Imagen de perfilRESIGNACIÓN

Jesús Ayuso Fernández 

—Recurriremos — dijo enérgicamente el abogado.
—No creo que merezca la pena. Uno ya tiene una edad y este juicio me está matando. Mi médico dice que debo cuidarme o mi salud se resentirá.
—Pero señor Gallo, ¿va a rendirse así, sin lucha?
—Abogado, agradezco su celo, pero ya escuchó usted al juez: “el pez grande se come al chico”. Debí vigilar mejor.

Se dirigieron a la puerta que daba acceso al Palacio de Justicia.
—Y ahora, ¿qué? —preguntó el letrado, aun cariacontecido. Sentía que debía proteger los intereses de su cliente…y su prestigio.
—Ahora olvidar —dijo Gallo.

Ganó el exterior. Un banco enorme de sardinas se cruzó en su camino y, al pasar el último pez de plata, el recuerdo de sus hijos se volvió un poco más borroso.

Olvidar es fácil cuando se tiene memoria de pez.

 

+2

 

Queremos saber tu opinión

2 comentarios