MI ÚNICA FORMA DE DORMIR
Esteban Torres SagraDe niño fui pastor en las montañas, en las montañas heladas de León. Ganado ovino que, de forma cautelar, le adjudicaron a mi bastarda madre tras reconocerla un hacendado en su lecho de muerte. Pero mi héroe no era Miguel Hernández, sino Echanove en Turno de Oficio, y por eso me propuse ser abogado como él, entre otras cosas -obsesionado como estaba con el Derecho- porque mi única forma de dormir era recitar un glosario de artículos del Código Penal hasta caer rendido. Años después lo conseguí, aunque sólo a medias: me licencié por la UNED, sin embargo el insomnio sigue torturándome las madrugadas. Cada vez más a menudo, al sentenciar un juez, deseo abandonarlo todo y volver al monte. Me sigue costando conciliar el sueño y ahora quiero ser pastor, entre otras cosas -obsesionado como estoy con las montañas- porque mi única forma de dormir es contar ovejas.
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Gran relato. Ironía, contradicciones, anhelos e inseguridades… Cada mes te superas. Ánimo!
Muchas gracias. Estoy muy satisfecho con él. De tu cuñado, todos tenemos uno parecido. Mucha suerte.