Avanzo sorteando los rostros de todos los niños que sus padres me ofrecen como trofeos, obsequios preciosos que desean preservar. El caos, el riesgo de los disparos lejanos cada vez más cercanos, la visible desesperación y el silencio del miedo que todo lo envuelve.
Mis ojos se centran en mis botas de occidental protegido por la casualidad de un pasaporte concreto. Un geo me empuja para que suba al avión, conminándome a no mirar atrás, pero atrás es donde se quedan ellos, mis compañeros abogados con los que llevo trabajando nueve años en una destartalada oficina para la reordenación del tejido de suelo cultivable, tan escaso como sufrido.
Trajimos palabras como Libertad, Justicia, Igualdad, Solidaridad, Progreso, y las hemos dejado caer al suelo desde nuestras bocas mentirosas, pisoteándolas con el paso cobarde de nuestra huida.
Menos mal que la bodega de este avión no tiene ventanillas.
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Precioso homenaje al derrotado Afganistán, Nicolás. Ojalá imperara la razón en este mundo cada vez más caótico. Mi voto y muchíiiiiiisima suerte! Besicossss
Muchas gracias, amiguísima. Me temo que el mundo no tiene remedio, pero la culpa no es del mundo, sino de los pobres mortales que nos creemos sus amos. Suerte también para ti, que lo has bordado, y muchos besos.
Dura realidad, Nicolás. Buen relato. Mi voto y un fuerte abrazo.
Te agradezco el comentario y el voto, Ana Isabel. La realidad no suele ser agradable, pero no hay que dejar de mirarla a los ojos. Un abrazo.
La retirada occidental del país asiático, un tanto vergonzante, como poco, un fracaso en toda regla, in duda, ocupó todos los informativos durante el verano. Hoy apenas es algo residual. Resulta triste constatar que, a veces, en lugar de avanzar, damos pasos hacia atrás. No hay nada más desconsolador que un esfuerzo vano. Es lógica la desesperación que podría impulsar a este abogado generoso a arrojarse al vacío. Esperemos que, pese a todo, su aportación no quede del todo en saco roto.
Buena historia que nos muestra que no siempre se gana, y que no siempre ganan los buenos (o los menos malos).
Un abrazo, Nicolás. Suerte
Ocurre todos los días, en cualquier rincón del mundo. Llegamos con nuestras sonrisas y nuestros ideales y cuando la cosa se complica regresamos al sosiego de nuestras rutinas con todo el cuajo del que somos capaces. Y encima nos ponemos medallitas. En fin, muchas gracias por tu comentario, Ángel, por tu voto y por tu abrazo, al que gustosamente correspondo.
Describes la precipitada huida de Afganistán de una manera magistral. Aquellas gentes no entendieron bien cómo llegaron los occidentales ni después cómo se fueron… Mi voto y un abrazo.
Resulta difícil entender lo incomprensible. O vamos o no vamos, y ya está, lo demás es política y fotos para el recuerdo. Muchas gracias por tu comentario, tu voto y otro abrazo para ti.
La realidad supera a la ficción casi siempre, y en Afganistán más. Da la impresión de haber perdido el tiempo la conclusión de esta historia real. Tu protagonista encarna perfectamente ese espíritu. Mi voto. Un abrazo.
Muchas gracias por tu comentario, Esteban. Sí, estoy contigo en que la realidad supera casi siempre a la ficción, sólo hay que mirar detenidamente las cosas. Afganistán es otro nombre que añadir a esa larga lista de misiones que no tienen otro fin que creernos más humanos. Un abrazo, amigo
En pocas palabras logras, amigo Nicolás, que empatice con el personaje. como si lo viera en una película, incluso notando ese sentimiento de frustración y (por qué no decirlo) traición hacia todo lo que se deja atrás. Incluso el título no necesita más. Gracias por tu inspiración, un abrazo.
Agradezco de corazón tu comentario. Celebro que empatices con el personaje y su frustración, que debería ser la de todos. Muchas gracias por tu voto y un abrazo, Francisco.
Conmovedor, Nicolás. Tienes mi voto. Muchísima suerte.
Muchas gracias, Juan Alberto. Mucha suerte a ti también. Un saludo.
Queridísimo, Nicolás!
Quisiera realizar mi último comentario a este tu último micro (de esta temporada, eh?) en palabras mayúsculas, no como las que caen de las bocas de tus personajes, sino mayúsculas para llenar estas líneas como te mereces: un relato Magnífico, lleno de Verdad pero también de Poesía y Buena Literatura… un relato de Actualidad y una historia Crítica… una HISTORIA que merece el aplauso de la afición y los laureles de los lectores y el jurado.
Enhorabuena, compañero y toda la suerte del mundo!!!
Nire desio onenak. Muxuak eta besarkadak (es ASÍIII, bravo, amigo!!!).
Muxu handi bat eta besarkada erraldoia, ene lagun maitea!!!
