LO IMPOSIBLE
Nicolás Montiel PuertaLa flor de cactus entró en mi despacho y se quedó de pie.
— Mejor no le doy la mano — me dijo.
— Sí, claro… ¿En qué le puedo ayudar?
— Quiero demandar a todas las flores del mundo.
Me quedé perplejo y lo manifesté alzando las cejas.
— ¿Acaso me he equivocado de abogado?— insistió.
— No, por supuesto que no.
— Lo celebro, me ha sido recomendado por el calcetín desparejado al que usted consiguió una pensión compensatoria después de quedar desfavorecido en el reparto de cajones.
— ¿Y por qué quiere demandar a las demás flores?
— Porque el tallo de ninguna de ellas pincha tanto como el mío… ¿Me va a representar?
— Por descontado, su pretensión es perfectamente legítima.
Esa misma tarde profundicé en el proceloso mar del derecho consuetudinario y logré armar una contundente demanda por ejercicio desleal del derecho a la belleza.
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QUé simpático tu relato, Nicolás!
Muy bien ambientado con todo el vocabulario relacionado con plantas y flores… Y está muy bien saber que el derecho consuetudinario versa sobre esos «jardines» también, je, jeee!!!
Me ha gustado mucho, sí señor!
Mi enhorabuena y mi voto!!
Un abrazo
Marta
Te quedo muy agradecido por tu comentario. Un abrazo.
Preciosa historia. Mi voto. Enhorabuena y un abrazo!!
Muchas gracias, Juan Manuel. Celebro que te guste. Un abrazo.
Genial, como siempre, Nicolás. Acudiré a ti para que me ayudes con las demandas más disparatadas, jaja. Mi voto.
Muchas gracias, Eva. Reivindiquemos el disparate. Un abrazo.
Me ha gustado mucho. Suerte.
Muchas gracias, Esteban. Un abrazo.
Eres GRANDE, Nicolás.
Me parece un micro delicioso. Enhorabuena!!!
Aplausos, abrazo y empujoncito.
Muchísimas gracias, Towanda. Tú sí que eres GRANDE. Un abrazo.
Me encanta tu relato impregnado de lirismo y ternura. Podría ser un cuento infantil. Mi voto y enhorabuena.
Te quedo muy agradecido, Francisco José, por tu comentario y tu voto. Un abrazo.
Muy buen relato, Nicolás, me ha gustado mucho.
Te deseo mucha suerte y te dejo mi voto.
Un abrazo.
Muchas gracias, a mí me encanta el tuyo, e igualo tu voto, deseándote también mucha suerte. Un abrazo.
Más original imposible. Enhorabuena.
Muchas gracias por tu comentario. Un abrazo.
Un relato muy original, me gusta mucho.
Mucha suerte, Nicolás. Mi voto y un abrazo.
Te agradezco mucho el comentario, y tu voto, por supuesto. Un abrazo.
Nicolás, original relato. Cada vez son más raros los cliente y las pretensiones… jajaja
Te deseo mucha suerte y te dejo mi voto.
Besos apretados.
Muchísimas gracias por el comentario y el voto. Todos llevamos a un raro dentro. Muchos besos.
No sé ni qué decir, Barrabás. Y menos aún llamándome Margarita. Casi mejor te dejo un voto (dos no me dejan y tres, tampoco) y ya si eso otro día te cuento cuánto me gustan tus historias.
Buenos días, Margarita. Gracias por tu divertido comentario. Estoy encantado con que te gusten mis historias, a mí también me gustan las tuyas. Y con un voto tan cualificado como el tuyo me conformo. Un abrazo.
Si la belleza es un derecho, a algunos nos van a indemnizar de lo lindo. Por favor, dame el teléfono de ese abogado de las flores (y por lo que veo, de los cardos).
Enhorabuena. Te mando mi voto
Muchas gracias, Litispendiente; lo de abogado de las flores queda muy bien, tendríamos que ponerlo en una tarjeta. Un abrazo.
Pues a mí me parece que el cactus es digno de encomio, no solo de alegatos de defensa. Debería escribirse un «elogio del cactus». Una superviviente nata esta planta.
Bonito relato, Nicolás, compañero.
Estoy de acuerdo contigo, Manuel. El cactus merece toda clase de alabanzas por su afán de supervivencia. Muchas gracias por tu comentario y tu voto, compañero. Un abrazo.
No puede ser más bonito. Tierno, dulce, ágil. Cuánta imaginación. Eres un maestro cuidando los detalles en tus historias. Leo y siento verdadera poesía en ellas. Además percibo pinceladas de nostalgia y trazos de romanticismo que me hacen admirar tu estilo y celebrar cada relato que presentas. Un saludo y mi voto.
Buenos días, Manuela. Muchísimas gracias por tu comentario tan hermoso como generoso, Celebro que te gusten mis relatos y tus palabras, sin duda, me sirven de estímulo para continuar juntado letras. Un abrazo.