nuestro reino de cuento, convivimos diferentes animales. Atrás quedaron los problemas de Bambi o Los tres cerditos, pero no siempre estamos de acuerdo.
Soy abogado (y un corzo). Mi cliente es un lobo, dueño de un bar, que desea impedir el acceso a ovejas y cabras. Caperucita, la fiscal, argumenta que eso es discriminatorio. “Seguro que no le importaría tenerlas en su estómago”, añade para ayudar poco.
En mi casa entra quien yo quiero, eso es fundamental. En un negocio privado, debería ser lo mismo, así lo he defendido en cada turno.
Hoy, el juez, un búho que jamás ha perdido la concentración, ha emitido el veredicto poniéndose de mi parte ─¡qué orgullo!─. Mi cliente, pletórico, celebra ahora una fiesta. Al llegar, el portero me señala que no se permiten cabras. Soy un corzo, le digo, pero él y otros muchos insisten en que ven a un cabrito.| Julio 2023
Participante
Votos recibidos por la Comunidad: 14El mediador
Mi madre es abogada; mi padre, fiscal. Se conocieron en la radio en 1999: los invitaron a debatir sobre la Ley del Ejército Profesional aprobada en el Congreso. Papá estaba a favor de la mili; mamá, no. Sin embargo, aunque en ese programa solo se llevaron la contraria, llegaron a un acuerdo para verse fuera de las ondas de comunicación y en unos meses se casaron.
De mi infancia, recuerdo que discutían hasta dormidos. Yo intentaba ejercer mi facultad conciliadora, siempre sin éxito. Así, cuando cumplí diez años, se divorciaron.
Nunca dejé de soñar con que alguna vez acercarían posturas gracias a mi intercesión, pero no hubo manera. Eso sí, ambos tuvieron claro que debían transmitirme su amor tanto por mí como por el Derecho.
Hace un año, aprobé las oposiciones a judicatura y hoy es mi primer juicio. Mi madre es la abogada. Mi padre, el fiscal. Ya veremos…| Mayo 2023
Participante
Votos recibidos por la Comunidad: 8Turno de mucho oficio
Siglo XXI. Acababan de acusar a Noé de la extinción de los dinosaurios por no incluirlos en el arca y me asignaban su defensa. Pensé que era una broma, pero al salir del despacho vi paneles anunciando el juicio. Coincidía con mi aniversario de boda y tenía programado un viajecito. Alegué eso para librarme y me respondieron que nadie sabía del Génesis como yo. Les dije que era agnóstico y muy fan, eso sí, del grupo que integró Peter Gabriel, que tocaba hasta el bajo. No sirvió de nada…
El día de la primera vista, argüí que los dinosaurios desaparecieron mucho antes del Diluvio, por un meteoro. Pensé que el juez anunciaría el sobreseimiento del caso, pero declaró culpable a Noé. Encima, como este estaba muerto, afirmó que sus sucesores, o sea todos, asumiríamos la pena. Para una vez que los humanos no habíamos causado la extinción de un animal…| Junio 2022
Participante
Votos recibidos por la Comunidad: 28Envidia
Soñaba con inscribir mi nombre en una calle de la ciudad. Ambos competíamos por ser el mejor abogado y contábamos juicios por victorias, aunque yo estaba convencido, hablando mal, de que él tenía una flor en el culo.
Un soleado día de primavera para mí, y lluvioso para él, lo detuvieron por abusar de una niña. Llorando, me telefoneó para que lo defendiera. Orgulloso, acepté. Podía condenarlo al asilo o hacerlo desaparecer del mapa para siempre, sin embargo, con una derrota me arriesgaba a convertirme en un cualquiera. Tras varios días de vista, el pronunciamiento del juez no admitió discusión, declarándolo inocente. Él intentó ejercer de nuevo, pero aquella difamación había calado entre la ciudadanía. En secreto, lo contraté y empezó a trabajar para mí. ¡Dios…! ¡Qué bueno era! ¡Qué íntegro y humilde…! Sentía una gran pena por él y tampoco podía quitarme de la cabeza mi falsa acusación.| Mayo 2022
Participante
Votos recibidos por la Comunidad: 2Revulsivos
Siempre me dio pánico empezar algo nuevo, tomar la iniciativa. ¿Habría salido Mónica conmigo si le hubiera dicho lo que sentía? ¿Qué habría sucedido si hubiese rechazado la taberna familiar como legado? Yo amaba a la dulce Mónica. Deseaba ser escritor, pero me refugiaba en la comodidad del inmovilismo: comencé a servir mesas siendo niño y acepté la proposición de matrimonio de Nuria porque éramos amigos desde preescolar.
