SIMBIOSIS
ÁNGEL SAIZ MORATodos pensaban que su inexplicable relación estaba abocada al fracaso. Él, de pocas palabras y muy organizado. Ella, extrovertida y caótica, deseosa de cambiar el mundo, empeñada en proteger el planeta de la degradación ambiental.
Finalizados los estudios de Derecho se anunciaron como Sánchez & Sánchez, abogados especialistas en delitos contra el ecosistema. Pocos apostaban por dos recién graduados sin experiencia.
Él tenía un talento natural para la redacción de demandas, alegatos, recursos y demás escritos procesales. Ella era persuasiva con su dialéctica a la hora de alcanzar acuerdos o en la vista oral.
Muchos habían predicho, cuando decidieron adoptar niños africanos y asiáticos, que ya no podrían pleitear contra empresas contaminadoras. Sus pequeños, un ejemplo de diversidad, lejos de ser impedimento, fueron otro acicate para luchar por un mundo sostenible.
Los agoreros presumían de conocerlos cuando aparecieron en la portada de la revista Time.
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Ángel, felicidades por la publicación de este estupendo relato. Has logrado una verdadera simbiosis entre las palabras obligadas y la genial historia que nos cuentas.
Te deseo mucha suerte y es una gran alegría coincidir contigo aquí.
Un abrazo enorme.
Muchas gracias, Javier. Yo también me alegro de coincidir contigo.
Mucha suerte también para ti y otro abrazo grande
Angel… cómo cambian las cosas cuando la fama entra de por medio, eh?
Has hilado muy bien la historia, esa simbiosis entre la pareja y esa simbiosis con los agoreros que no daban un duro por ellos pero sí cuando saltan a la fama.
Me ha gustado mucho!!!
Ahí va mi voto… y mucha suerteee
Un abrazo
Marta
Es fácil apuntarse al caballo ganador, saber apoyar a quien lo merece en los momentos difíciles ya es otra cosa.
Me alegro de que te guste, Marta
Muchas gracias y un abrazo
Ángel, has sabido encontrar la simbiosis perfecta entre las palabras y la lucha por el medio ambiente, para escribir un relato redondo. ¡Enhorabuena!
Encantada de coincidir contigo. Te deseo muchísima suerte!
Besos apretados.
Tú sabes bien que las palabras son poderosas; cuando se consagran a un fin éste puede convertirse en una razón de vida, en este caso en algo por lo que merece la pena luchar, como lo es salvar el planeta.
Es un placer coincidir, Pilar
Muchas gracias y besos
Hola, Ángel.
Me encanta tu relato.
Te deseo mucha suerte y te envío mi voto.
Un abrazo.
Me alegro de que te guste Ana Isabel.
Muy agradecido y otro abrazo para ti
Pues aquí me tienes, postrada ante tus letras, y acabo de votar porque me gusta. Saludos
A mí lo que me gusta es que te guste a ti. Agradezco mucho tu lectura y tu visita, Anna.
Cuídate mucho y sé todo lo feliz que puedas.
Saludos
Toda una vida vida en pocas palabras. Enhorabuena por tu relato y mi voto.
Muy agradecido, Nicolás.
Un saludo
Don Ángel.
Le felicito por un micro tan… impecable.
Olé, usted.
Un abrazo y suertísima.
Mil gracias. Tú sí que eres impecable
Un abrazo
Un relato sin fisuras, en forma y fondo, con el que aportas de paso un puñado de arena al sostenimiento de este mundo, y al que doy mi voto sin dudar. Enhorabuena y mucha suerte, Ángel.
Si te ha gustado a ti ya me considero afortunado.
Mil gracias, Enrique.
Un abrazo
La envidia también degrada el ambiente, ¿no?
Tiene de todo tu historia.
Y por supuesto lleva tu firma.
Te deseo mucha suerte.
Un abrazo.
Efectivamente, la envidia degrada el ambiente, aunque nos la imaginemos de color verde.
Muchas gracias, Margarita.
Otro abrazo para ti
Enhorabuena Ángel, excelente simbiosis, fuera agoreros!
Suerte,i voto y un abrazo.
De los agoreros siempre bien lejos, o ni caso.
Muchas gracias, Yolanda. Felicidades por tu relato, que también tiene mi voto.
Un abrazo
Es un placer verte por aquí y leerte en lo que yo considero mi casa. Suerte para tu simbiosis, gran relato como todo lo que escribes. Votado. Un abrazo grande.
No es de extrañar que estés como en casa, el mundo del Derecho es lo tuyo y las letras también, en las dos triunfas.
Muchas gracias, Esperanza.
Otro abrazo grande para ti.