EL SECRETO MEJOR GUARDADO
Javier Puchades SanmartinLa muerte de tía Tere supuso una gran pérdida. Sus sobrinos acudieron como buitres para escuchar la lectura del testamento al despacho del abogado Gutiérrez, que actuaba como albacea. La herencia era muy apetitosa. Todos estaban dispuestos a litigar sin fatiga para obtener el mejor botín.
El abogado fue detallando la asignación del legado de la finada: Cuarenta millones de euros divididos en cuatro partes iguales. El ajuar doméstico y joyas para Anacleta y Anastasia. El palacio y terrenos adyacentes, libres de cargas, en condominio para Remigio y Segismundo.
La cara de los herederos era todo un poema, no parecían felices con lo adjudicado. El albacea prosiguió: Mi bien de más valor, motivo de vuestras únicas visitas cada primer domingo de mes, dispuse en mis últimas voluntades que fuese introducido en mi ataúd e incinerado conmigo para llevármelo al otro mundo. Así, nunca sabréis la receta de mis famosísimas croquetas.
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Hola, Javier.
Qué fantásticamente mantienes la tensión narrativa con la avidez y el conocimiento de lo heredable, y qué bien cierras con el humor de la finada, que se me antoja que es el tuyo propio. Donde estén unas buenas croquetas que se quite todo lo demás. Eso se lo llevaba con ella. Para que la echen de menos cada primer domingo de mes. Enhorabuena. Un abrazo.
Eduardo, muchas gracias por tu comentario, es un placer encontrarte por aquí también.
Un abrazo.
Muy bueno, Javier. Esas croquetas lo explican todo.
Suerte y un voto.
Rafa, muchas gracias por tu comentario.
Donde estén unas croquetas bien hechas que se quite lo demás, jajaja.
Gracias por tu voto.
Un abrazo.
Es que donde estén unas buenas croquetas…
¡Genial, Javier!
Mucha suerte.
Margarita, muchas gracias por tu comentario. Tienes toda la razón, donde estén unas buenas croquetas que se quite todo el dinero del mundo.
Un beso.
Una venganza que seguro les dejara con un mal sabor de boca, ja, ja, ja. Muy original y divertido, Javier. Voto y abrazo.
Salvador, muchas gracias por tu comentario y por tu voto.
Un abrazo.