Laura Sotelo

Microrrelatos publicados

  • El contrato

    Los obreros debían finalizar la reforma en tres semanas. Parecía tiempo suficiente para reparar la barbarie que la última tormenta había ocasionado en mi jardín. Pero los días pasaban y las obras no avanzaban según lo previsto, así que una tarde al volver del despacho me dirigí al jefe de obra:
    -Faltan cinco días para la fecha que habíamos acordado, y a este ritmo, no creo que puedan terminar el trabajo.
    -Relájese señorita. -Contestó con sorna- No se crea tan especial. Cómo se nota que no conoce la jerga de la construcción; cuando un obrero dice tres semanas, pueden ser tres meses... Tiene usted que aprender a leer este líneas.
    -Recuerde que soy abogada y que firmamos un contrato. En él hay una cláusula que dice que por cada día de retraso se descontarán 300 euros del presupuesto. Tiene usted que aprender a leer la letra pequeña.

    | Octubre 2022
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 13

  • Agradecido

    Le encontré en el umbral de la desnutrición, desfallecido y hambriento. Le alimenté y dejé que durmiera entre mi colección de peluches. Llevaba dos días en casa y su compañía empezaba a resultarme agradable, así que que empecé a plantearme la adopción. Hasta que llegó el repartidor de Amazon dando voces y aporreando la puerta. Y aquí estoy, en el juzgado. De nada sirvieron las alegaciones de mi abogado. El repartidor se presentó con una pierna vendada, debido a los mordiscos y exige una indemnización y que pague los gastos médicos.
    Me va a salir caro el chucho. Pero el pobre sólo quería proteger a quien le salvó la vida.

    | Julio 2022
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 17

  • Toma nota

    He decidido decretar el sobreseimiento de la incómoda conversación, que probablemente nunca llegaremos a tener.
    Cuando leas esto, comprobarás que ha desaparecido el paquete que tan celosamente guardabas bajo el panel de tu escritorio. Si fue un regalo de aniversario, deberías escoger mejor a tus amigos. Si lo has comprado tú, estás malgastando el dinero y la salud. Y si pensabas venderlo, te recuerdo que cometerías un delito y podrías acabar en prisión. No te puedo acusar sin pruebas, pero apelo a tu buen criterio para que no reincidas. Y cuando se te pase el cabreo, espero que me perdones por alargar tu esperanza de vida, privarte de unas relajantes vacaciones "a la sombra", y sermonearte como si todavía fueras un niño. Porque, aunque me salga la vena de abogada, por encima de todo, soy tu madre.

    | Junio 2022
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 27

  • A quién le importa

    Desde que abandoné el bufete soy la mujer más feliz del mundo. Aunque mi legado paterno incluye la carrera de derecho y un puesto seguro en Ordóñez Abogados, el mundo de las leyes no era lo mío.
    Ahora, para vergüenza familiar, soy música callejera. Lo mismo canto una dulce balada, que me convierto en una prodigio del género dramático e interpreto una ópera.
    La gente se para a escucharme, y aunque acabo de empezar en este mundillo, ya tengo mi público. Los únicos que no me entienden son mis viejos colegas de profesión. Ellos pasan a mi lado con sus trajes impolutos y me miran como a una apestada. Alguno incluso sonríe de forma burlona o me suelta un improperio. Entonces me sale el animal rebelde que llevo dentro, y elevo el tono con aquel: "A quién le importa lo que yo haga..."

    | Abril 2022
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 21

  • Miedo

    El abogado de mamá no traía buenas noticias. Hablaban en el salón, con la puerta entreabierta, y escuché como decía que la sentencia era desestimatoria.
    Ella, inmersa en un valle de lágrimas, preguntó - ¿ Eso significa que quedará en libertad?- Él asintió con la cabeza y, tratando de empatizar, le entregó unos papeles. - No debes preocuparte. Para casos como el tuyo se ha creado una comisión especial. Tendrás una nueva vida junto a tu hija, en otro lugar, con otra identidad. Durante un tiempo no podrás usar el teléfono, ni internet, pero os darán protección y tu marido nunca podrá encontraros.
    Mientras el abogado hablaba de un futuro esperanzador, mamá parecía perdida en sus pensamientos. Se pasaba la mano por la cicatriz del cuello y no apartaba la vista del cajón del aparador.
    Ese con doble fondo, donde guarda una pistola.

