180 grados
Natalia G. CastañedaTodos los días acude puntual. Hoy se ha sentado con los nuevos y les ha contado lo que a todos, que él también tuvo su primer día y que no tienen de qué avergonzarse. Lo que ninguno imagina es que tras ese afable charlatán de andares torpes que oculta su timidez tras unas gafas carcomidas, se esconde una fortaleza de hierro esculpida de reveses. Hace unos meses, antes de perder su trabajo, tenía una familia y un hogar; después llegaron las deudas y los cortes de luz precedieron a un inminente desahucio del que fue encausado.
Tras llenar el estómago, abandona solo el comedor y sobrevive al calor refugiándose bajo los soportales de la ciudad. Mañana volverá acompañado de su inseparable neceser marrón, donde atesora los recuerdos del abogado que fue, mientras ansía a que sin más dilación amaine el temporal del infortunio.