Ernestina Tatti

Microrrelatos publicados

  • AL OTRO LADO DEL SOFÁ

    La duda sobre qué clase de persona quería llegar a ser revoloteaba en mi cabeza, mientras mi abuela Ana tejía, al otro lado del sofá, una bufanda y yo me disponía a leer "El alma de la toga" en mi libro electrónico, un aparato que ella encontraba de lo más innovador.
    Ana no lo había tenido fácil. A ella, que fue la mayor de nueve hermanos, le tocó ayudar en casa y solo podía ir a la escuela cuando terminaba a tiempo sus quehaceres, porque su infancia transcurrió en una época en la que comer era más importante que aprender y la educación venía de casa.
    Ana se siente orgullosa de tener una nieta que estudió Derecho, sin saber que el verdadero valor de la equidad me lo enseñó ella.
    Levanté la mirada y encontré la respuesta a mi duda justo allí, al otro lado del sofá.

    | Septiembre 2020
     Participante

  • EMPEZARÉ POR TI

    Mi preocupación por la transición ecológica me llevó a cambiar la ciudad por una casita ecológica "high tech" en medio del bosque. Y debo reconocer que esto y digitalizar mi despacho, han sido dos de las mejores decisiones que he tomado en mucho tiempo. Cierto es, que a medida que avanzaban los días de confinamiento, en ocasiones, echaba de menos a la fauna de mi antiguo barrio. Supongo que fue porque transcurrieron varios días sin que ningún coche pasara por la carretera de enfrente de casa, donde una pequeña planta había aprovechado para brotar en medio de una grieta del asfalto. Debo reconocer que al verla allí, buscando un nuevo comienzo en mitad de aquella naturaleza que en silencio gritaba vida, me sentí más parte que nunca de un ecosistema al que pensaba proteger frente a cualquier delito ecológico y, de algún modo, supe que empezaría por ella.

    | Mayo 2020
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 18

  • TRASNOCHAR ENTRE PAPELES Y CAFÉ

    Su marido apareció por la puerta de su despacho con una taza de café recién hecho y un beso de buenas noches. Desde que nació Ana, el precio por pasar tiempo con ella era sacrificar horas de sueño para trabajar. Los juicios no esperaban y los clientes tampoco. Pero la infancia de su hija no le daría una segunda oportunidad. Trasnochar entre papeles y café. Eso era para ella conciliar su vida familiar y laboral. Después de parir la maternidad se convirtió en una barrera en su carrera profesional. Una barrera que ella tuvo que superar y su marido no. Sentía que no eran iguales en ese aspecto. Esa era la triste realidad. La igualdad de género era una tarea pendiente todavía. Era abogada y madre. Pero, sobre todo, persona. Una persona con sueños.
    Dio un sorbo al café. Era hora de ponerse a trabajar. Sus sueños tampoco podían esperar…

    | Octubre 2017
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 45