Devota

Dori Siverio Fumero 

Mi oficio es el de abogada, pero como terminé la carrera y no encontraba trabajo, puse una panadería y, como soy creyente, encendí un cirio a san Pancracio, patrón de todo negocio. La tahona me fue mal, pero he de decir que ha sido mi salvación, ya que gracias a un chanchullo que me hicieron en ella, tuve que ir a juicio y como no tenía dinero para un abogado, yo misma fui mi letrada. Gané el pleito y después de eso comenzaron a salirme muchos clientes. El negocio fue mi boleto a la gloria. Ahora tengo un dilema, ¿tuvo algo que ver el santo remitiéndome suertudamente a mi verdadera vocación? Bueno, como soy creyente, he decidido poner a santo Tomás, patrono de los abogados, día sí y día no en mi capillita. Hoy le toca el turno a él, mañana a san Pancracio.

 

0 Votos

 

Queremos saber tu opinión