Obsesión

Juan José Duart Albiol · Amposta, Tarragona 

Rojo vestido sobre blanca piel. No dejé de mirarla. Sus ojos, en cambio, me rehuían. Le repugnaba. Acabó el juicio y tuvo que absolverme por no sé qué precepto de la Constitución. Pero, yo era culpable y ella lo sabía. Sabía que volvería a hacerlo porque la pulsión me dominaba. No había sido la primera vez. Por eso me encerró en un psiquiátrico. Tres años: “Por prevención”, dijo. Tres años recluido, soñando con ella, pensando en ella, recordándola, dibujándola, pintándola: rojo vestido, blanca piel, rojo oscuro, blanco albo, rojo granate, blanco cano, rojo sangre, blanco níveo… durante tres años. Por eso cuando terminó el internamiento, la maté y su roja sangre tiñó la blanca nieve. Rojo sobre blanco, como en mi pintura. Pobre magistrada. Ella lo sabía. Sabía que volvería a matar a la siguiente mujer con la que me obsesionase. Lo sabía, lo sabía. Lo había previsto. Vana prevención.

 

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