Marta
Pero qué pedazo de comentario, Marta, casi haces un micro. Muchísimas gracias por tu enorme generosidad y tu cariñosa adhesión a un relato que nunca hubiera debido contarse. Gracias de verdad. Otro enorme beso y otro enorme abrazo para ti, querida amiga.
Impactante, es un microrrelato con mucha fuerza. Te voto. Suerte.
Saludos.
Muchas gracias, Maribel, por comentar y votar. Mucha suerte también para ti. Un saludo
Un relato de impacto con una tragedia muy cercana en el tiempo. Me gusta la contención con que tratas un tema tan actual y de tanta importancia. Enhorabuena y mi voto.
Muchas gracias, Jerónimo. Celebro que aprecies esa contención que no esconde ni la frustración ni la decepción por el «papelón» que hemos perpetrado. Si matar a un ruiseñor es una vileza, matar la esperanza de un pueblo no tiene perdón ni de Dios ni de Alá. Un abrazo
Qué desolación, Nicolás! Es la realidad, la estamos viendo todos, y lo peor es que no se ve solución para tanta injusticia y dolor. Un relato que consigue crear imágenes muy duras, por el que te felicito y te deseo muchísima suerte.
Como ya es el último de la temporada, espero que te vaya muy bien todo durante estos meses.
Un abrazo.
Muchas gracias por tu siempre amable comentario y por tu apoyo. Coincido contigo en que somos incapaces de frenar el sufrimiento, porque no terminamos de entender el mundo. En fin, es lo que hay. Yo también te deseo todo lo mejor y aprovecho para desearte una muy Feliz Navidad y un magnífico 2021 (debo ser el primero). Un fuerte abrazo, Almudena.
Kerido Nikolás, Kabul es lo más.
Suertísima con él. Lo veo en mi bola.
Queridissíssima Towi, tú sí que eres lo más. Y lo sabes. Abrazo de Teletubbie, o sea, bien gordo. Y gracias.
Una vez más llenas de imágenes preciosas y precisas tu texto.
Me gusta, me gusta mucho leerte.
Un abrazo, Nicolás
Muchísimas gracias, Margarita, pero el mérito, por desgracia, es de la realidad que hemos permitido y, propiciado, con nuestro escaso entendimiento y nuestra prepotencia occidental. En cualquier caso, te reitero mi agradecimiento por leerme y comentar. Un abrazo.
Tiene que ser terrible la desesperación de unos padres para entregar a sus hijos con el propósito de salvarlos, como bien has recogido.
Mi voto y mi deseo de que tengas suerte.
Muchas gracias por tu comentario y tu voto. Sí tiene que ser terrible algo así, pero por desgracia sucede cada día y no sólo en Kabul. Un saludo y suerte también para ti.
Nicolás, muy oportuno y bien resuelto micro. Congrats!
Muchas gracias, Manuel, por tu comentario y tu apoyo. Un saludo
Nuevamente, Nicolás, con una sola palabra basta para describir tu relato: Impresionante.
No te digo más.
Un abrazo y votado quedas.
Guillermo, eres tremendamente generoso, pero te lo agradezco de corazón. Muchísimas gracias y un abrazo.
Hace poco escribí un relato sobre Afganistán, triste realidad nuestra huida. Aunque nuestros relatos no sirvan para paliar lo ocurrido allí, al menos lo hacemos un poco más visible para que no caiga en el olvido, esperemos.
Suerte y cuenta con mi voto. Saludos Nicolás.
Muchas gracias, José Manuel. Por desgracia, tendemos a ocuparnos siempre de lo inmediato, olvidando las tragedias perpetuas que nos asolan. Ojalá tuviéramos constancia y valor. Un saludo.
Actual y sublime. Lástima que sólo puedo darte un voto.
Eres muy amable. Muchas gracias por tu comentario y tu voto. Un saludo.
Tremendo, Nicolás. Me ha dejado los pelos como escarpias.
Un merecidísimo voto y un abrazo.
Muchas gracias, Ana María, por pasarte por Kabul y ver cómo está la cosa. Otro abrazo para ti.
Es un relato de perdedores, porque esa guerra la hemos perdido. Y lo pasarán muy mal todos los afganos. Todos, porque serán más pobres; las mujeres, porque se convertirán en bultos negros y los niños porque aprenderán que es Dios quien les obliga a ser intransigentes. Imagino que el sentimiento que describes lo tenían muchos occidentales al subir al avión.
Olvídate de los votos. No me fío de las democracias no controladas, como la de este concurso, donde no sabemos si la gente tiene seguidores sinceros o perfiles repetidos. Tú tienes de lo primero. Seguro.
De los votos y las democracias, qué vamos a decir, compañero. Respecto del relato, me parece agudísima la perspectiva del perdedor, que no había contemplado, siendo como soy un perdedor vocacional; de hecho, los perdedores son los únicos personajes que suelen caerme bien. Yo, cuando era crío, siempre hacía de indio en vez de vaquero, de japonés en vez de americano, de ladrón en vez de policía, o sea, ya apuntaba maneras. En cualquier caso, querido Ángel, y dado que el micro ut supra indicado es el último que envío a este concurso (por lo menos durante una buena temporada), te agradezco infinitamente tu apoyo y tus atinadas observaciones, y te mando vía telemática un abrazo enorme.
