RAFAEL LAPIEDRA MESEGUER
Microrrelatos publicados
Azul oscuro, casi negro
Decidió empezar a trabajar antes de recibir el encargo; sería cuestión de tiempo, pensaba. Por eso, cuando sonó el teléfono, lo descolgó en menos de lo que dura un estornudo. Amigo desde la infancia, compañero en la universidad. Ahora, investigado en el homicidio de su esposa, busca en el amparo de su viejo amigo abogado una última esperanza. Aceptó encargarse de su defensa, y de inmediato se puso al corriente del sumario: sin testigos, sin pistas. El forense acababa de certificar la causa de la muerte: traumatismo craneoencefálico, probablemente causado por un objeto contundente de madera, debido a la presencia de astillas de color azul oscuro sobre la víctima.
Apartando la carpeta abierta específicamente para el nuevo caso, apenado, observó la foto que reposaba en un estante de su despacho: el equipo universitario de criquet, con su amigo al frente, sosteniendo el bate reglamentario del equipo, de color azul oscuro.| Septiembre 2024
Participante
Votos recibidos por la Comunidad: 19La condena social
Última jornada del juicio oral. A falta de la preceptiva sentencia, finalizaba uno de los procedimientos más mediáticos que Jorge había asistido: la defensa de un joven marroquí, con todavía muchas primaveras por delante. Si debían ser a la sombra, lo decidiría su señoría. Jorge estaba convencido de que no iba a correr un destino tan aciago. La investigación y posterior instrucción arrojaron más dudas que certezas, con pruebas circunstanciales y en constante búsqueda de una confesión que nunca llegó. Sin embargo, al juez instructor le sobraron argumentos para razonar que concurrían indicios delictivos.
Tras declinar su derecho a la última palabra, el acusado miró de soslayo toda la formación de cámaras, fotógrafos y periodistas que abarrotaban la estancia. Observando la expresión del joven acusado, Jorge recordó que todavía existía un juicio pendiente más allá del juzgado, mientras su señoría ponía punto final con la manida expresión: visto para sentencia.| Abril 2024
Participante
Votos recibidos por la Comunidad: 2Bienvenidos al séptimo reino
No tenía ninguna cita agendada a primera hora, pero llegó al despacho antes de lo habitual.
El senado había aprobado la Ley del desarrollo de las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial en el ámbito jurisdiccional. Incluía una novedad revolucionaria: el reconocimiento de ChatGPT como medio de asistencia jurídica gratuita. No estaba nada mal para comenzar una nueva jornada.
El culmen de la evolución transhumanista -al menos para algunos- la medida salió adelante pese a la fuerte oposición de todas las asociaciones profesionales, cuyas negociaciones fueron estériles frente a la presión social.
El debate estaba servido, y, por mucha capacidad de análisis y por muy eficiente que fuera el sistema en construir un alegato convincente, la primera pregunta parecía inevitable: ¿Qué lugar ocuparía en adelante el abogado?
Solo deseaba que la respuesta a esta pregunta no se encontrara en la vitrina de su despacho, donde aún conservaba su antigua Olivetti.| Enero 2024
Participante
Votos recibidos por la Comunidad: 4Mi cliente preferido
-Creo que estás preparada, pero vamos a realizar un último repaso… ¿Qué lugar debes ocupar en la sala cuándo llegues?
-Delante del estrado.
-Correcto. La comparecencia se iniciará citando a los presentes. En este punto es importante no regalar ninguna muestra de duda o distracción; entonces, cuando te citen, ¿Qué debes decir?
-Con la venía, maestro, ¡Presente!
-Muy bien… entremos en cuestiones procesales. ¿Y si el profesor se presenta con un “examen sorpresa”?
-Impugno en reposición, por vulneración del principio legal de tutela efectiva, al no haberse notificado con la debida antelación y sin tener acceso a los autos objeto de evaluación, causando con ello una clara indefensión.
- ¿Y qué alternativa planteamos si desestiman el recurso?
-Solicitar nuevo señalamiento, por coincidencia con las clases extraescolares.
-Perfecto, hija. Ahora, acuéstate. Yo voy a hablar con mamá, dice que últimamente pienso demasiado en trabajo. Buenas noches, cariño.
-Vale. Buenas noches, papá.| Octubre 2023
Finalista
Votos recibidos por la Comunidad: 12Paz
Día duro en el despacho, como tantos otros. Dos juicios, cada uno más interesante que el anterior, una vista sobre medidas cautelares y un sinfín de correos electrónicos justificaban su cansancio llegada la noche. Tras repasar la agenda de señalamientos del día siguiente, como hacía habitualmente, decidió marcharse.
De vuelta a casa, pensó en prepararse una suculenta cena, acompañada de un buen Merlot Veneto, y finalizar la velada disfrutando del clásico “Casablanca” que había adquirido recientemente, en un nuevo formato Blu-ray remasterizado.
Pero al llegar a casa, recordó a Salama, la hija pequeña de la familia senegalesa que tenía como vecinos. Buenos vecinos, aunque eso no fuera un argumento jurídico a incluir en el recurso contencioso-administrativo que tenía que preparar para recurrir la revocación de sus visados. No obstante, para él sí que era un motivo más que suficiente para sustituir el Merlot Veneto por su Memento de Extranjería.
| Septiembre 2022
Participante
Votos recibidos por la Comunidad: 10Tiempos modernos
Faltaban escasos minutos. Los nervios seguían presentes desde el mismo momento en que me asignaron el juicio por un delito leve. Mi primera actuación en sala… virtual. Nuevos tiempos. Qué pena, me hubiera gustado lucir mi nueva toga por los pasillos del Juzgado.
Tocaba hacer revisión: buena iluminación; conexión a internet funcionando… hasta había aceptado todas las cookies. Mi instructa, en la pared, cual teleprónter. Ojalá no se escuchen las obras del vecino, o el gorjeo del pájaro de Concha a través del patio de luces.
Empezamos, y los nervios dan paso a un convencimiento personal: este es mi lugar. Tras ventilar los protocolarios saludos, empiezo a regar la sala con mis mejores argumentos jurídicos, en el marco de una determinada, aunque limitada, comunicación no verbal. Este caso es mío. A través del monitor miro a los presentes, estupefactos, cuando el Juez interrumpe mi alegato:
-Letrado, tiene puesto el mute.| Enero 2022
Finalista
Votos recibidos por la Comunidad: 40Busqueda sin respuestas
Repaso los últimos comentarios escritos en mi cuaderno, antes de entrar en una sala donde unos señores, vestidos con toga, imparten justicia. Hay numerosa seguridad policial, y algún que otro maleante por los pasillos; o debería decir “presunto” como me ha enseñado mi abogado.
Sentado en una especie de taburete, junto con mi madre, esperamos nuestro turno. De repente, dejo de prestar atención a los últimos consejos de mi abogado. Los nervios y peores recuerdos empiezan a aflorar, minutos antes de entrar. El recuerdo de las palizas durante el descanso, los insultos casi a diario, o los abusos al final de clase de gimnasia. Y al igual que en colegio, ahora he aprendido una nueva lección: no es en este lugar donde busco justicia. Tras el incumplimiento del horario señalado, por fin llega nuestro turno; guardo mi cuaderno, donde ya no puedo leer mis comentarios, borrados por las lágrimas.| Julio 2017
Participante