MIOCARDIOS
Nicolás Montiel PuertaElla le rozó la mano y sus miradas se enredaron. Él quiso ser viento, ella quiso ser lluvia, los dos quisieron ser mar. Y eso les llevó a invertir todo cuanto tenían en la producción incansable de besos, caricias, abrazos, risas, sueños y esperanzas. Pero un mal día, sin reparar en ello, dejaron de mirarse, de hablarse, y, lo que es todavía peor, de susurrarse, y su particular industria matrimonial quebró. Y descubrieron su absoluta incapacidad para la adaptación a un nuevo modo de amanecer cada mañana.
Hoy, sentados frente a frente, asistidos por sus abogados, ponen punto y final a lo que ocupó trece años de sus vidas, y lo hacen con un convenio regulador en el que no hay espacio, ni siquiera un maldito párrafo, para hacer constar cuánto se quisieron hasta que el viento dejó de despeinarlos, la lluvia de mojarlos, y el mar de reconfortarlos.
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Precioso relato , me ha conmovido. Te deseo mucha suerte y te doy mi entusiasta voto.
Agradezco enormemente tu comentario y tu entusiasta voto. Un abrazo
Ayyy, Nicolás… quién pudiera invertir en esa producción incansable de besos, caricias… y rematarlo con sueños y esperanzas…
Una delicia de relato, de los que te despeina el alma, te empapa las mejillas (con hipidos y todo) pero te reconforta en horas tristes como un fado a orillas del Atlántico…
Bravo, amigo!!!
Una historia a corazón abierto… miocardios, cómo no!!!
Un fuerte abrazo a puntico de desconfinarse… esperemos!!!
Marta
Queridísima Marta, eres buenísima no sólo escribiendo relatos, sino comentándolos. Muchas gracias por tus elogios y por tu compañerismo. Un abrazo profundo.
P:D: En un momento paso por tu casa a comentar tu relato.
Absolutamente literario y fiel reflejo de lo que los humanos sentimos a veces cuando encontramos pareja. Por desgracia, en muchas ocasiones somos tan estúpidos que lo estropeamos al final. Seguramente por no saber darle un desenlace inteligente y racional a lo vivido, dejándonos llevar por algunos de los pecados capitales hasta sus últimas consecuencias. Solo queda por decirte: Eres escritor. Felicidades Nicolás.
Muchísimas gracias por tu comentario, tan generoso como amable. Me dejas abrumado, sin falsas modestias. Un abrazo.
Bonito y muy evocador.
Mi voto.
Muchas gracias, David. Un abrazo
Me gusta tu DANA: viento, lluvia…meteoros románticos que acaban en convenio. Y luego lo más duro, sobrevivir a la separación. Muy adecuado el tono y bien traída la falta de emoción y de recuerdos «ni siquiera un maldito párrafo», en esta vicisitud. Enhorabuena y un abrazo.
Muchas gracias por tu comentario, Esteban. La vida no cabe en un convenio, ni en un libro, ni un relato, ni un micro. Un abrazo
Muy bueno, Nicolás. Tienes mi voto. Desgraciadamente a veces las historias tienen un final triste…
Muchas gracias por tu comentario y tu voto. Es verdad que las cosas, a veces, acaban mal, pero todo lo que termina es el comienzo de algo nuevo… espero. Un abrazo
Que dos personas coincidan y congenien es pura magia, algo que se da muchas menos veces de las que pensamos. Mantener una relación duradera es un verdadero arte. El tiempo es el mejor juez para todos y para todo. Cuando surgen grietas incapaces de cerrarse, cuando la brisa se torna tempestad, aflora el agrio desamor y todo queda reducido a un documento legal, frío, como también a la sensación de fracaso. La vida siempre sigue, quizá la retomen con otras personas y la experiencia previa la estimen como un aprendizaje, eso lo dirá el tiempo también. Lo que has hecho tú es contar maravillosamente la dureza de una situación de ruptura legal en su momento más crítico.
