Debitum
Raquel Lozano CallejaOtra noche en vela con la única compañía de las pajaritas de papel en fila india sobre el escritorio. La más grande, confeccionada con la factura del alquiler del despacho; la más bonita, el recibo de telefonía con llamativos colores; ordenadas minuciosamente, una serie minúscula de aves picudas vestidas con las páginas del código civil.
Al rescate de mi soliloquio nocturno habitual acuden las luces de neón del otro lado de la calle. Club, reza el cartel. Así, sin más; ni membretes solemnes ni togas ni balanzas. Club. Sólo cuatro letras y una afluencia constante de clientes que me hacen pensar en tomar la decisión de decretar el cierre de mi local. La noche no entiende de leyes.
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¡Qué bonito! Sin más.
Muchas gracias Margarita. Un abrazo
Desde luego, las leyes de la noche son otras. Enhorabuena. Mi voto.
Sin duda. Las noches se rigen por otros códigos. Muchas gracias.
Me encanta!! Suerte, Raquel!
Cruzo los dedos. Muchas gracias
Como lo lean los de Netflix…Qué buena historia Raquel.
Un beso y un voto.
A ver si hay suerte y compran los derechos, jajaja. Muchas gracias, Paloma
Sencillo y bello. Mi voto, Raquel.
Muchas gracias Eva. Un abrazo
Bueno, a veces, el personaje del abogado no estaría muy lejos de un trabajador o trabajadora de ese club.
Bellas imágenes: las pajaritas, las luces de neón; a un lado, la soledad, al otro, la multitud…
Suerte, Raquel.
La más dura de las soledades es entre la multitud. Gracias, Manuel
Qué bonito.