El paquete

Montserrat Acevedo Jiménez de Castro · Madrid 

Por fin había llegado el ansiado paquete. Con la vista puesta en el calendario calculó los días que quedaban para la vista oral. Su cliente juraba que era inocente, pero siempre sucedía lo mismo. Pocos imputados reconocían sus faltas y su carácter bonachón y la ausencia de malicia de su forma de ser, no le facilitaban la tarea de buscar condenas. Al final acababa creyendo los argumentos de sus defendidos aunque en el fondo sabía que sus historias no eran sino perjurios que quedarían sin castigo. Y tras el veredicto, ya de poco serviría reclamar… Enero, pensó. Propósitos nuevos y nuevas estrategias. A partir de ahora antes de aceptar un caso, sometería al cliente a su recién recibido polígrafo, todavía sin desembalar…

 

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