Un abrazo y suerte, Nicolás
Muchísimas gracias por tu comentario, Ángel. Cómo siempre, describes maravillosamente el sustrato del relato y la proyección del mismo. Qué facilidad tienes para la disección de los textos. Veo tu abrazo y subo dos más.
Precioso. Poético. Evocador… Y la triste realidad de los divorcios. Los que hemos redactado convenios reguladores sabemos los fríos y vacíos que son tanto por dentro como por fuera.
Que el viento te envíe mi voto y que el mar te dé mucha suerte, querido amigo. Besazos.
Los que hemos redactado convenios somos como los que han visto naves ardiendo más allá de Orión, ya lo creo. Debería ser obligatorio que los convenios incorporasen música y una copa de vino ofrecida por el juzgado. Muchísimas gracias por tu apoyo y tus halagos. Muchos, pero que muchos besos para mi Capi favorita.
¡¡Que bonito, pero que bonito!!! Es como leer un poema. Un poco triste el final, pero a veces las historias de amor estallan como una tormenta.
Mi voto incondicional y un abrazo.
Eres muy generosa, Ana Isabel, y te doy las gracias por tu apoyo incondicional y tu abrazo, al que gustosamente correspondo.
Maravilloso microrrelato, prosa poética que llega al miocardio nada más comenzar su lectura. Mi enhorabuena, suerte y un fuerte abrazo!!
Muchas gracias, Juan Manuel, por tus generosísimas palabras y por leerme siempre con tan buenos ojos. Un abrazo enorme.
Para mí es una preciosa prosa poética de muy buena calidad. Enhorabuena por tu micro. Tienes mi voto.
Te agradezco en el alma tu comentario y tu voto. Un abrazo
Aunque case mal con otras expresiones poéticas que has usado, Nicolás, quizá debieron hacer una «reconversión industrial» cuando aún les despeinaba el viento, y les mojaba la lluvia, y el mar les reconfortaba.
Mi voto, mi deseo de buena suerte y un abrazo.
Tomo nota, Manuel. No está nada mal eso de la reconversión, pero recuerda que alguna que otra reconversión ha precisado la intervención de los antidisturbios… Muchísimas gracias por tu comentario, tu voto y tu abrazo, que secundo gustoso. Y mucha suerte también para ti.
Hola, Nicolás.
Nos traes una historia de enredos de amor y de sarmientos, cuanto todo se desmorona.
Un micro maravilloso con esos deseos de ser viento, ella; lluvia, él y mar, los dos juntos.
La imagen de estar sentados, frente a frente y con sus abogados es totalmente demoledora y de una plasticidad, a pesar de lo dura, hermosa.
Te deseo todísima la suerte que merece tu pluma de escritor.
Admiración máxima la mía.
Un abrazo enorrrrrrme y suerte con él.
Muchísimas gracias, Towi de mi corazón. Eres tan generosa como siempre. Y una fuente de inspiración constante para mí, al igual que el resto de confinados. Ojalá este año dejes de ser la eterna finalista y levantes la copa, que ya va siendo hora. Otro abrazo grandioso para ti.
¡Bravo, Nicolás! Un relato poético y maravillosamente escrito que te rompe el corazón.
Aunque en las leyes no hay espacio para los sentimiento, quiero pensar que en los recuerdos de tus protagonistas siempre subsistirá la belleza.
Muchísima suerte y un abrazo.
Muchas gracias, Almudena. Siempre es un gusto leer tu cariñoso comentario. Es verdad que los recuerdos que debemos conservar son los buenos, todo lo demás que se lo lleve el viento, o la lluvia… Un abrazo.
Miocardios casi infartados en la segunda parte de tu microrrelato. Justo después de trece años. Pasan del blanco al negro, del cielo al infierno.
Muy buen microrrelato.
Muchas gracias, Aurora, por tu comentario. Y sí, estoy de acuerdo contigo en que todas las rupturas pueden ser como un infarto, repentino o con preaviso. Un abrazo.
Me ha gustado muchísimo. Mis mas sincero voto.
Muchas gracias, Paola, por tu comentario y tu voto. Celebro que te haya gustado. Un abrazo
Todo el texto, de principio a fin, emana sensibilidad. Tendría que haber una cláusula que recogiera todo lo bueno vivido. Enhorabuena.