    | Febrero 2022
     Finalista
     Votos recibidos por la Comunidad: 18

  • Confinado

    Llevo cinco días dando vueltas en esta habitación como un alma en pena. Hasta los langostinos me los he comido con la única compañía de los pájaros, que desde el marco de la ventana, me observaban con curiosidad.
    El despacho cerrado, los juicios suspendidos, y el teléfono que no para de sonar. Incluso la anciana que sale a regar sus plantas me mira con lástima.
    -¿ El bicho?- me preguntó ayer desde su balcón. Yo asentí con la cabeza y ella, sonriendo, remató - Que injusto, que le hayan encerrado sin cometer ningún delito ¿Verdad?-
    Después de aquellas palabras no puedo dejar de pensar si, en mis veinte años de ejercicio, habré metido en la cárcel a algún inocente...

    | Enero 2022
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 31

  • La promesa

    "Apostamos por la energía ecológica".
    Así rezaba el titular que pretendía renovar la confianza del pueblo en una empresa sospechosa de contaminar nuestras aguas.
    Estaba en mi último año de Derecho cuando despidieron a mi madre por alertar de un vertido de residuos tóxicos.
    Una víctima asequible que sirvió para callar bocas y continuar mermando la riqueza natural de la zona.
    La toxicidad de las aguas destruyó la única alternativa de supervivencia para muchas familias. Pero los hechos no pudieron ser probados y la empresa continuó con su actividad.
    Después de muchos años recopilando testimonios e informes, tengo las pruebas necesarias para demandarles por daños medioambientales y delito contra la salud pública.
    Se lo prometí a mi madre, y aunque ya no está para verlo cumpliré mi promesa.

    | Abril 2021
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 35

  • Compañeras de vida

    Conocí a Caridad en primero de Derecho.
    Yo era un chica sin recursos, incapaz de anteponer el precio del hambre al del suministro eléctrico; así que la luz de las velas iluminó nuestros furtivos encuentros.
    Luego llegó Pasión. Con ella viví días de crecimiento personal, dejándome la piel por proteger a los mas débiles.
    Juntas fundamos la ONG que nos llevó a recorrer el mundo levantando escuelas en lugares donde la educación no es un derecho.
    Cuando ella me abandonó, apareció Consuelo, para convencerme de que era hora de descansar y dejar mi legado en buenas manos.
    Hizo que me sintiera orgullosa de haber ayudado a muchos niños a tener un futuro. Y me recordó que mis comienzos tampoco habían sido fáciles.
    Ahora vivo con Soledad, que me da la paz que necesito y me ayuda a poner en orden mis recuerdos.
    Es la definitiva, ha venido para quedarse.

    | Febrero 2021
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 20

  • Atando cabos

    La lentitud de la justicia me proporcionó el tiempo necesario para convertirme en abogado y asumir la defensa de la empresa familiar.
    Nuestra vieja fábrica de detergentes había sido demandada por un grupo ecologista y acusada de vertidos tóxicos y contaminación del agua, ocasionando daños irreparables en la fauna marina.
    Siempre había pensado que mi padre era un hombre honesto y comprometido con el medio ambiente; hasta que me llevó al almacén y me mostró aquellos bidones de plástico.
    Aunque intentó conservar su dignidad ocultando los detalles de cómo logró deshacerse de los residuos sin levantar sospechas, de pronto recordé mi infancia:
    - Nuestro pequeño barco, tardes interminables de domingo navegando por la ría... ¿Quién iba a sospechar de un hombre que sale de pesca con su hijo?

    | Junio 2020
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 10