Imagen de perfilLa promesa

Laura Sotelo 

«Apostamos por la energía ecológica».
Así rezaba el titular que pretendía renovar la confianza del pueblo en una empresa sospechosa de contaminar nuestras aguas.
Estaba en mi último año de Derecho cuando despidieron a mi madre por alertar de un vertido de residuos tóxicos.
Una víctima asequible que sirvió para callar bocas y continuar mermando la riqueza natural de la zona.
La toxicidad de las aguas destruyó la única alternativa de supervivencia para muchas familias. Pero los hechos no pudieron ser probados y la empresa continuó con su actividad.
Después de muchos años recopilando testimonios e informes, tengo las pruebas necesarias para demandarles por daños medioambientales y delito contra la salud pública.
Se lo prometí a mi madre, y aunque ya no está para verlo cumpliré mi promesa.

 

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