Del juzgado de familia nro.1- Carta a Clara
María Sergia Martín González- towandaQuerida Clara:
Soy la jueza Vicario. Estuvimos charlando hace unos días cuando se tramitaba tu custodia, ¿recuerdas? A esa que metiste una carta en el bolsillo.
He tardado en responderte porque el ritmo del juzgado es frenético y necesitaba leerte con atención. Es maravilloso lo que sientes cuando te subes al columpio y mamá lo impulsa tan fuerte que el viento despega las flores de tu falda. Cómo envidio esos desayunos de disfraces, risas, cuentos y cereales mágicos con papá antes de ir al cole…
Juzgo que sería insoportable alejarte de ninguno de ellos y reconozco tu legítimo derecho de continuar disfrutando momentos tan fantásticos. Sé que estás triste porque tu familia ha cambiado, pero presiento que sabrás tejer un puente entre ambos.
¿Sabes?, ningún baremo me ha sido tan útil como tus palabras. Por tanto, definitivamente, dictaminaré la compartida como es tu deseo.
Y muchas gracias por los dibujos.
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Delicioso, Towi.
Suerte!
Gracias, Rafa.
Un abrazo.
Towanda, me ha encantado esta carta de la jueza Vicario. Muy buen relato.
Mucha suerte.
Un beso.
Hola, Jpuchades.
Me alegro muchísimo.
Un besabrazo gigante.
Quiero una jueza Vicario como la que describes, qué mujer tan sensible y qué bien sabe alcanzar el corazón de Clara.
Otro pleno, María.
Un abrazo.
Hola, Carmen.
Pues será como todo. Habrá jueces buenos y malos como zapateros buenos y malos o como jardineros sensibles o no.
Me alegras la tarde-noche si te ha gustado.
Un abrazísimo, guapa.
Querida Towanda,
Los niños tienen salidas para todo. Muy creíble tu micro en lo que respecta a la niña queriendo poner en conocimiento su deseo. Quizá necesitáramos más juezas/es vicario en algunos tribunales.
Me encanta la historia. Suerte, Clara, digo Towy.
Hola, Clara.
Los niños son unos seres más maravillosos que perdemos cuando crecemos con eso del madurar y todas esas pamplinas.
Besos enormes y gracias por acercarte a comentar.
Pd: Mira, la protagonista es otra Clara.
Todavía conservo al mío…
Anda, y yo. A veces se me desmadra y no sé cómo controlarla.
Preciosoooo, Towanda.
Ya está dicho!!
Un abrazo grande para ti..
Pues, olé por nosotras.
Gracias, Amparo.
Besos y abrazos también para ti.
Muy bonito, así con todas las letras.
Muchas gracias, Quique.
Un abrazo grandisísisimo.
Qué bueno Towanda! Toda la suerte del mundo! Un abrazo
Hola, Jero.
Muchas gracias, compi.
Suerte también para ti y estos abrazos que te envuelvo para regalo.
¿Desayunos de disfraces y cereales mágicos para empezar el día o columpios voladores que hagan despegar las flores de las faldas? Imposible decantarse por uno u otro.
Ambos padres son, como suele ser en la mayoría de los casos, maravillosos y necesarios para el crecimiento de cualquier niño. Efectivamente, es imposible tomar partido por uno y otro.
Un besazo de sábado y gracias.
Tus relatos, María, nunca pierden su esencia; siempre cuentan historias, sin perjuicio de sus connotaciones y evocaciones.
La decisión de la jueza Vicario supone que Clara solo se suba al columpio cuando quiere, para vivir un momento feliz, porque, lamentablemente, a veces los juicios sobre custodia montan a los niños en un columpio infernal; estos son empujados por el padre y la madre, situados cada uno en un extremo, como si fueran una pelota que se arrojan recíprocamente.
Mi voto y suerte,Towanda.
Un beso.
Hola, Manuel.
Siempre tan amable.
Ya sé, por experiencia familiar, que no siempre los juicios de custodia salen tan bonitos como nos gustaría… Lástima, porque quienes sufren son los hijos.
En fin, vamos a pensar en positivo en juezas Vicario.
Muchísimas gracias por comentar tan bien.
Un abrazo, champion!!
Buena historia, pero me gustaron más las andanzas del manchego.
Suerte!!
Me alegra que me lo digas así de sincero.
Un abrazo enorme y muchísimas gracias.