Ahora soy padre de dos hijos: el pequeño es médico de una ONG en Guinea. El mayor es nuestro camarero, pero estudió la carrera de Derecho y no se atreve a ejercer.
En el barrio somos famosos por el conejo al ajillo. Hace días cambié de animal. Cuando los vecinos vean que no hay gatos por la zona, me denunciarán y mi hijo deberá defenderme. Eso sí, haré lo posible por ir a prisión para conocer historias inspiradoras y escribir al fin.| Abril 2022
Participante
Votos recibidos por la Comunidad: 8Secuestro diario
No me considero el mejor abogado del mundo. Solo puedo garantizar que paso el día en el bufete, dedicado en cuerpo y alma a mi trabajo. Procuro lo mejor para mis clientes y estos siempre terminan contentos conmigo, incluso si les toca vivir una condena en la cárcel. Pero igual puede darse una excepción…
Ahora que voy con la boca tapada y atado en el interior del maletero de este coche, me pregunto quién me dormiría para raptarme. A juzgar por los baches, llevamos minutos circulando por un camino de campo. Frenan; se bajan; se acercan. El corazón va a estallarme cuando abren. Me cambia la cara al ver a mi hijo mayor acompañado de los dos pequeños. “Perdona papá, pero si no, no pasarías el finde con nosotros”. Rompo a llorar, pensando en todo lo que me he perdido al no hacer nada por la conciliación familiar.| Marzo 2022
Participante
Votos recibidos por la Comunidad: 30Imagina
Se coló en mi despacho de sopetón. “Soy Elvis. Me acusan de poner en riesgo a mis seguidores, conduciéndolos al borde del infarto tras simular mi muerte”, expuso aturullado. Al escuchar aquello, levanté las cejas y exclamé: “¡Usted no es el Rey del Rock!”. El tipo vestía pantalones de pinza, zapatos castellanos, camisa azul ─de un tejido parecido a la seda─ y chaleco acolchado, prendas que el de Memphis no usaría ni para camuflarse. Me puse en pie, di unos pasos hacia la puerta y le amenacé con llamar a seguridad si no se iba. Entonces, sugirió que mirara por la ventana. Había una marabunta de fans en la calle, visible desde kilómetros. Mis días como abogado de pequeñas causas tocaban a su fin, pero no podría preservar la vida que en aquel tiempo llevaba. “¿Quién le envía?”, dije. Paul seguía sin perdonarme que hubiera compuesto “Imagine” sin él.
| Octubre 2021
Participante
Votos recibidos por la Comunidad: 23Defensa contra la ceguera
Me han asignado un recluso por el turno de oficio. Cumple condena tras dar una brutal paliza a un subsahariano por la única razón de no ser blanco. Ahora, mantiene que ama la diversidad, no obstante, hace una semana, en el gimnasio de la cárcel, le partió las dos piernas a un magrebí que según un funcionario de seguridad solo le preguntó la hora. Mi cliente sufrió desprendimientos de retina tras resbalar cuando huía de la escena del crimen y golpearse ambos ojos contra una barra de pesas. Tuvieron que operarlo de manera urgente, pero los médicos sostienen que recobrará la visión en unos días. A mí me toca representarlo; es mi responsabilidad. Y creo que ser abogado de alguien con quien no comparto nada, me puede fortalecer, también, como persona. A ver cómo reacciona cuando se recupere y descubra mis raíces nigerianas.
