Imagen de perfilPRUEBA DE CARGO

Javier Puchades Sanmartin 

Cuando preparo los juicios, tengo un amplio glosario de términos adecuados para cada caso que llevo entre manos. Pero, si las víctimas son niños, debo tomar las máximas precauciones con el lenguaje, ya que puedes pasar de héroe a villano por el uso de un vocablo inadecuado.

Aquella mañana de agosto, la situación se complicó más dado que el damnificado era mi hijo Daniel. Entre sollozos, me contó que el asaltante se abalanzó sobre él nada más lo vio y le arrebató lo que portaba entre sus manos sin darle tiempo a reaccionar. Debía de tener cuidado, ya que en ocasiones los niños exageran sus percepciones. Como medida cautelar logré encerrar al presunto agresor. Tenía que obtener pruebas irrefutables de que ese era el autor del delito perpetrado.

Finalmente, pude sentenciar al culpable sin ninguna duda. Encontré restos de helado de vainilla en el hocico de nuestro perro Picapleitos.

 

+17

 

Queremos saber tu opinión

12 comentarios