Esa juez Vicario aplica la ley, pero con corazón. Es grande, casi tanto como alguien a quien se le ocurren historias tan buenas como ésta.
Un abrazo grande, Towi
Hola, Ángel.
Eres estupendo, la verdad, y si no existieras habría que hacer lo posible por crear a alguien como tú.
Gracísimas y mucha suerte para este mes.
Un abrazo.
Towi… me ha encantado tu cuento epistolar… qué bonito!!! De los mejores que te he leído, la verdad.
Menuda juez tan audaz que tiene en cuenta la opinión de la persona a la que más va a afectar la custodia compartida… chapeau!!!
Un fuerte abrazo y un voto enorrrrmeeee!!!
Marta
Hola, Marta.
¿De verdad? ¿No te ha parecido un poco ‘moñas’?
Pues me haces feliz, así te lo digo en tu propia cara.
Muchísimas gracias por ese voto enorrrrrrme que me has ‘cascao’.
Suerte para ti, también.
Besísimos.
Querida María,
Qué historia tan tierna te has sacado de la chistera de los cuentos. Deliciosa esa jueza Vicario.
A mí me ha ganado, aver si al jurado también.
Hola, Marijose.
Sí que es maja esta jueza, la verdad.
Un abrazo grandísimo por haberte ganado.
¡Pero qué bonito!
Y felicidades, Reinona.
Hola, Margarita.
Reinona, tú, ya lo sabes.
Un besabrazo enorme, gigante y muchísimas gracias.
Delicado, conciso, imaginativo, sereno, con una lógica aplastante: la del corazón. Bravo por esa niña que supo hacer valer su derecho a ser oída; bravo por esa jueza que supo aplicar el 770LEC con mucha imaginación. Y Bravo por Towanda, que sembró palabras y le nacieron flores.
Hola, Ángel.
Me has hecho leerme el artículo 770 (entre eso y el prospecto del Fortasec no diré nunca jamás que no se aprenden cosas para la vida en este concurso).
Bravo tú!! y un millón de gracias.
Te mando este cesto de abrazos para que te los tomes a modo de tapa con una Mirinda a nuestra salud.
Enhorabuena Towanda. No te desvelo nada nuevo si te digo que el premio es merecido, al igual que podría haberlo sido cualquier otro de los tuyos en meses anteriores. Porque en tus relatos no baja la guardia ni la imaginación ni el estilo. Ni mi admiración.
Es un texto hermosísimo, Towanda. Para que veamos que la justicia no está tan desumanizada. Por momentos me llega una pulsión poética entre tus renglones. El género epistolar al que eres tan proclive, o que tanto te gusta y tan bien sabes manejar. El último renglón es para comérselo.
Mi más muy mayor enhorabuena y un beso grande.
Hola, Eduardo.
Siempre fiel, siempre amable y cariñoso.
Yo creo, como tú, que la justicia no está tan deshumanizada como muchos se creen.
Estoy practicando la epístola para trabajar la segunda persona y me está gustando, la verdad.
El último renglón es para Edu.
Un abrazo gigantescomórfico.
Hola Towa.
Qué frase de cierre tan espectacular. Dice tanto del corazón de Vicario en esas seis palabras.
Hola, Javier.
Creo que tienes razón. Yo confío en las personas y no concibo a los jueces despiadados. Por qué no van a ser tan humanos como el resto.
Gracias, majísimo.
Un abrazo.
Bonito, bonito, bonito… gozada haberte leído…
Besote mi niña.
Hola, Rosy.
Gozada la mía de verte por aquí. Te reanimo a participar.
Un abrazo inmenso como tú.
María Sergia, deliciosa niña, deliciosa historia, deliciosa jueza.
Te deseo suerte en este concurso.
Hola, Vicen.
Delicioso tu comentario, sobre todo.
Un abrazísimo.
Bien hilado, con un hilo de esperanza a que la justicia oiga a los menores.
¡Votado!
Mucha suerte, saludos.
Hola, Ernesto.
Ya sabes que la esperanza no hay que perderla nunca y a los pequeños hay que escucharlos siempre. No mienten.
Un abrazo muy fuerte.
Gracias.
Towanda,
Que esperanzador. Feliz semana Santa.
Gracias, Maribel.
Un abrazo para ti, también.
Entrañable historia!!
Suerte
Gracias, Alejandra.
Un abrazo gigante.