Obsesión

Luis Miguel Helguera San José · Valladolid 

Yo ya había dejado de fumar y tú ya no me amabas, pero yo había sustituido la nicotina por gominolas y tú a mí por un letrado del Consejo de Estado. Sin embargo, te seguía necesitando, al menos aquella noche, víspera de mi examen de Oposición al Cuerpo Técnico de Hacienda. Pero al verte entrar en mi casa, no te reconocí. En tus herméticos ojos de espía sólo supe encontrar el temario completo del Sistema Financiero Español, sobre tus voluptuosos labios atronaban como cohetes de colores todos los í rganos de la Jurisdicción contencioso-administrativa. Bajo tu pecho no latía tu corazón, sino el frenesí de la Gestión Tributaria con libidinoso afán. ¡¨Con qué clase de misteriosa sentencia me condenaba tu cuerpo al delirio?
Me acerqué por detrás, te abracé y empecé a besarte el cuello y los hombros, mientras mentalmente, como ausente, repasaba en tu piel el Derecho Procesal.

 

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