GIGANTE
José Luis González Martínez La jubilación me había traído eventualmente la presidencia comunitaria y, acaso por no haber alcanzado antes una ansiada judicatura, la vivía con tal vehemencia que notaba atenuarse mi edad. Hasta una mañana cuando aparcó en pleno acceso a la urbanización un africano enjuto. Estacionándola allí podía vigilar su camioneta mientras faenaba. No soy racista, pero las leyes deben cumplirse. “Enseguida acabo…, abuelo”. Atiborró de bultos la carretilla y al regresar invoqué absurdamente el artículo 202 del Código Penal… “Míster, déjeme trabajar, así proteger su jubilación”. Empuñé el móvil con carácter disuasorio mientras algunos vecinos aplaudían, y la tensión acabó disparándome la arritmia. Me pareció gigante cuando sus brazos me sujetaron y más aún cuando me dijo que, en otra vida, había visto truncarse muchos sueños por actuar creyéndose invencibles. “Cuide la salud o acabará presidiendo su funeral”, se despidió. Mientras ingiero el anticoagulante pienso en esa otra vida, la mía.
+5
Queremos saber tu opinión
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.
Hola, José Luis!
Cuánto tiempo sin leerteeee!!! Me alegro mucho volver a hacerlo por estos lares!
Qué tal todo?
Enhorabuena por este gran micro, gigante como tu título… bravo!!!
Que nos sigamos encontrando en estos foros u otros!!
Un abrazo
Marta
Un relato brillante. Y fiel reflejo de la realidad. Algunos presidentes de comunidad merecen una placa y una pistola. Enhorabuena y mi voto.
Gracias, Barrabás, y lo mismo te digo, voy a leer algunos (empezaré por los más votados hasta ahora, aunque a veces…). Pero antes de nada te diré una cosa. Hay algo que comentas al analizar mi relato en lo que tienes cien por cien de razón, sólo que yo cambiaría la pistola por algo que obligue a los de siempre a que dejen de apoyar a los de siempre. Quizá esto último quede explicado en la siguiente frase. Me quedan dos meses y ocho días para terminar mi mandato comunitario (por decir algo)
Hola, Marta, veo que sigues al pie del cañón, como tiene que ser. Yo también mando alguno de vez en cuando, pero, siempre ha habido clases. A mí me cuesta escribir, no me refiero a lo del papel en blanco, sino que pocas veces me gusta en primera instancia. Empiezo a darle vueltas y más vueltas…, y acabo enviando lo que sea con tal de quitármelo de encima. Este lo mandé y tú me lo has descubierto. Y no te vas a creer el por qué. Primero me avisaron que entraba y después que no entraba. Así que dije, pues hasta el finde no miro para ver qué ha sido de él. Y, mira por donde, me encuentro tu tarjeta de felicitación. Bueno, aunque ando muy mal de tiempo (ya te contaré por qué), voy a echar un vistazo a algunos, q
que ya he visto el tuyo entre ellos (esto de las tecnologías no va conmigo). Un beso, Marta, y seguro que el tuyo se lleva un voto más.
Ayyy… José Luis!!! Tú si que juegas en primera división, doy fe de ello!!!
Sigue escribiendo y mandando, que nunca se sabe, te lo digo por experiencia, y por experiencia también afirmo que tus historias siempre son dignas de leer, comentar y votar!!!
Que sigas muy bien, compañero!!!
Un abrazo!!!
Marta