LOURDES ASO TORRALBA

Microrrelatos publicados

  • CANAS

    En casa tenemos nuestros pactos. Si el Sr. Juez tiene juicio, me quedo con el niño y viceversa. Mañana tengo que estar presentable para escuchar el veredicto de mi cliente pero hace ocho semanas que no me tiño las canas y la ocasión lo merece. Me he llevado al niño a la peluquería sin formular ninguna queja. Si está conectado, es un bendito. En cuanto lo han visto las señoras, le han encargado contestar mensajes y borrar la porquería. Entre el olor a lavanda y ruido de secadores no me he dado ni cuenta de lo que estaba haciendo. Le ha dado a su padre nuestra ubicación. Su retorno es mi fin. Fue a la cárcel por maltratarme. Ha salido dispuesto a rematar la faena. No creo que el Juez encuentre una Ley que le dé paz cuando tenga que explicarle al niño por qué no vuelvo.

    | Septiembre 2023
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 3

  • URGENCIA VITAL

    La voz popular aseguró que el confinamiento iba a sacar lo mejor de las personas y, durante los aplausos que recibían los sanitarios, casi se lo llegaron a creer. Pero desde entonces, nuestros bufetes están llenos de demandas de pacientes descontentos. Cualquier escenario es válido para la denuncia. Que si ha habido demasiado contacto y es abusiva la conducta. Que van a documentar la falta de profesionalidad por llevar más de media hora esperando sin ser atendidos. Que qué vergüenza. Que ni por asomo van a perdonar lo imperdonable, porque el lumbago y la uña encarnada hace quince días es urgencia vital. Nuestros abogados intentan tranquilizar a los médicos demandados con argumentos como la falta de fundamento jurídico para llegar a juicio, pero están al límite, amenazando con la baja por estrés. Será un problema ponerse malo. Urge llegar a un acuerdo entre las partes, por la salud de todos.

    | Febrero 2023
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 6

  • CHARCOS

    Ayer mi mujer me sacó las botas de color verde y el paraguas porque había escuchado que venían tormentas por el norte. De pequeño las usaba para reventar los charcos, pero desde que soy abogado no puedo llegar a un juicio con el traje embarrado y la cartera chorreando. En la puerta se agolpan los clientes damnificados. Me preguntan qué va a ser de su futuro, si podrán volver a ocupar casas a las que peligran los cimientos, si con el cambio de normativas cobraran del consorcio de compensación de seguros. Remueven bajo los escombros por el instinto de conservación. Buscan aferrarse a fotografías y objetos personales. Algo para recordar. No puedo promover esperanza porque a mi esposa la ha atrapado el agua mientras conducía y no localizan su vehículo. Hoy Dios no está siendo justo. Las pruebas son evidentes. Solo falta el martillazo, señalar al culpable. Y el llanto.

    | Septiembre 2021
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 7

  • PALABRA, OBRA Y OMISIÓN

    Me acuso de ser reincidente. Cada mes cometo el delito de soñar con que el jurado va a emitir un veredicto favorable a mi favor. Apunto las cinco palabras obligatorias y me estrujo el cerebro para acertar con lo que quieren sus Señorías. Estoy en situación más que vulnerable. La calle por todo hogar. El estómago rugiendo en la puerta de la catedral, a la espera de que algún beneficiario me eche algo de propina. No sé qué tipo de orientación darle al “micro” para que no se me acuse de plagio. Sueño con el atraco perfecto y los quinientos euros en el bolsillo. Es obvio que volveré a asistir a otra derrota pero en mi defensa diré que no será por omisión. La obra con ciento cincuenta palabras es mi alegato único en el turno de oficio.

    | Julio 2021
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 33

  • MAL SÍNTOMA

    El día que bajo el objetivo del microscopio aparecieron abogados pensé que era un mal síntoma. Se replicaban a la misma velocidad que ese virus que había puesto en jaque al planeta. Dudé si comunicar el hallazgo a mi director de tesis doctoral. ¿No sabe usted que para ser científico debe poseer un carácter resiliente? ¿Sobreponerse a la adversidad y ver el lado positivo? Mi mujer me había dejado sobre la mesa los papeles del divorcio. Se quedaba con la vivienda en suelo urbano y me dejaba una parcela rústica sin edificar. Para ella era lo justo. Alegó que por el material con el que yo trabajaba era imposible construir un futuro juntos. Obvié presentar alegaciones. ¿Para qué? Yo solo poseía teorías pendientes de validar. Ella Leyes que no me impedían investigar al bicho. Conocerlo bien fue la clave para que el juicio se decantara a mi favor.

