Imagen de perfilLa sentencia

Juan Antonio Suárez Merino 

Nunca nada te hizo tanto soñar con una victoria. Es verdad que siempre has preferido llegar a un acuerdo y cumplir los parámetros del mismo. Pero si me recurres, normalmente, seré la cuestión a debatir entre ponentes y magistrados.
El único requisito es que tengo que ser objeto de comunicación a las partes, abogados y fiscales. Se dice que me dictan, aunque normalmente aparezco redactada en un papel con la firma digital del Juez en la parte de abajo del folio. Soy de obligado cumplimiento, no obstante, muchas veces me repudias, al no estar conforme con mi fallo.
Mi poder es infinito, si me lo propongo puedo poner patas arriba el Congreso de los Diputados con mis pronunciamientos.
Conmigo puedes llorar de felicidad, de tristeza, reir, gritar, saltar, insultar, aplaudir…
Así que ya sabes, si alguna vez me encuentras en tu camino, hazme caso, te irá mejor en tu vida.

 

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