Dime por qué motivo…
Daniel Domínguez RepisoMientras sorbía con desgana de la pajita aquel insulso brebaje, cayéndole más de la mitad por sus desobedientes labios, se le acumulaban, cuan bandada de cuervos, los más negros pensamientos.
Él, victorioso en mil pleitos, verbo afilado del foro, portada de revistas, conferenciante de moda… apenas podía ahora contestar cuál era su nombre sin que se le cayera ridículamente la baba…
Y ahora se cuestionaba agriamente para qué de aquellos desmesurados esfuerzos, el porqué de tantas noches sin dormir, aferrado a la cafetera, sostenido por el picante humo de la nicotina… De nada valía repudiar aquellas miles de hora… pero se maldecía una y mil veces por ello.
Había sobrevivido y, con mucho esfuerzo, podría contarlo… quizás para que sirviera de ejemplo a terceros pero, ya se sabe, nadie escarmienta en cabeza ajena…
Por delante una exasperante y dura convalecencia, con incierto resultado, y miríadas de amargos recuerdos…
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El protagonista ha cambiado de prioridades. Carpe diem.
Buen relato, Daniel. Suerte. Te dejo mi voto.
Besos.
Viniendo de ti es un honor el comentario.
Gracias y besos