    | Marzo 2021
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 9

  • CAUSA JUZGADA

    A mí lo que de verdad me gustaba era la magia. Pero mi padre dijo que cinco generaciones de abogados no se rompían por una estúpida manía mía de jugar con una varita. Y que si quería agitar algo, que golpeara el mazo para determinar una causa juzgada, que para el caso, lo mismo. Mi madre enseguida terció para que firmáramos la paz amistosamente y se encargó de facilitar un acuerdo intermedio para ambos. Al finalizar Derecho tendría un año sabático antes del acceso al bufete. Visité diferentes Tribunales cada vez más convencido de que la contaminación del planeta debía juzgarse en La Haya de forma urgente. Consciente de la dificultad de semejante empresa, saqué un paquete de pruebas y las barajé de forma eficaz, haciéndolas llegar al lugar adecuado en el momento justo.
    Estoy nervioso por si el ilusionismo del truco desaparece antes de que emitan el veredicto.

    | Julio 2020
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 7

  • LA MASCOTA

    Cuando llegué del bufete, ella reptaba por el pasillo. Mi mujer me la presentó como Adolfina, la mascota ideal porque lo mismo servía para dar un masaje en la piel, que para lucirla al cuello en las aburridas cenas de abogados. Aunque intenté disuadirla por su peligrosidad, reía diciendo que nadie me había dado vela en ese entierro. Hasta que se le escapó entre los vestidos del centro comercial. Leí la demanda y sentencie que cualquier Juez iba a decretar el caso como nulo porque a Adolfina no le habían advertido que tuviera reservado el derecho de admisión. Una semana estuvo el llamativo cartel "serpiente peligrosa suelta,por su seguridad, no entrar" El día del rescate recibimos una importante suma económica. Adolfina también servía para pactar sin llegar al juicio. Que no la dejaran probarse las prendas antes de pasar por caja,aparte de discriminación ¿era delito?

    | Junio 2019
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 17

  • INOCENTE

    A tres días de finalizar el año, los Recursos que estaban listos para la vista me gastaron la absurda broma de desordenarse, convirtiendo mi mesa de trabajo en un circo. El sospechoso podía ser cualquiera descontento con una sentencia, los alegatos finales en el juicio, una notificación indeseada o simplemente, tenía ganas de definir la palabra inocente en mis propias carnes. Mi propósito inmediato fue arreglar el desastre. Llegué a la sobremesa de Año Nuevo y allí estaba mi cuñado con su corbata perfectamente anudada. No llevaba las puñetas porque su mujer había elegido un color que no iba a juego. Su sonrisa maliciosa y las preguntas sobre el caso en el que cada uno defendíamos a la parte contraria, lo delató. Lo felicité con varios golpecitos y, solo cuando le presenté la demanda (con grabación de vídeo donde aparecía él), escupió los turrones al comprender que había perdido.

    | Enero 2018
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 18

  • PROCESO DE SELECCION

    El día que llovieron abogados, el cielo estaba despejado. Caían rápido. Algunos traían las corbatas del revés y los trajes arrugados. Resultó imposible no reparar en la llanura sembrada con expedientes vertidos de sus maletines (muchos bajo secreto de sumario) y en la lucha entre los letrados que, conforme tocaban tierra, se estiraban de los pelos para hacerse con los mejores casos. Ese experimento le había parecido imprescindible al seleccionador de Recursos Humanos de un famoso bufete de abogados. Desde su despacho, provisto de unos prismáticos, observaba la evolución. Había sido buena idea colocarles a todos los candidatos micrófonos para escuchar el careo defendiendo los motivos por los que tenían que seguir con Taulas o Diamantillo. De la guía de abogados especialistas aspirantes, destacó uno, que aún a tientas (perdió las gafas en la caída), había tenido olfato para elegir el único dossier “clasificado”. Por fin tenía sustituto.

