Imagen de perfilODA AL SOLDADO DESCONOCIDO

Ruth González Poncela 

Oigo atento tu aflicción,
Y escucho tu desaliento,
rogando con desconcierto
mi ayuda y mi protección.
Contra el cruel maltratador
estudiaré las acciones,
con secreto manifiesto,
de la ley el cumplimiento,
con diligencias sumarias
y exigiendo las sanciones.

Doquiera la mente mía
respuestas rápidas lleva,
frente al cliente que llega
o los casos que me asignan.
Desde aquella ola bravía
que se tornó antiespañola,
hasta el humilde que implora
defensa sin tener “perras”…
¡Que no hay un perjudicado
sin mi amparo y mi hidalguía!

¡Guerra! Clamaré ante el juez,
distante y falto de ira,
contra aquellos que conspiran
para la ley atacar.
¡Guerra! Gritaré al programar
mil demandas y querellas
frente a quien al prójimo aterra.
Y cuando artículos cite
que enmarañados resulten
¡¡Blandiré Jurisprudencia!!

 

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6 comentarios

  • Tengo que romper promesa
    y emitir un cuarto voto,
    haciéndole todo un roto
    a la señora marquesa.

    Pues el Román Paladino
    en que está escrito el relato,
    me suena a muy literato
    y entintado en pergamino.

    Y ese desconocido soldado
    adalid de las querellas,
    demandas y descabellas,
    me ha dejado anonadado.

     
    1. Buenas noches, Manuel.
      ¡¡La verdad es que es una verdadera lástima,sí!! Ya que lo dices, me hubiera gustado alcanzar la perfección, como el escritor del poema originario, Bernardo López García. Tendría que haberle dado otra vuelta para encontrar la métrica exacta pero tengo la mala costumbre de escribir de madrugada…
      Por cierto, ya me me has dado una de cal (crítica), podrías haberme obsquiado con otra de arena (voto) aunque no te haya gustado mi graciosa manera de abordar el tema jurídico.
      En todo caso, gracias por haberme leído y espero que sigas ganando concursos…
      Un cordial saludo.

       
      1. Mi intención era votarte, Ruth, porque, a diferencia de otros concursantes, no me he impuesto ningún límite de votos, pero no lo hice por esa ruptura del ritmo del poema, que me desencajó. Por eso te dije que era una verdadera lástima.

        Y muchas gracias por tus buenos deseos. Yo también deseo que sigas ganando concursos, como hasta ahora.