Estoy de acuerdo contigo, debería ser obligatoria una cláusula que reflejase los buenos momentos. Muchísimas gracias por tu comentario. Un abrazo
Precioso, Nicolás. Muy poético, incluso con esas palabrejas tan poco románticas que había que encajar, has sabido camuflarlas a la perfección para que no desentonen en un ambiente tan distinto a su naturaleza. Me ha encantado, mucho mucho.
Mi voto y un gran abrazo.
Es cierto, Ana María, que las palabrejas, a menudo, resultan difíciles de encajar, si nos salimos de lo obvio, pero me encanta que las consideres camufladas y que te haya encantado el micro. Muchísimas gracias por tu comentario y tu voto, y otro gran abrazo para ti.
En el amor, hasta las fuerzas de la naturaleza son tus cómplices y siempre juegas a favor. «Pero un mal día, sin reparar en ello…» El amor es como la mayonesa, que nadie sabe por qué se corta. Y un convenio, con todo y con eso, es la mejor forma de acabar, aunque a veces solo estén conformes con el desacuerdo. Un bello relato que descubre la trastienda sentimental que esconden los papeles legales. Lo has bordado.
Qué atinadísimo estás siempre en tus comentarios, compañero. Tú bien sabes que, si no fuera por el secreto profesional, podríamos contar algunas historias que asombrarían a cualquiera, y de las que casi nunca queda rastro en los papeles. Como diría Raphael: Qué sabe nadie…
Muchísimas gracias por tu apoyo, amigo. Y un enorme abrazo.
Preciosa Narración de una historia de amor… Y desamor con abogado testifical. Mi aplauso y mi voto. Enhorabuena
Muchas gracias por tu amable comentario y por tu voto, Santiago. Lo peor de cualquier final es que aparezcan los abogados. Un abrazo
Nicolás: Magnífico y poético relato incluso cuando cuenta el periodo de desamor. Es literatura en estado puro. Mi voto.
Eres muy generoso con tu amable apreciación, Fernando. Muchísimas gracias por tu apoyo. Un abrazo
Enhorabuena Nicolás! Un relatos estremecedor de principio a fin. Ahí va mi voto, un saludo.
Muchísimas gracias, Wibo, por tu comentario y tu voto, me alegra que te haya gustado. Un abrazo
Pura poesía, mi más sincera enhorabuena. Un saludo
Muchísimas gracias, Jonatan, por dejar tu comentario y por tu apoyo. Celebro que te haya gustado. Un saludo
Ahora que ya están todos los que son y son todos los que están, a sabiendas que se puede votar a varios, recupero mi costumbre de votar solo a uno, ya que el mes pasado sí que voté a dos. Y ese matrimonio tuyo de viento y lluvia, tan cercano y real, se llevan mi voto, con el permiso de «Charlie», que por culpa de su «vencimiento», perdimos la «Champions». Un abrazo. (Para los cuatro).
De nuevo te doy las gracias por tu comentario, y también por apoyo. Es un privilegio que, entre tantos buenos relatos, elijas el mío. Un abrazo enorme.
Vaya enfoque más novedoso le has dado a este concurso. Un microrrelato precioso, Nicolás. Muy poético.
Enhorabuena, mi voto y mucha suerte.
Muchas gracias por tu comentario y tu voto, Gabriel. En cuanto a lo del enfoque distinto, pienso que constreñir un concurso literario a unos objetivos concretos resulta de lo más aburrido. Un abrazo.
Qué bello relato. Me ha encantado. Cuánta poesía en esta historia de desamor.
Un abrazo, Nicolás
En vez del amor, es la poesía la que está en el aire, y puede percibirse incluso con las mascarillas puestas. Muchísimas gracias por tu comentario y tu apoyo. Otro abrazo para ti
¡Pero qué cosa más bonita! Aunque no sé de qué me extraño, Nicolás, lleva tu firma.
Un abrazo
Como siempre, eres muy amable y generosa conmigo, Margarita, pero, viniendo de ti, es un privilegio. Un abrazo