JUSTICIA ROBOTIZADA

Angel Tormes Alberdi · Donostia-San Sebastián 

Tras imponer el pago de la tasa, impedir el recurso de muchas sentencias o reducir el número de jueces y juzgados, llegó la privatización. La titularidad de la justicia pasó a manos de accionistas ávidos de lucro y, con tal objetivo preferente, acordaron robotizar el servicio acabando con la impericia, ineficacia e inutilidad de abogados o jueces que se limitaban a encarecer y entorpecer algo tan simple como la aplicación de la ley. El jolgorio inicial por las sentencias baratas en menos de siete días se fue desvaneciendo poco a poco como las alargadas sombras del ocaso, cuando en respuesta a una petición de divorcio por la desaparición del primitivo afecto marital, se obtenía la declaración de fallecimiento de D. Primitivo Afecto Marital, por su desaparición, instada por D. Divorcio.

 

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