EL INVENTOR
María Sergia Martín González- towandaEl viejo está callado mientras le comunico que el juez ha acordado la inadmisión de la querella. Asiente, esbozando una triste mueca de alivio, mientras sus ojos derraman la tensión acumulada durante las últimas semanas. «Se ha marchado». No entiendo. «No soportaba tanta vergüenza…». Toquetea una pequeña caja negra con varias luces: su último invento para ahuyentar plagas mediante ultrasonidos. «La he desarmado docenas de veces, pero no encuentro el fallo…».
Me duele ver así a mi padre. Le acuno emocionada como él hacía conmigo cuando los estudios se me torcían y quería abandonar. Le digo que conseguirá solucionarlo porque es un gran inventor; que mamá volverá, como siempre; que todo el barrio podría testificar que sus inventos les hicieron la vida más fácil… Que yo misma no sería abogada sin su ejemplo de tesón y honradez, y sin su toga mágica, esa con la que no pierdo ningún juicio.
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Qué bonito, Towy.
Enhorabuena.
Gracias, Amparo.
Me alegra mucho tu comentario.
Un besazo.
La magia como ilusión,
Me quito el sombrero, amiga.
Suerte y un abrazo.
Hola, Fiel.
Sin magia, la vida serìa insoportable.
Gracias y besos
María, te ha salido un micro cargado de ternura que, entre la magia y la realidad, está lleno de valores humanos y de los que deberían ser los principios de los abogados: tesón y honradez.
Saludos y felicidades.
Hola, Carmen.
Me fascina la magia y su capacidad de convertir la ilusión en realidad.
En cuanto a los abogados, creo que la mayoría cumplen con tesón y honradez.
Abrazísimos y gracias.
Towanda, tienes cada vez más peso sobre tu espalda, lo sabes, ¿verdad?
Tu culpa: malacostumbrarnos a relatos tan buenos.
Un abrazooooo, un voto. :)
Hola, Amparo.
Anda ya!!
Si te parece un relato bueno me doy por contentísima.
Un bezabrazo enorme y gracias.
María Sergia, Towanda, es como una vuelta a la historia. El padre, que animó a su hija a continuar sus estudios, es ahora consolado/animado por esa hija convertida en una mujer. Y abogada.
Sencillamente, hermoso.
Hola, Javierh.
Así debería ser siempre, ¿no te parece?
Tenemos en nuestras manos, al inventar historias, darles ese toque de cómo nos gustaría que fuera la realidad.
Gracias enormes y un abrazo.
Towi!!!
Que no había visto que te habían publicadoooo!!
Qué bonitoooo… me ha encantadooo… muy tierna la historia y mágica, por supuesto!
Enhorabuena, preciosa!!
Te mando un fuerte abrazo y un gran voto!
Marta
Hola, Marta.
Como digo por ahí arriba, me encanta la magia, me fascina y, si se puede, me gusta meter algo de fantasía en la realidad.
Gracias por el fuerte abrazo y por el voto, claro que sí.
Besazos.
Te echaba de menos, Towanda. Has acertado eligiendo a un inventor. Debe de ser muy duro para quien era capaz de innovar, no poder ni siquiera emplear palabras o conceptos ideados por otros. Y la aparición de una toga «mágica» tendría necesariamente que gustarme. No es la capa de mi Tío Paulino, el mago, sino una toga que da poder a quien la viste. Suerte.
Hola, Manuel.
Jajaja, pero aquí estoy ya. Los de la quinta del buitres somos así… luchadores.
Me alegro mucho de hacer acertado, como tú dices, al menos en lo que se refiere a que te haya gustado a ti.
Un abrazo muy grande y muchísima suerte para este mes y para la final.
hola!
mas que ocurrencia, ha sido una «invención»
enhorabuena!
Hola, Sebast.
Una invención en toda regla la de este personaje que dedica horas y vida a sus cacharros.
Muchas gracias por tu comentario y un montón de abrazos.
Encantador microrrelato. Esa niña, ya mujer y letrada, que devuelve generosa el amor que supo entregarle su padre. Un tándem delicioso. La pena es esa madre que no es capaz de estar a los posibles errores del inventor.
Muy bueno, Towa.
Salu2
Qué delicioso comentario, Martín.
No puedo añadir nada más que ¡gracias!
Abrazos y a ver cuándo te animas a publicar algo, que ya va siendo hora.
Menudo invento, Tow.
Qué boooonito!!
Así se habla… abogada, digo, escritora…
Vamos que llegamos…
Gracias, Rosy,
Besos grandes desde aquí también.
Gracias, Maribel.
Un abrazo muy fuerte.
He comentado, si querer, en otro apartado, jeje.
Besote, reina.
¡Suerte!
Esa mala cabeza que tienes, cachis!!
María, no sé cómo se te ocurren estas historias con el handicap de las cinco palabras.
Eso es arte, y tú una artistaza como la copa de un pino.
Abrazote grandísimo.
Al final, lo de las cinco palabras es más estimulante de lo que te imaginas al principio. Es cuestión de probarlo, porque engancha.
Gracias, y otro abrazo de vuelta para ti.
María Sergia, qué cabeza tan grande tienes… A mí no se me hubiera ocurrido nada con tanta coherencia con esas palabras. Que historia tan nonita en microbrevedad.
Felicidades y toda la suerte del mundo.
Un abrazo
Hola, María Teresa.
Osea, que me llamas cabezona!!
Muchísimas gracias y te animo a que lo intentes. Historias hay a cada lado que mires esperando que alguien las cuente. Ánimo y echarle un par de guindas a ese pavo.
Abrazobeso.
Me gustan relatos con padres y mujeres sensibles a padres. Salu2
Hola, anagun.
Muchas gracias, celebro que te gusten porque coincidimos en esto.
Un abrazo grande.
tú si que haces magia con las palabras. Conviertes cualquier propuesta en un relato emotivo y precioso.
Felicidades con toda mi admiración.