| Agosto 2021
Participante
Votos recibidos por la Comunidad: 19Superación
Asistir a un juicio y ver cómo le caen diez años al encausado por un delito que conlleva, como mucho, dos, nunca es agradable; y menos, si eres su abogado. Mi defensa había sido nefasta, me sentí vulnerable y quise dejar la profesión. Recurrí a especialistas en orientación vocacional y siempre escuché la misma retahíla: “Tienes aptitudes como letrado. Queremos ser tus beneficiarios”. Pasaron unos meses cuando, desde los calabozos de comisaría, me llamó un tipo recién salido de prisión. Su compañero de celda hasta ayer, aquel pobre infeliz con el que metí la pata, le había aconsejado que se pusiera en contacto conmigo. Encima, se trataba de un delito similar, así que tenía la oportunidad de resarcirme. Llegó el juicio y logré su absolución. Emocionado, me dispuse a felicitarlo. A moco tendido me confesó que la idea era volver a la cárcel para estar juntos esos diez años.
| Julio 2021
Finalista
Votos recibidos por la Comunidad: 31Gemelos
Mi hermano es idéntico a mí, pero sólo en el físico. Mientras él defiende a particulares sin dinero, yo me decanto por grandes empresas con capacidad de adaptación a la voracidad del sistema. Las diferencias económicas entre nosotros son abismales; también, las ideológicas. En mi último pleito, conseguí que una industria química, que vertía sus desechos de producción al río, apenas tuviese que pagar una multa irrisoria. A él, sin embargo, le gusta invertir el tiempo en ayudar a familias en riesgo de exclusión social.
No obstante, una semana al año, nos reunimos los dos solos y viajamos a un nuevo lugar olvidando nuestras discrepancias. Esta vez le ha tocado al Sáhara. Por supuesto que para mí no existe el cambio climático y para mi hermano, sí. Nadie podía vaticinar que en pleno desierto lloviera torrencialmente y le cayera un rayo. Aún no sé si ha muerto él o yo.| Mayo 2021
Participante
Votos recibidos por la Comunidad: 26El regalo
Antes del juicio, la opinión pública había declarado a mi cliente culpable, y eso que a los ricos se les suele considerar inocentes. Cuando fui a verlo a la cárcel, le dejé claro que sólo defendía a acusados en los que creía. Lo encontré abatido: le achacaban ser el jefe de una organización criminal con cinco asesinatos a sus espaldas (los cuerpos de las víctimas estaban desaparecidos). En sus lágrimas intuí sinceridad y le pedí que se mostrara resiliente. El juicio fue rápido. Salió absuelto. Una semana después, vino a verme. Pretendía regalarme una de las viviendas que tenía en suelo urbano. Se trataba de un chalé con un jardín enorme, pero sin piscina, así que me entregaba, además, el material para poderla construir. No quise aceptar. Me rogó que lo hiciera alegando que si no, no podría dormir. Con la palada inicial de la excavadora, apareció el primer cuerpo.
| Marzo 2021
Participante
Votos recibidos por la Comunidad: 1Imprescindibles
Érase una vez un país en constante crecimiento donde imperaba el sentido común y la convivencia: los dragones apagaban fuegos; los ogros cuidaban niños; las brujas eran hadas; los demonios, ángeles de la guarda, y los lobos, los mejores amigos de las abuelas.
