DE CORAZÓN
Yolanda Nava MiguélezEl pleito se inició por un dibujo en la arena. Era un corazón atravesado por una flecha y al pasarle por encima la tabla de surf de un tipo enorme que no respetó la linde fijada por la toalla, quedó partido por la mitad; las protestas de la pareja no fueron bien acogidas por el grandullón y rápidamente se formó un corrillo alrededor. Por fortuna, se ofreció a mediar el vigilante de la playa: «soy abogado» proclamó, y la gente le abrió paso para que pudiera investigar y resolver. Pero los concurrentes en el litigio dijeron no tener solvencia para afrontar los honorarios del joven, pese a no ser muy elevados. El letrado pidió que le concedieran la licencia de mediar gratuitamente. Logró la reposición del dibujo y una disculpa; como pago, los enamorados le invitaron a un helado de fresa, aduciendo que la pensión no les daba para más.
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Ahí te dejo mi voto.
Tómalo, tuyo es, mío no.
Suerte miss Nava!
Lo tomo, lo tomo.
Gracias, Modes.
Aquí tienes mi voto, Yolanda.
Corrígeme si me equivoco pero intuyo que eres mediadora o, como mínimo te interesa el tema.
Me gusta cómo se resuelve el conflicto en tu historia.
¡Suerte!
Hola Eva, mediadora no soy, pero si que me parece interesante su labor.
Un abrazo y gracias.
No falta ni un latido en esta historia, ni siquiera el mío.
¡Preciosa!
Gracias, Margarita.
Un abrazo.
Enhorabuena, Yolanda, por esta historia maravillosa que llega justo a poner la guinda del mes.
Bravo!!!
Un abrazo, campeona.
Gracias Towi, que tú me digas eso, pues es un piropazo.
Un beso.