ABOGADO SIN PLEITOS
Eva María Cardona Guasch 
Acuciado por los problemas, era yo un mar de dudas y no daba con la vela que me llevara a buen puerto. Navegando por la red en busca de abogado, un llamativo titular emergió en mi rescate. El cartel de presentación no auguraba nada bueno pero cumplió su función de anzuelo.
“Justo Vital, abogado. Diez años sin un pleito”.
Pinché el enlace por curiosidad. Me fié de las recomendaciones de los usuarios.
“…estudioso de las leyes, sabe escuchar…”, “…da confianza…”, “… para él lo importante no es ganar la batalla sino resolver…”, “… gran negociador, me consiguió un buen acuerdo y me ahorró años de litigios…”
Aquello era lo que necesitaba: una solución, no un pleito. Acerté con la elección y se lo agradecí con un clic. Nada mejor para decretar públicamente su profesionalidad que concederle cinco estrellas de valoración.
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Hola, Eva. Te doy un voto. Soy Mª Carmen Sancho. Estoy de acuerdo con tu relato, qué valor tiene un buen acuerdo. Ánimo para seguir escribiendo y suerte!!!
Muchas gracias.
Mi voto para este microrrelato cinco estrellas.
Muchas gracias, Juan Manuel
Hola, Eva.
Cinco estrellas y me quedo corta.
Va usted, querida Eva, con los laureles en la cabeza mes tras mes. Convencida estoy de que en alguna de estas se alce con el tomate verde frito, el que lleva el premio mensual.
Enhorabuena y esta ristra de abrazos.
Gracias por el comentario. Viniendo de quien viene es todo un honor. Me declaro admiradora suya. Desde hoy, no tan secreta.
Creo que, hace años, los médicos chinos cobraban sus honorarios mientras los pacientes estuvieran sanos, y dejaban de percibirlos si enfermaban. Quizá los abogados deberíamos cobrar igualmente si resolviéramos los asuntos extrajudicialmente y no recibir pago alguno si tuvieran que ir a juicio.
Suerte, Eva María. Tengas pleitos, y los “transes”.
Lo que tengo claro, Manuel, es que los abogados deberíamos valorar más nuestro propio trabajo cuando tratamos y conseguimos acuerdos. Al fin y al cabo, la negociación es otro procedimiento que requiere su estudio, sus tiempos y su técnica.
Gracias por tu comentario.
Te cambio cinco estrellas por un voto.
Margarita, como siempre… genial.