MCarmen LLopis
Microrrelatos publicados
Su primer juicio
Me encontraba ya en Sala. Mi vestido crema contrastaba con la toga negro azabache que me cubría como una armadura ante cada batalla legal. Estábamos celebrando un juicio por despido en el que se discutía principalmente si había habido renovación tácita o no del contrato. El abogado de la empresa repetía hasta el infinito el mismo argumento. Por su parte, la Juez daba golpecitos en la mesa hastiada ante tanta verborrea y con ganas de terminar y sentenciar rápido. Unos lloros desconsolados llegaron del exterior. El agente judicial entró con mi bebé de quince días y me lo entregó con cierto apuro. Con el permiso de Su Señoría lo enganché a mi pecho y seguí con el juicio como si tal cosa. El abogado contrario se quedó tan fuera de juego que perdió el hilo de su argumentación.
Se puede decir que mi hijo ganó su primer juicio.| Mayo 2018
Participante
Votos recibidos por la Comunidad: 2Sarita
Elena se mecía a su ritmo en el columpio del parque ajena a las miradas de reproche del resto de adultos. Estaba feliz pues acababa de llamarle su abogado para comunicarle que habían dictado Sentencia otorgándole la custodia de Sarita y fijando según baremo una pensión alimenticia para la misma, además del pertinente régimen de visitas a favor de su expareja. A pesar de llevar muchos años de convivencia nunca habían pasado por el altar y ningún vicario ni juez había legalizado su unión. Sarita fue el único punto de fricción. Ninguno de ellos quería perderla. Al no ponerse de acuerdo tuvieron que acudir a los Tribunales. La Sentencia fue clara: Elena fue quien adoptó a Sarita cuando aún no había convivencia , así que la custodia era para ella. La preciosa teckel mini , un ser vivo dotado de sensibilidad, tuvo régimen legal tras la separación de la pareja.
| Marzo 2018
ParticipanteLa Naturaleza en el banquillo
Me llamaron de un día para otro porque el abogado que tenía que ocuparse del caso había sufrido una apendicitis aguda y buscaron con premura al correlativo en la lista de reserva.
Allí estaba yo, pobre mentecato, con mi endeble argumentario intentando defender lo indefendible. ¿ A quien se le había ocurrido litigar contra la Naturaleza?.Muy al estilo americano mi cliente había demandado a una racha de viento por hacer caer un árbol sobre su coche. El Juez me miraba con gran curiosidad para ver por dónde iba a salir. Abogado¿ va a presentar testigos?. Si señor, respondí, pidiendo al agente que abriera la ventana de la Sala. Una ráfaga de viento hizo volar el bisoñé del Juez. Aquí mi testigo principal, dije, mientras el Juez corría tras su peluquín. No lo veo, dijo su Señoría, pero lo siente y lo sufre dije yo.
Ni yo me lo explico, ganamos.| Abril 2017
Participante
Votos recibidos por la Comunidad: 1Los milagros existen
Tenía cero posibilidades de ganar el nuevo caso que había llegado a mi despacho. El abogado particular había abandonado la defensa a diez días del juicio y a mí me lo habían asignado por el Turno de Oficio. Un marrón más pensé. Con la seguridad de que poco podía hacer con tan breve plazo para prepararlo pedí la suspensión pero me fue denegada. Había que celebrar sí o sí. Venían testigos de todas partes del país, era un caso mediático y ya no había vuelta atrás. El vencimiento estaba cerca. Con el reloj corriendo en mi contra y sin un plan alternativo me puse a leer los cinco mil folios de la causa. LLegó el día de la vista. Allí aparecí yo con mi barriga de nueve meses. Las cámaras me rodeaban haciéndome mil preguntas. En la entrada de la Audiencia rompí aguas.....
Suspensión segura.| Enero 2016
Participante