Imagen de perfilCAZA Y PESCA

ÁNGEL SAIZ MORA 

Me arrepentí de acompañar a un amigo a una fiesta. Había demasiada gente, sin respeto a las distancias. Él no tardó en quitarse la mascarilla. Después vació de golpe todo el alcohol vertido en un vaso dentro de su gaznate.
Como abogado, tanta transgresión de las leyes me hacía sentir incómodo. Pasé por el baño para lavarme las manos con agua y jabón. Una joven, que también se marchaba, dijo que prefería conservar su salud y no poner en riesgo la de otros con imprudencias, añadió que estaba cansada de verse envuelta en plástico.
Mi amigo y casi todos los presentes fueron cazados por el patógeno. Lo que a mí me sucede tiene relación con la pesca. Mordí el anzuelo de mi prudente enfermera. Ella apenas tira del hilo, yo no tengo intención de soltarme. Alguna vez sabré a qué sabe la sonrisa que imagino bajo su mascarilla.

 

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