Siempre ahí
Mikel AboitizDesde que Bolaño dejara el bufete andábamos como pollos sin cabeza, especialmente Lola, más ocupada en la industria de producción de bostezos que en invertir tiempo pasando llamadas. La adaptación a su ausencia tampoco fue fácil para Fenestrillas que empujaba decaído el carrito del correo, repartiendo correspondencia con la pesadez de un titán melancólico. Por evitar su falta, huíamos de los códigos de derecho, que acumulaban polvo sobre su puesto vacío. Cuando las disposiciones legales se te volvían callejones sin salida, Bolaño estaba ahí cerca, insuflándote su aliento, como a punto de dar un buen consejo. Embutido en su perpetuo chaleco moteado de manchas de café, respiraba más fuerte que un fumador exhausto. Bolaño de nuevo siempre a tu lado, lento, perezoso, sacando papada, mirando meditativo. Sin título académico, másteres ni cum laude. Él era el alma del despacho. Bolaño, nuestro pobre bulldog extraviado en la Gran Vía.
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Muy original e imaginativo relato. Suerte y mi voto.
Gracias, Francisco, por la suerte, el voto y el comentario
Muy a favor de esos Bolaños que cuando miran tienen cara de buenas personas. Estupendo relato. Enhorabuena y mi voto.
Una cara de bueno abre muchas puertas, aunque a veces también puede cerrarlas…
Gracias, Nicolás
Original. No me esperaba para nada que fuese un perro el tal Bolaño. Si lo veo por Gran Vía ya te aviso. Un abrazo y suerte.
Avisa, avisa, pero no te dejes despistar como al leerme.
Un abrazo
No me extraña que los ánimos anden tan decaídos por ese despacho, pobre Bolaño. Me encantan tus símiles. Un gusto de relato, Mikel, mucha suerte.
Muy alentador tu comentario, Pablo. Muchas gracias
Imaginaba a un señor obeso, bonachón, algo dejado y extremadamente inteligente, Un líder omnipresente, amigo de sus amigos, etc….. Toda la razón para mí, salvo por lo del «señor». Un giro tanto inesperado como extraordinario. Enhorabuena y mi voto.
Sorpresa, sorpresa. Me encanta hayas caído en la trampa.
Gracias, Francisco, por leer y comentar
Siempre celebraré, Mikel, que traigas a estas páginas a la peculiar fauna, stricto sensu, de los despachos. Aquellos ratones, este perro…
Mi voto. Mucha, y buena, suerte.
Ja, já. Qué bien, Manuel, que recuerdes a mis ratones Código y Civil que tanta alegría me deparararon.
Un saludo y muchas gracias
Bolaño volverá antes del «2666». Estoy seguro. Si no, que lo busquen en «La pista de hielo» ;-) :-)
Buen micro con final inesperado, Mikel. Y buen nombre para un bulldog.
Mi voto y mucha suerte.
Gabriel, gracias por tu comentario, voto y buenos augurios para la reaparición de Bolaño
Me encantan las imágenes que consigues en tus microrrelatos. Me estoy volviendo una adicta a tus historias.
Gracias por las flores al límite del cierre de concurso, Margarita. Animan a seguir participando