Imagen de perfilEl informe pañal

Carlos Llopis Sabater 

No es fácil intentar teclear una sola palabra que resulte convincente con un renacuajo sin colegio reclamando tu atención.
– Te engaño si te digo que volveré pronto –me acaba de declarar mi mujer. He intentado explicarle que debo terminar un informe jurídico para mañana, pero es más rápida ella cerrando la puerta que yo arrancando con mis alegatos para que no me deje solo con el pequeño Hugo.
– ¡Hugo! ¡Por favor, no grites! Papá necesita concentrarse –dicen que a los pocos meses de nacer ya entienden lo que les dices. ¿Por qué entonces sigue gritando?
Un vaso de agua fresca me ayuda a retomar el informe “…el relato debe ser calificado de no creíble por la falta de coherencia…” ¡Hugo, por favor! ¿Por qué lloras, cariño?
Un pequeño hedor acaba de invadir la habitación. Creo que Hugo me quiere torturar.

 

+11

 

Queremos saber tu opinión