PRIORIDADES
ANA MARIA VIÑALS LORENTEDesde que empezó la crisis sanitaria no he vuelto a pisar los Juzgados de Guardia. Atestados policiales, ruedas de reconocimiento, comparecencias, juicios rápidos…todo eso ha terminado. Ahora no llego a fin de mes. Antes, me montaba en el metro en hora punta, siempre abarrotado. Todos miraban distraídos las pantallas de sus teléfonos, ajenos a lo que se nos venía encima. La gente parecía estar preocupada únicamente por el vertido de plásticos en el mar y conservar la pesca en aguas contaminadas. Viendo las noticias de entonces la prioridad del gobierno parecía ser acabar con el cambio climático para salvar el planeta. Ahora, al entrar en los vagones medio vacíos, nos miramos unos a otros con desconfianza a través de nuestras mascarillas preocupados por un roce o un estornudo. Y, cuando termina el día, llego a casa sin una sola cartera en mis bolsillos.
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Las prioridades cambian en un suspiro. Cuando parece que lo que estamos sufriendo es lo peor, siempre da un giro la vida que nos demuestra lo contrario y hay que replantearse la subsistencia.
Te deseo mucha suerte, Ana María e inauguro tus votos.
Besos apretados.
Tu relato está muy bien construido, parece una cosa y resulta ser otra. Irónico y divertido. Enhorabuena y mi voto.
Nunca llueve a gusto de todos. Lo que para unos son circunstancias favorables, para otros puede suponer la ruina. Tu protagonista no ha de visitar los juzgados, un trámite que no debía de resultarle agradable, dadas sus circunstancias, pero dejar de hacerlo va asociado a una economía precaria, ya que no puede ejercer su actividad.
Un relato que enseña que todo tiene consecuencias y que a cada cual las particularidades del momento le afectan de una manera.
Un saludo y suerte, Ana María
Enhorabuena por el relato, me encanta el final tan sorprendente. Tienes mi voto, un saludo!
Muchas gracias!