CÓDIGO MUSEUM
JUAN CARLOS MONTERDE GARCĺA– »¿Y dice Vd. que no vio a nadie?»
– »No, Señoría. Hubo un apagón y no vi nada».
– »Pues no entiendo como un cuadro tan valioso de la colección no tenía más seguridad».
– »Lo desconozco, solo soy un empleado de limpieza».
– »Pero Vd. es el principal sospechoso del robo».
– »No, por Dios. Jamás cometería tal acción».
– »¿Cómo explica que el guardia yaciera inconsciente en el umbral del baño?»
– »No lo sé, Señoría. Lo prometo. Alguien conocería el código y entró en el Museum».
– »Vd.»
– »No… no es verdad…» (sollozando)
La Sala enmudeció.
– »Sr. Letrado, ¿alguna alegación?»
– »Señoría, no se está respetando la presunción de inocencia».
– »Entiendo que quiera proteger a su cliente, pero no será agradable lo que voy a decirle. ¿Sabe que la cámara del edificio contiguo grabó a su defendido saliendo con el lienzo?»
– »…»
+19
Queremos saber tu opinión
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.
A veces nos toca defender casos difíciles, o perdidos desde un principio, muy metidos en el papel de defensores de «don nadies», de esos cuyos nombres ya no te acuerdas a lo largo de veinte años de carrera profesional. Es en esos momentos en los que tú decides: o la profesión adquiere más sentido aún, o deja de tenerlo. En cualquier caso, resulta una profesión apasionante e imprevisible. Te felicito por el diálogo, recurso que me resulta complicado para un micro con el requisito de incluir las cinco palabras. Mucha suerte, Juan Carlos. Sorprendentemente, me arrancas un voto. Un abrazo.
Muchas gracias, Francisco Javier.
Es cierto que la abogacía resulta apasionante, y no solamente para casos mediáticos, sino también para la defensa de clientes que con el tiempo ya no nos acordamos.
Un saludo.
(Si no tuviéramos el corsé de las 150 palabras):
– ¿Pero hay seguridad de que mi patrocinado sea la persona que lleva el lienzo? ¿Acaso las cámaras registran el ADN?
(Continuará)
Suerte, Juan Carlos.
Gracias, Manuel.
Si, creo que una de las cosas importantes de la literatura (en este caso jurídica) es fomentar la imaginación del lector. Tu continuación de la historia es, sin duda, un buen argumento para defender al cliente.
Un saludo, y suerte para ti también.
Me ha parecido muy original tanto el relato como su redacción en forma de diálogo. Tienes mi voto.
Hola, gracias por tu comentario, Javier.
Muchas suerte.
Hola, Juan Carlos.
Me ha divertido la torpeza de tu ladronzuelo. Sí es que para ser malo hay que ser muy listo.
Felicidades, compañero.
Abrazo y suertísima
Muchas gracias, Towanda.
Suerte para ti también.