    | Septiembre 2017
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 21

  • PLEITOS TENGAS... Y LOS GANES

    Aproveché las vacaciones para hacer inventario. A pesar del calor, las cuentas no podían ser más claras. La escasa clientela era como para preocuparse y, por mucho que soñara con que pasara el temporal y no deseara echar más hierro al asunto, lo de “pleitos tengas y los ganes” cobraba más fuerza que nunca. Había que reinventarse o morir. Por el rabillo del ojo espié a mis víctimas de sombrilla. Mientras sacaba de mi neceser un móvil sin identificación alguna, pensé que el encausado no tendría más remedio que demandar los servicios de “cualquier letrado”, (aunque no fuera yo) si quería seguir disfrutando del chiringuito. La policía no tardó en personarse para ejecutar la detención mientras yo disfrutaba del sol tranquilamente. Compré una cerveza helada al mozo (me entregó publicidad de servicios jurídicos a buen precio, la de mi bufete). Ya solo quedaba ganarme su confianza y el caso.

    | Agosto 2017
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 17

  • SE OFRECE

    “Se ofrece abogado gráfico, memoria prodigiosa, capaz de adoptar la postura más impecable en el Tribunal aunque un eclipse intente catapultar la extensa panorámica del grupo de jurados que no pierden detalle del caso. Gano siempre. Y si pierdo, no le cobro los honorarios. Máxima seriedad. Trescientos sesenta y cinco días. Mi lema es hágase justicia. Lo demás no es tan relevante. Le espero en la Calle Cercanías. Si me necesita, no se arrepentirá de la elección. Resuelvo cualquier problema de su vida. Por el artículo treinta y tres y sucesivos.”

    | Julio 2016
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 4

  • EL TÍTULO

    Papá llevaba el título de abogado enrollado dentro de la mochila. Antes de ser refugiado de guerra trabajaba en un despacho en el centro de Alepho pero las bombas lo hicieron enfermar de los nervios. Por eso mamá dijo que debíamos unirnos al grupo que iba a cruzar el mar, el campo o lo que hubiera con tal de escapar de una muerte segura. Cuando encontramos la alambrada que nos cortaba el paso, papá ni siquiera protestó al ver vulnerados nuestros derechos fundamentales, parecía que se le había borrado de la mente el código civil, los expone y los solicita. Simplemente echaba un pie detrás de otro y se dejaba conducir casi convencido de que había dejado de ser persona. Yo le cogí de la mano, como si él fuera el niño y le dije que no debía preocuparse de nada, que con su título yo ganaría ese caso.

    | Junio 2016
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 2

  • EL ACUERDO

    Cada mañana me encontraba al abogado, silbato en boca, pregonando con un sonoro y estridente pitido que igual servía para revolver los trámites de una herencia que ayudaba en un proceso de divorcio civilizado. Los viandantes le esquivaban, quizá para evitar que les sacaran los cuartos con cualquier litigio si no estaban espabilados. A mí no sé por qué me atraía el aplomo con el que argumentaba ante el guardia local que la expulsión de la plaza pública era ilícita pues no había alterado el orden. Aunque mi caso sonaba demasiado radical, y él en toda su carrera no se habría enfrentado a un loco con deseo de apelar por una muerte digna, me apretó la mano para sellar el acuerdo. Desde ese instante, no supe regresar a casa y no sé por qué llevo esta extraña toga parecida a un sudario.

    | Junio 2015
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 4

  • JUEGO VIRTUAL

    Siempre fui hombre de letras, aunque papá se empeñara en que las nociones de números no iban a perjudicar seriamente mi salud. No había formado parte de mi plan pero desarrollé una habilidad nata para la fabricación electrónica virtual. Mi sueño era crear mi propia sala de audiencias, enfrentar a defendidos y acusados, practicar los discursos que papá recitaba de memoria y abrir los libros por las páginas exactas para cada ocasión. En unos meses conseguí sacar al mercado la primera entrega de la que papá dio testimonio sobre los orígenes para patentarlo cuanto antes. Yo reducía a los abogados de la acusación, noqueaba a los presuntos, pronunciaba las alegaciones ante el jurado y colgaba la toga al final de cada juicio. Aunque mamá me amenazara con el decomiso de la video consola, papá salía en defensa hablando de mi futuro prometedor.

    | Febrero 2015
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 4