Indulto
José Luis Barros JustoDurante mi juventud pertenecí a ese grupo denominado “de riesgo”, o población vulnerable, como también se nos llamaba. Es decir, recién licenciado en derecho, sin empleo, pero dispuesto a batirse en gallarda lid, si se presentaba la oportunidad, para erradicar la injusticia del orbe. Un idealista de tomo y lomo. Hoy se cumplen diez años de mi entrada en la política. En ese tiempo me he afiliado a tres partidos y he cambiado de discurso en, al menos, doce ocasiones. Acabo de jurar mi nuevo cargo ante el rey: Ministro de justicia. Lamentablemente, no puedo quedarme al ágape en mi honor, tengo que ir corriendo a la sede del partido, a firmar ese puñetero documento.
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Un relato muy de actualidad e ilustrativo. Mi voto y enhorabuena.
Muchas gracias Juan Manuel. Tanto por el comentario como por el voto.
Buen relato Jose, mucha suerte. Un abrazo!!
Muchísimas gracias. Aunque he de reconocer que es todo ficción, o quizá no? :D :D
La imagen y realidad de un político actual, de tomo y lomo, como bien dices… lo de «ese puñetero documento» ya es la guinda al pastel.
Ficción y realidad… qué fina es la línea que los separa, o no?
Me ha gustado mucho, José Luis!
Te envío mi voto y un abrazo!
Marta
Gracias Marta. Me alegra que te haya gustado, al fin y al cabo es para eso para lo que escribimos, y participamos en este concurso, para compartir con otros que tienen intereses y gustos literarios similares. Un abrazo (y mucha suerte, aunque vaya en detrimento de la mía. Tu relato también cuenta con mi voto). Jejejeje
Enhorabuena José Luis. Mi voto. Aprovechar la oportunidad para reírse es una buena terapia para el cerebro y los sentimientos.
Gracias Fernando. Ya lo decían en esa famosa obra de culto del cine en blanco y negro: «Siempre nos quedará París». Jejejeje
Tu personaje es todo un modelo de resiliencia. Sin duda la clave de su éxito.
Enhorabuena y suerte.
Gracias Rafael, ciertamente, es un sinónimo que puede aplicarse, aunque debo reconocer que no fue el que me inspiró inicialmente. Jejeje
Pues sí, bien traído y mejor escrito. Enhorabuena!
Gracias Manuel. A ver si tenemos suerte, que alguna falta hace… :D :D
Un saludo
Un relato de ficción pegado a la realidad. Y muy, muy bien escrito. ¡Enhorabuena!
Un abrazo.
Gracias María, me alegra que te haya gustado. Un saludo
El personaje de tu microrrelato se adapta al medio como un camaleón. Me recuerda al dicho: Este no es mi Juan, que me lo han «cambiao», mi Juan tenía pelo y este está «pelao».
Me ha gustado mucho, José Luis. Te envío mi voto.
Saludos
Gracias Aurora. He tratado de transmitir en mi relato esa lamentable transformación que ocurre en algunas personas a lo largo de la vida, y que las «inclina» hacia ciertos valores que poco se parecen a los que tenía en su juventud. Aplaudo la evolución que trae la experiencia, pero no los cambios de chaqueta por el solo afán del poder y la gloria. Muchas gracias por tu voto. Saludos
Muy chaquetero el ministro, del partido «C» me paso al «B» y acabo en el «A». Desgraciadamente hay algunos políticos así. No suelen gustarnos estos personajes, pero a mí me ha gustado tu relato José Luís, has contado en pocas palabras la ruindad de algunos, por eso tienes mi voto.
Enhorabuena, suerte y un saludo.
Muchas gracias por tu comentario José Manuel (y, por supuesto, por el voto). Lamentablemente, la realidad nos da tantos ejemplos, y tan cercanos, que casi fue inevitable escribir el relato. Digamos que el relato me obligó a escribirlo (bajo amenaza de inspirar a un escritor más lucido), así que no tuve más remedio. :D :D
Saludos