ÁRBOLES
María Jesús Gómez López · MadridMi vecino amenaza con demandarme. Exagerado, dos fiestas en tres meses… A pesar de que compartimos el último piso de la finca, y una terraza espectacular, no le conozco. Creo que un día nos cruzamos por el pasillo. Yo le cedí el paso, él no me saludó.
No quiero correr el riesgo de perder esta casa, pequeña pero con la terraza perfecta para celebrar fechas importantes, y desde la que se hace visible el color de los árboles del Retiro. Para preservar mi intimidad he intentado separar mis veinte metros de terraza de los doscientos del vecino, con plantas, con un tejido nuevo parecido al plástico… Con su correspondiente negativa siempre por escrito.
Me han recomendado un prestigioso abogado. Acabo de contactar con él por videollamada. Parece serio, profesional, con experiencia. Y he descubierto que los árboles que se intuían al fondo de su pantalla son también los míos.