Pasó el tiempo y dejamos de proteger el medioambiente: llenamos de plástico los océanos y encerramos a las sirenas en piscifactorías; quemamos los bosques y duendes y elfos intentaron vivir en los jardines de nuestras casas, de donde los echábamos. Los recursos escasearon y cesó el suministro de alimentos. Conocimos el hambre, hasta entonces prohibido por ley. Se culpabilizó de todo a estos personajes, que fueron condenados al destierro o a muerte. Muchos podrían haber demostrado su inocencia, pero ya sabemos que en los cuentos no hay abogados.| Febrero 2021
Participante
Votos recibidos por la Comunidad: 24En tela de juicio
Una musa entró en mi despacho. Alegaba que un escritor había roto su alianza con ella narrando lo contrario que ésta le sugería, además de mostrar una total falta de solidaridad con los personajes: a las brujas, las acusaba de las desdichas de sus cuentos cuando, en realidad, pretendían fortalecer al pueblo enseñándole sus conocimientos o sanándolo de enfermedades. También se resistía a dar su apoyo a los lobos, padres adoptivos de Rómulo y Remo, fundadores de la ciudad del amor. Pero su mayor odio lo manifestaba contra los dragones, olvidando que en su última historia debían derretir el hielo que en pleno mes de agosto, debido al cambio climático, congelaba el hemisferio norte.
Convencido de sus argumentos, presenté una demanda en los juzgados, pero el autor no quiso cooperar: negaba la existencia de mi clienta y yo, que jamás había escrito antes, tuve que aportar como prueba este microrrelato.| Agosto 2020
Participante
Votos recibidos por la Comunidad: 16Un único deseo
Los mares están repletos de plástico. Riachuelos y arroyos, de vertidos químicos. Ya sólo encontramos peces en pantanos, piscifactorías y acuarios, así como en piscinas públicas y particulares.
La nueva ley, de la que una asociación de abogados entre los que me incluyo fue impulsora, permite el baño entre doradas, lubinas y boquerones. Los niños montan caballitos de mar, las mujeres siguen huyendo de los pulpos y los hombres, buscando sirenas.
Yo continúo con la pesca. Me ayuda a estructurar la información relativa a un caso, pero desde que no puedo hacerlo en aguas abiertas, no he vuelto a ganar ningún juicio y me aterra perder el otro.
Ojalá nos hubiéramos tomado en serio conservar la Tierra como la heredamos.
Ojalá algún día podamos recuperarla, ese es mi deseo para la Navidad que se acerca. Entretanto, lloro amargamente mientras escucho: “Pero mira cómo beben los peces en el río”.
| Junio 2020
Participante
Votos recibidos por la Comunidad: 25Influencias
El fiscal pretendía que el caso se dilucidase con un careo rápido, pero mi defendido –el “influencer” más afamado del país– insistió en que resultaba imprescindible ir a juicio, solicitando que se transmitiera online, vía YouTube. Alegaba que era la única forma de reparar el daño infringido a su imagen y como ya había un precedente (el caso de Kim Schmitz, dueño de Megaupload), el juez aceptó.
Para que sus seguidores se familiarizaran con la terminología jurídica, mi cliente me pidió que elaborase una guía que comenzó a utilizar en los diferentes vídeos donde él era el único protagonista. Respecto a mí, intenté pasar desapercibido. Mi único interés era conseguir la absolución. Ganamos.
Ahora, hay adolescentes que me señalan por la calle y me sonríen. Muchos quieren ser abogados. Y defenderse a sí mismos.| Septiembre 2017
Participante
Votos recibidos por la Comunidad: 1Cada uno en su sitio
Recuerdo nítidamente esa tarde de calor que se diluyó en un temporal de rayos. Sonó el teléfono. “Soy yo. Estoy detenido. Me acusan de haber asesinado a López Hierro. Tienes que ayudarme”. Hacía más de cinco años que no veía a mi hermano. Sabía que vivía en un edificio derruido con otros indigentes desde que López Hierro lo dejó sin trabajo, escribiendo los primeros renglones de su infortunio. En ese tiempo, mi hermano había repudiado a su familia, por eso me extrañó que me llamara a mí y no a otro abogado. Fui a comisaría. Le llevé un neceser con espuma de afeitar y maquinillas más ropa limpia. Hablamos y acepté su defensa.
En el juicio, varios testigos lo identificaron. “Declaro al encausado, culpable”, sentenció el juez. Un día antes de ingresar en prisión, le hice una visita. No podía permitir que un inocente entrara en mi lugar. Somos gemelos.| Agosto 2017
Participante
Votos recibidos por la Comunidad: 8