Imagen de perfilEl tábano

David Villar Cembellín 

Prestad atención a sus gestos: ufano, satisfecho, retrepado sobre el banquillo como quien representa un papel sobre un escenario. Con su gruesa papada, estrangulada por una corbata de quinientos euros, da órdenes a sus abogados, los mejores que el dinero puede comprar. Se le acusa de cohecho, de contactos con el crimen organizado, de competencia desleal y abusiva. Hemos conseguido documentar cientos de irregularidades en sus contratos, y sin embargo sonríe. Sonríe todo el rato. Se sabe indemne. Se cree impune. Decía Jonathan Swift que «las leyes son como las telarañas, que cogen a las pobres moscas y dejan pasar avispas y abejorros». Él confía en esquivar la justicia, pero desde la Fiscalía Anticorrupción tenemos otra opinión. Esta vez no logrará amortiguar su pena bajo tecnicismos formales, hoy sus delitos no se van a perdonar. La telaraña que hemos tejido es capaz de atrapar avispas y abejorros. Incluso tábanos siniestros.

 

+5

 

Queremos saber tu opinión

2 comentarios