¡Sorpresa!

Mayte Campos Anglés · Blanes (Gerona) 

Era jueves y a principios de semana tenía un señalamiento que me tenía ofuscado. Decidí coger el primer vuelo que saliera hacia cualquier parte de Europa; necesitaba distraerme. “Berlín, perfecto”, me dije. Entré en un espectáculo de magia y… ¡sorpresa! allí estaba él. Había reemplazado la toga por una magnífica capa de mago. Se movía por el escenario con desenvoltura. No podía salir de mi asombro. Cuando volvieron a subir el telón tras una breve pausa, esparcidas por el escenario estaban las piezas de un gran cubo de Rubik que él recompuso. Lo fue atravesando con floretes, no dejó un sólo palmo sin traspasar por el acero. Acto seguido, retiró los espadines y, cuando sacó el último, el cubo se desplomó dejando al descubierto a una hermosa mujer con una sonrisa de absolución que yo hubiera secundado si no se hubiese tratado de mi desaparecida y tan llorada esposa.

 

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