Me ha gustado mucho este relato, que comienza con un cariz poético pero que es duro como una losa, como esas palabras dulces que quisimos dejar en un sitio desde el que ha habido que escapar con la cabeza gacha. Encima el mundo mirando hacia otro lado.
Mi voto y felicidades.
Eres muy generosa en tu comentario, María, como acostumbras, Y te doy las gracias por ello, y por tu voto. Un abrazo.
Como siempre, un micro excepcional, Nicolás.
Qué razón tienes.
Eres grande, en todos los sentidos. Un Barrabás como tú merecía el indulto (pero también el Nazareno, aunque tenía que cumplirse el Guion).
Además, cómo no sentirnos unidos a ti con esa foto de perfil de ese actorazo.
Mi voto y un abrazo.
Muchas gracias por tu generoso comentario, Manuel. Y por el indulto. En cuanto a la foto del perfil, no lo es tanto por Jack Lemmon, actor estupendo, sin duda, como por la película a la que pertenece el fotograma. «El Apartamento» es una de mis tres películas favoritas. Las otras dos son de John Ford. Un abrazo enorme.
Exquisitos gustos cinematográficos, Nicolás. Yo también traje “The Apartment” a estas páginas.
Un fuerte abrazo.
LA OTRA
Soy la desgraciada protagonista de una copla. Parezco Shirley MacLaine en “El apartamento”. Me considerarás amante despechada… Pues lo siento. Vas a escucharme. Siempre jurándome en vano que cortará contigo… Pero le tienes abducido. Si tú le dices ven, lo deja todo. Puedo testificar que ocupas lo mejor de su vida; yo, apenas unas horas, que él se pasa durmiendo, de puro agotamiento. Aquí me tienes, una muñeca rota, ante la caja tonta, saltando del documental sobre comunicación por ultrasonidos entre mamíferos a la teletienda. No puedo más. Voy a dictar un fallo inapelable: ¡Se acabó! ¡Hasta aquí hemos llegado! Curiosamente soy la legítima, pero parezco “la Otra”. Si al menos fueras mujer de carne y hueso… ¡Te maldigo, Abogacía! Hoy es nuestro aniversario y mírame: yo en arresto domiciliario; él, pateando el juzgado, recurriendo la inadmisión de una provisional, matándose por librar de la cárcel a un criminal convicto.
(octubre 2016)
Un relatazo, Manuel. Precioso. La mezcla de la copla con la película es brillante. Eso sí, como le ocurre al protagonista de la peli, la disyuntiva para mí tiene fácil solución: me quedo siempre con la Srta. Kubelik. Un abrazo.
Magnífico, Nicolás.
Pone la piel de gallina.
Mi voto y un abrazo.
Eres muy amable, Gabriel. Te agradezco el comentario y el voto. Un abrazo.
¡Felicitaciones Nicolás! Y de paso agradecerte por tan bello relato. ¡Saludos desde la Patagonia!
Muchas gracias, Alejandro, muy amable por tu parte. ¡Saludos a la Argentina desde España!
Un saludo
Pues nada, como felicitar es gratis y en este mundo hay pocas cosas que lo sean, ahí va mi segunda enhorabuena.
Y si no lo fuese, tu Kabul se lo merecería igualmente.
Acierto pleno del jurado en su fallo por haberlo elegido como el mejor del año.
¡Felicidades, Nicolás!
Muchísimas gracias, Guillermo. Agradezco en el alma que te hayas pasado por Kabul para apoyarme y felicitarme. Un abrazo
Enhorabuena Nicolás, un premio merecidísimo. Tu relato emociona a la vez que nos enfrenta a la verguenza de haberles abandonado, como bien dices, en una huída cobarde.
Sencillamente genial.
Muchas gracias, Rosalía. Ciertamente, me parece una indignidad lo que hemos hecho con el pueblo afgano, dejándolo en manos de bárbaros. En cualquier caso, eres muy amable por tu felicitación y por visitar Kabul. Un saludo
Mi más sincera enhorabuena! Un relato soberbio, que invita a la reflexión. Lástima que quienes más debieran reflexionar ni siquiera saben que deben hacerlo. Un abrazo.
Muchísimas gracias, Eva. Te quedo muy agradecido por tu comentario y tu felicitación. Sin duda, en el mundo falta reflexión y sentido común. Un abrazo.
Enhorabuena por el premio Nicolás, el relato bien lo merece. Que «Kabul» haya sido el ganador entre más de 9.000 obras lo dice todo, la acertada decisión del jurado quizás sirva para dar un poco más de visibilidad al drama de Afganistán.
Felicidades y saludos desde Morón de la Frontera.
Muchísimas gracias, José Manuel. Como bien dices, ojalá el relato sirva para visibilizar el drama tan pavoroso de Afganistán. Aprovecho para desearte unas felices fiestas. Un abrazo.